El reto lo estamos asumiendo. A tan solo días del inicio de campaña, ya la estructura del comando y del partido se afina para la venidera victoria decembrina. El pueblo larense ha logrado distinguir pese a los esfuerzos mediáticos de la oposición regional lo que es una gestión cosmética que no ha traído ningún tipo de beneficios comunales ni de orden humano o social al estado Lara y la otra que aparece en el panorama, la del comandante Reyes Reyes quien durante su paso por la entidad logró legar más de 11 liceos bolivarianos, casi 30 CDI y SRI, el estadio metropolitano, la flor de Venezuela, la rehabilitación del teatro Juárez, más de 16 urbanismos de los más importantes que se han hecho en la región, obras que en algunos casos constituyen la pantomima de una gestión inexistente del actual gobernador, quien sin ningún pudor asumió por ejemplo la flor de Venezuela y el estadio como obras propias, con la mezquindad de nunca haber reconocido que no colocó ni un bloque para hacerlas.
El pueblo no es pendejo dejó de serlo hace rato ya. Ya no se traga los saraos y los templetes, los ojos de gato y la pintura en fachadas de viviendas que internamente están en ruinas. No se cala más pantallerismo. El pueblo quiere decidir y tiene aspiraciones muy por encima de lo que se hace actualmente desde el edificio de gobierno con tres veces las sumas de dinero que se manejaron en la gestión anterior. Tras la victoria presidencial, el reto es en las regiones. Será determinante el trabajo militante y el mantenimiento de las votaciones de la contienda anterior. El estrecho margen que se ha alcanzado en Lara nos invita a concentrar esfuerzos sobre todos en esas zonas en que la influencia mediática y la acción opositora ha generado distorsiones en la percepción general de la gestión bolivariana.
Hay que hacer ver a toda la población larense que Reyes es garantía de obras para el estado Lara, es garantía de planificación y ejecución en una gestión apartada de la maquinaria mediática que vende empaques y no contenidos, formas y no fondos Vamos todos a comprometernos entonces con que vuelvan las casas en esos grandes urbanismos, los CDI, los SRI, las grandes autopistas, la sustitución de ranchos, los grandes liceos bolivarianos, las masificación de becas para la educación superior privada y el fortalecimiento de esas nuevas universidades que ahora no reciben ningún apoyo del gobierno regional, Vamos a lograrlo, vamos a lograr que Lara vuelva a ser un estado ejemplo de planificación y ejecucipón humana y social.
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