En cada oportunidad que hemos podido conversar con dirigente, cuadro, funcionario o cualquier etcétera que pudiera contribuir a entender y desarrollar esta preocupación, le hemos planteado respetuosamente nuestra visión: “como revolución hemos ido alcanzado nuestro techo político electoral en nuestra población adulta (votos) y sólo en la juventud está la posibilidad real de seguir creciendo y construyendo el proyecto socialista”, las reacciones son tan disímiles como especies hay en el mar; van desde el “estamos ocupados en esta campaña coyuntural estratégica”, hasta la indiferencia total al planteamiento.
La importancia y necesidad de desarrollar una política coherente, nacional y de alto impacto que atienda integralmente este sector no está seriamente en nuestra agenda, hemos dejado todo este terreno para que los medios y nuestros enemigos de clase abonen, siembren y cultiven sus generaciones de relevo para la batalla contra el socialismo. Por supuesto sería irresponsable desconocer el esfuerzo que hacen algunos camaradas e instituciones, pero aquí se está hablando de una política unitaria, institucional y de la revolución que se dedique a rescatar y atender integralmente a nuestras joven generaciones para librarlas de las fauces de la ultraderecha.
Estamos hablando de un esfuerzo nacional donde las instituciones revolucionarias, el partido, la dirigencia a todos los niveles, entre otros, se sumaran a un plan articulado con visión estratégica que lograra convertirse en el eslabón referencial del sector juvenil; que lograra atender las necesidades socio-espirituales de los jóvenes, pero también su formación ideológica; que los orientara y acompañara en sus justas luchas sin convertirlos en elementos contrarrevolucionarios; es decir, un plan que pusiera a tono a la juventud, sus visiones-necesidades, y la revolución socialista bolivariana.
Con el tiempo he aprendido a no vivir de solo utopías, creo que aun “salvado una estrella del mar en la arena de la playa” algo estamos haciendo; por lo que nuestro capitán bolivariano pudiera ser ejemplo en el Táchira también en esto; pudiera ser el gran impulsor y acompañante mayor, de un esfuerzo de unión de los organismos que atienden en la entidad esta materia, para generar una política regional es esa dirección; así como orientar al resto de instituciones para su apoyo integral y hasta donde lleguen las posibilidades reales, el trabajo que allí se inicie.
Podemos seguir dilatando esta tarea, al final la historia no la impondrá, es solo cuestión de tiempo y supervivencia……..
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