En la tarde de este domingo, me llegó un twitter que me recomendaba la lectura de una nota sobre lo que había sostenido el Camarada Guillermo Martínez en el programa de Erale Herrera. Al leer el texto consideré necesario tomarlo para incluirlo como un artículo para Aporrea. Las razones de esta decisión están suficientemente razonadas en el texto y cumplo fielmente con la pauta de respetar el derecho de autor.

Al texto, deseo agregarle unas anotaciones o modificaciones y una de ellas está en el título. Esta modificación la propongo, porque parto de la siguiente idea: Guillermo Martínez tiene claridad en los temas que trató brevemente ayer en esa entrevista, pero no es un asunto exclusivo del Camarada Martínez. Tenerlo como candidato, ya es una extraordinaria oportunidad, pero es muy importante pensar definitivamente en una opción de un nuevo municipio bolívar y eso es imposible diseñarlo sin un partido, que sea capaz de reunir aportes con el concurso de equipos de trabajos.

Espartaco Guerra, autor de la nota a la que hecho mención y que fue publicada en un blog personal, sostuvo lo siguiente:

En el poco tiempo que el “Compa” Guillermo Martínez estuvo en el programa de Earle Herrera (El Kiosco Veraz) nos ofreció varios “paisajes” programáticos que nos permiten adelantarnos al sentido de la gestión municipal que dirigirá el “Compa”.

En sus primeras palabras, el “Compa” Guillermo nos advirtió de la condición de Barcelona: Ciudad memorable y gloriosa pero que ha sido objeto de un tachón. No lo dijo en esos términos, pero fue la idea que dejó sentada muy claramente.

No exageró el “Compa”. Esta sencilla pero sabia frase muestra además un dominio de un asunto problemático que debe ser asumido. Barcelona ha venido siendo objeto de una lento pero efectivamente proceso de borrón. Su “casco histórico” ya viene dejándose ver como un caso más de una nueva versión de “casas muertas”.

Agregaría a esta parte, que estas “casas muertas” de Barcelona no son producto de un cuadro de salud endémico. Barcelona y su centro histórico desmejorado es más bien producto de un mal endémico político de la IV que penetro la IV. Casas cayéndose habitadas tal vez sea más dramático que un pueblo quedando sin humanidad.

Continúa Espartaco Guerra:

Los “planificadores” del puntofijismo (Adecos-Copeyanos) sembraron esta idea de hacer de su casco histórico, una nueva versión de “casas muertas” e inventaron la “nueva Barcelona”. Esa especie de borrar a Barcelona, se conjugó por obra y acción de los adecos para quitarle a Lechería. Ese invento se transformó, no en un desarrollo urbano planificado, sino en un negocio que les dio a estos representantes del punto fijismo, la riqueza que hoy le permite llevar una vida cómoda.

Tiene un alto contenido político y programático esta frase de “borrar a Barcelona”. Es una gran frase con alto sentido que se orienta a darle a esta ciudad la importancia que tiene desde una perspectiva histórica y política. Esa breve frase guarda una profunda esperanza y el “Compa” Guillermo Martínez debe desde ahora lidiar con ella para canalizar toda la profundidad que tiene.

Hagamos del “Compa” Guillermo Martínez, una oportunidad para quitarle a Barcelona ese tachón que le colocaron los adecos y copeyanos y que lamentablemente nosotros no hemos querido asumir. En buena hora, está el “Compa” asumiendo esta responsabilidad.

Agrego:

Barcelona no es hoy una ciudad gris. Casi le han quitado su condición de capital del estado Anzoátegui. Muy “graciosamente” todo este desmejoramiento ha instalado en la memoria de los vecinos de la zona norte; la idea de verla como el barrio más grande de Puerto la Cruz. Así lo hemos oído muchas veces. Es una gran burla que necesitamos superar, porque esta Barcelona guarda en su interior una historia llena de gloria y rebeldía. No les exijo a los vecinos de la zona norte mucha memoria, sencillamente ubiquemos el 26 de junio de 1961. Barcelona se levantó y en ese momento fue más inspiración que de condiciones políticas propicias.

Es un gran reto cambiar a Barcelona y para ello tenemos a Guillermo Martínez. Tenemos el director y es necesario trabajar duro ahora y conformar una orquesta.