A pocos días de la celebración de otra Feria patronal en la población merideña de Tovar, sirva el presente escrito para llamar a la reflexión sobre lo que significan realmente las ferias en Venezuela, y para exponer algunos elementos que pudieran contribuir con la realización de festividades diferentes, acorde al contexto sociohistórico de cada lugar y a la necesidad que tienen los ciudadanos de esparcimiento y diversión favorable a la salud corporal y mental. En primer lugar, es importante advertir que las llamadas ferias que se llevan a cabo en casi cualquier población de nuestro país, son, en términos generales, eventos que estimulan el consumo exacerbado de alcohol y comida ‘chatarra’; maltratan a la mujer exhibiéndola como objeto sexual en concursos de belleza, en tarimas y en promociones de licores y otros productos; presentan espectáculos degradantes como las corridas de toros; menosprecian a cantantes, artesanos, gastrónomos y otros artistas y creadores locales (se da más importancia a lo foráneo); y pare de contar.
Ante semejante panorama consideramos que urge otro tipo de ferias en Venezuela, y en tal sentido planteamos una breve propuesta de cara a su transformación. Claro está que para los organizadores de estos eventos y para las autoridades que los patrocinan o apoyan de una u otra manera, serán como palabras que se las lleva el viento, considerando la pérdida de dinero y de prestigio social y político que les ocasionaría tan drástico cambio; este es el caso del gobernador del estado Mérida y otros funcionarios públicos de la entidad andina, vinculados estrechamente con ferias como la de Tovar y la del Sol. Incluso el gobernador Alexis Ramírez, calificado como socialista y humanista, estaría relacionado de forma directa con la tauromaquia, al designar a la Junta Directiva de COREALSA (Sociedad Anónima encargada de organizar corridas de toros y mantener cosos en Mérida) y al financiarla con fondos públicos , tal como su antecesor Marcos Díaz Orellana (http://www.meridiano.com.ve/toros/designada-nueva-junta-directiva-de-corealsa--.html; http://www.opinionytoros.com/noticias.php?Id=39633; http://corealsa.blogspot.com/.
A continuación nuestra propuesta de cinco ideas (pueden ser más de acuerdo a lo que considere el lector), más utópica que realista, al menos por ahora:
1.- Prohibir las corridas de toros, o en su defecto prohibir la tortura y muerte del animal. Al tratarse de un espectáculo violento y sangriento, no tiene cabida en una sociedad cuyo norte es la paz y el buen trato a la fauna. Nefasto legado de la colonización española que no tiene nada de arte ni de deporte; es la barbarie que satisface a individuos mentalmente enfermos o con vidas insatisfechas. ¿Qué positivo puede haber en la matanza de un ser vivo por puro placer?. Ahora bien, debido a que la tauromaquia está relativamente arraigada en algunas partes de Venezuela, planteamos que se permitan las corridas pero sin torturar ni matar al toro.
2.-Restringir notablemente la disponibilidad de alcohol. En este orden de ideas sería positivo de cara a reducir la violencia y el número de accidentes de tránsito, que las autoridades en corresponsabilidad con el pueblo, hicieran lo posible por limitar la venta de alcohol durante las ferias. Dar prioridad a la venta controlada de licores artesanales, mediante lo cual se ayudaría económicamente a algunas familias.
3.-Prohibir las elecciones de reinas. Es bien conocido que estos eventos banalizan la condición de la mujer, mostrándola como simple objeto sexual; en su defecto planteamos la realización, por ejemplo, de concursos de conocimientos, habilidades técnicas y manualidades entre mujeres y hombres.
4.- Dar prioridad a cantantes de música tradicional. En vez de invitar a tantos grupos y cantantes de esa basura llamada reggaetón, o de vallenato, sería importante estimular a tantos músicos que luchan día a día por mantener en alto a géneros tradicionales de Venezuela, compitiendo en condiciones desventajosas con la música foránea.
5.- Exaltar la gastronomía y la artesanía local. Montar exposiciones en las que se exhiban y vendan platos típicos y artesanías de la localidad donde se realice la feria; en este sentido se debe exonerar de impuestos y abaratar los costos de alquiler de toldos y locales a quienes se esfuercen por mostrar a propios y visitantes lo mejor de su terruño.