El Táchira tiene por sus cuatro costados inmensas riquezas naturales, que la desidia, miopía e ignorancia de quienes hasta hoy la han gobernado, les ha impedido ver la arista del turismo como otra fortaleza de su desarrollo y crecimiento económico, que podría hacerlo independiente del erario publico.
Casa del Padre es otro regalo que la naturaleza le ofrendó a los tachirenses, ubicado en la cúspide del cerro desde el cual se divisa perfectamente la delimitación con los municipios Andrés Bello, José María Vargas, Michelena y Lobatera. No en vano ni por casualidad la gente la llama "los cuatro limites" a 2.300 metros de altura.
Por un costado de la población de Palmira se comienza la subida por una carretera caracterizada por lo sinuoso de su transitar y que se encuentra en condiciones aceptables de transitabilidad por cualquier tipo de vehículo, los que van trepando la montaña hasta divisar una bella capilla construida en el morro del cerro y acompañada de una pequeña plazoleta con la imagen de nuestro Libertador y San Nepomuceno, lo que indica que se esta en la cúspide de la montaña y en Casa del Padre.
Una placa colocada en su plazoleta reza que este lugar fue fundado por Francisco de La Estrella, presbítero aquilatado, perteneciente a la ciudad del Espíritu Santo: La Grita, quien colocó el hito de separación territorial durante la primera mitad del siglo XIX, exactamente en 1.827.
Casa del Padre ha venido haciéndose visible a la colectividad tachirense porque anualmente una etapa de la vuelta al Táchira en bicicleta llega a ese empinado morro de verdura y viento paramero, donde nunca a pesar de la inclemencia del verano, deja de tener el verdor de sus pasturas como símbolo de prosperidad y de ser buena tierra. Su mirador natural permite divisar todo el valle de Mesa de Aura hasta llegar al paramo El Zumbador.
Sin embargo llegar un día a Casa del Padre en son de esparcimiento para dejar la vida citadina de San Cristóbal o de cualquiera de las poblaciones que conforman el Tachira, y olvidarse de esta diatriba permanente en la que esta inmerso el venezolano, se convierte en una verdadera desilusión, no hay instalaciones apropiadas para el turista entre otras no cuenta ni siquiera con baños públicos, ni lugares apropiados donde comer y disfrutar un rato de lo único que si tiene "belleza natural"
A la gobernación del estado se le ha ido el tiempo en otras cosas no menos importantes, pero los entes adscritos como la dirección de turismo sigue brillando por su ausencia, no solo en Casa del Padre sino en todo el territorio estadal, se siguen perdiendo las grandes oportunidades de ofrecerle al Táchira otro desarrollo de incalculables beneficios.
Allí en casa del Padre hay unas viejas casonas que no deben tener menos de cien años y las cuales la gobernación a través de su dirección de turismo, desde hace cuanto tiempo le debieron tender la mano y hacer un proyecto de restauración y puesta en escena de unos bellos caserores con corredores acompañadas de un pequeño parque de atracciones para los niños.
Es triste y lastimoso estar un fin de semana en Casa del Padre y no encontrar ni siquiera donde tomarse un café porque no lo hay, o hacer una necesidad fisiológica porque tampoco tiene el lugar apropiado, a no ser que tenga que agarrar para el monte; en un lugar dotado por la providencia de tanta belleza natural y un aire puro envidiado y necesitado por muchos. Esto no es posible que suceda en un país que se jacta de decir a los cuatro vientos que tiene las reservas probadas de petróleo mas grandes del mundo y aquí en Casa del Padre no se ve nada de ese petróleo; luz en calle y oscuridad en la casa.
Pero como ya vienen elecciones volverán los politiqueros de oficio a ofrecerles a los habitantes de Casa del Padre el cielo y la tierra, pero de ahí no pasara, seguirá Casa del Padre transitando este camino de penurias y malos gobiernos, que solo alimentan al pueblo con circo porque ya ni pan hay.
De todas maneras en enero próximo con motivo de la etapa de la vuelta al Táchira en bicicleta, la gente de aquí y de otras latitudes verá a través de la magia de la tv, las imágenes de esta apacible comarca que como todos, espera por mejores tiempos para convertirse realmente en la casa de todos y también en "La Casa del Padre"