Es increíble pensar que luego de haber tomado el poder por la vía de los votos y asumir legalmente el cargo para servirle al pueblo de Maturín, con el mayor desparpajo y falta de respeto por quienes lo eligieron, el Alcalde amarillo abandonó el cargo, largó el pelero y dejó a un pueblo entendiéndose en la capital del estado Monagas.
El muñequito de torta, quien gracias al marketing fue electo por las filas amarillas a la Alcaldía de Maturín, tomó por asalto el Ayuntamiento y gracias a un acto de traición cometido por otro candidato de las filas revolucionarias, se dividió al chavismo y facilitó la llegada de este impostor al citado cargo.
Como dijo una señora en días recientes en el Parque “La Guaricha”
- El Alcalde Warner dejó con los crespos hechos hasta las guacamayas del parque y a los monos sin cambures para irse por los caminos verdes, con la cabuya en la pata.
Desde luego que esta situación anormal, luego de haber cumplido la mitad de su período paseándose por el norte y Europa, generó un debacle administrativo y un caos laboral en el Ayuntamiento, al crear un vacío de poder, pero no precisamente por estar preñado de buenas intenciones.
A estas alturas del partido, cuando en Venezuela precisamente la oposición trata de insistir en un Revocatorio contra el Presidente Nicolás Maduro y enarbola las banderas de la violencia, capitaliza la guerra económica y desata una inflación inducida contra el pueblo, no resulta nada extraño este tipo de conducta.
Esta no solamente se hace visible en Maturín sino que también se pone de manifiesto en otras Alcaldías y en las gobernaciones en manos de la oposición, donde justamente se inician acciones jurídicas y se habla a su vez de la intervención de la Contraloría General de la República.
Si alguien quiere preguntarse ¿qué es lo que ofrece la oposición venezolana, además de pescar en rio revuelto y querer tomar el poder sobre el hambre del pueblo y las colas?, debe mirarse en el espejo de lo ocurrido en Maturín. (Existen también otras Alcaldías en igual situación en los estados Táchira, Aragua, Carabobo y Miranda)
Lo significativo de lo ocurrido en la capital de Monagas, donde por cierto la militancia amarilla y toda la oposición (cómplices silenciosos) no han dicho ni pío, es porque justamente querían navegar sobre el caos y capitalizar el descontento para preparar la toma de la gobernación.
Ya todo el pueblo de Monagas ha visto en los últimos meses y observado en los medios de comunicación, como la jauría y el zoológico que fracasó en el pasado - en la cuna blanca de Alfaro Ucero - ahora están como caimán en boca de caño y se preparan para llegar de nuevo a la Gobernación.
Desde luego que la fauna la cual traicionó y abandonó a su propio caudillo, liderada por el orangután, el burro, el gato, el cunaguaro y hasta los perros callejeros (con el perdón de los perros) está ansiosa por retomar el poder y ya hacen fiesta con la desaparición del Alcalde amarillo, a quien olvidaron rápidamente y han abandonado en su cautiverio.
Todo el desastre del burgomaestre se veía venir ante sus frecuentes ausencias y sus viajes continuos al Norte y a Europa, costeados presuntamente con dinero de las arcas públicas o gracias a las dádivas de algún médico agradecido, por los favores recibidos en la permisología para la construcción de clínicas de las cuales alguien afirmó: “En Maturín hay más clínicas que gente”.
Como dijo un filósofo mexicano, el Chapulín Colorado - “no contaban con mi astucia” - esta es la magnífica respuesta que la población de Maturín ha encontrado por parte de la Gobernación del estado Monagas, representada por Yelitza Santaella.
Las calles, avenidas, plazas, alcantarillas, brocales, parques y jardines, aseo urbano y alumbrado de toda la ciudad, ha encontrado en los últimos días un accionar y una respuesta masiva y positiva, para bien de los habitantes de la “Ciudad Distinta”, la cual había pasado a cambiar su slogan por el de la “Ciudad Olvidada”.
Ahora se ha hecho una práctica positiva, en esta emergencia, que alguien defendiera la ciudad y saliera en protección de sus habitantes ante el descuido y la falta de gobierno municipal, justamente generado por la huida intempestiva del Alcalde amarillo.
Muchos son los comentarios y la especulación que giran alrededor de la desaparición del Alcalde, actualmente sustituido en sus funciones por el administrador municipal, ante su ausencia que ya supera el mes. El Ayuntamiento representado por los concejales busca una salida jurídica para cubrir este vacío de poder, típico de la oposición venezolana la cual siempre ha transitado el camino de la violencia.
Una vez superado este escollo, el cual repetimos representa un mal ejemplo porque se repite en varias de las instituciones en manos de la oposición en nuestro país, hoy se trata de esconder como es el caso de Petare en el estado Miranda y en poblaciones como La Grita en el estado Táchira, donde la excusa es “no tenemos presupuesto para gobernar”.
La mentira tiene patas cortas y en Maturín, gracias a la gobernadora revolucionaria, se ha buscado una solución inmediata, aunque transitoria, para resolver la falla de los principales servicios y las funciones acéfalas generadas por la ausencia del Alcalde amarillo, quien al parecer se prepara para jugar dominó con el Monstruo de Ramo Verde o para hacer equipo con el ex Alcalde de Caripito, quien aspira su libertad. ¡Amanecerá y veremos!