En el mes de febrero de este año publiqué un corto artículo titulado
“¿Cómo han venido votando los merideños?”, en el cual mostré la tendencia
en el patrón de votación de los habitantes de la ciudad de Mérida, con
base en las elecciones presidenciales del 7 de octubre de 2012, y las
elecciones regionales del 16 de diciembre de ese mismo año. De acuerdo con
las cifras utilizadas, simplemente manifesté que en las elecciones
municipales, pautadas en ese momento para el 14 de julio de este año, la
candidatura que presentara la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), saldría
triunfante, algo que efectivamente ocurrió en las recientemente realizadas
elecciones del 8D.
Se ha hecho evidente que el municipio Libertador (ML) del estado Mérida,
el cual está conformado por 15 parroquias, y que tiene como capital a la
ciudad de Mérida, se ha consolidado como un bastión de las fuerzas
contrarias a la opción política que gobierna en Venezuela desde el año
1999, y seguramente que ese patrón de votación se habrá de mantener de
manera similar en futuros procesos electorales. Las cifras son más que
elocuentes: en las elecciones presidenciales del 7-10-12, la MUD ganó en
12 de las 15 parroquias del ML, con una diferencia de 39.596 votos,
mientras que en las elecciones regionales del 16-12-12, ganó en 10 de las
15 parroquias, con una diferencia de 16.064 votos.
Por otra parte, en las elecciones presidenciales del 14-4-13, la MUD se
alzó con la victoria en 13 de las 15 parroquias, obteniendo una ventaja de
54.372 sufragios, mientras que en las del 8D, la opción de la MUD sacó una
ventaja de 31.224 sufragios, habiendo ganado en 12 de las 15 parroquias.
Ahora bien, muy importante es el siguiente dato: con la participación del
56% que se dio el 16-12-12, la ventaja de la MUD fue de 16.064 votos,
mientras que con la participación del 85% que se dio el 7-10-12 y el
14-4-13, la diferencia fue de 39.596 y 54.372 votos, respectivamente. Esto
indica que a mayor participación, la diferencia a favor de la MUD aumenta
considerablemente. Así que, hay que hacerle seguimiento al patrón de
votación que se dibuja en la geografía electoral de una parroquia,
municipio o estado, para tener una idea aproximada de lo que puede llegar
a pasar en futuras elecciones.
