El Gobernador Lacava no tenía competencia ni justificación para ordenar mi destitución de la jefatura de la UBCH

En su oportunidad denuncié como una arbitrariedad la orden dada por el gobernador Lacava a sus operadores políticos sumisos para destituirme de la coordinación de la ubch Anexo Ruiz Pineda I ubicada en Ricardo Urriera, de la parroquia Miguel Peña en valencia, Carabobo un megacentro electoral del cual he sido por más de diez años exitosamente el coordinador político del PSUV y hasta entonces sin ninguna observación del partido.

Consideré que la desproporcionada exigencia del mandatario regional constituyó un absurdo atropello a la dignidad militante de las bases chavistas, dirigido a quebrar la reserva moral a partir del miedo y la despolitización de la política, animada por una actitud reaccionaria de quien no tiene razón haciendo uso abusivo del poder.

Califiqué esa acción, como un acto antidemocrático y contrarrevolucionario de retaliación política, porque configura un irracional golpe bajo al movimiento revolucionario de Carabobo, dejando demostrado ser intolerante a la crítica y la autocrítica expresada por mi opinión en varios escritos publicados en las redes sociales donde responsablemente cuestioné su postura ideológica errática de promover, defender y ejecutar su tesis política de la economía de libre mercado neoliberal, contraria al soberano interés nacional, a la declaración de principio y la tesis programática del psuv, al plan de la patria, a la constitución nacional bolivariana y al legado del comandante supremo Hugo Chávez.

El gobernador Lacava, de un manotazo al mejor estilo adeco de la cuarta y al que probablemente está acostumbrado ejercer en su entorno laboral, pretende desconocer mi legitimidad de origen con la que inicialmente fui electo en asamblea de militantes y más recientemente después de cumplir los requisitos exigidos por las normas internas del partido contenidas en el boletín 132 sobre la nueva estructura organizativa y la RAAS, la supervisión eficaz del responsable electoral municipal y del responsable de organización parroquial del partido, fui ratificado nuevamente como coordinador de esta ubch, hecho este que fue público y comunicacional verificable en sistema.

Pero además el histórico electoral de los distintos procesos del centro bajo mi conducción política registra los resultados obtenidos que hablan por sí solos del desenvolvimiento y la legitimidad de desempeño desde que asumí la responsabilidad de esa coordinación, con la excepción de las elecciones del año 2015 cuando perdimos la asamblea nacional, lo que puede verificarse en la página web del CNE, y quienes me conocen saben de mi honestidad y moral revolucionaria y del aporte que humildemente he dado al proceso durante muchos años, para que ahora el "camarada gobernador" repentinamente halla desconocido de facto y antojo mis derechos, mis méritos y lealtad partidista al frente de esa ubch ordenando mi "despido" como si yo fuese trabajador de esa enrarecida gobernación.

Reitero nuevamente lo que el gobernador y el partido saben, que este servidor trabajó en la campaña de su candidatura, voté obviamente por él y defendí su triunfo electoral como gobernador de Carabobo, siguiendo el lineamiento superior que asumí con rigurosa disciplina partidista y aun cuando no lo conozco personalmente, lo reconocí sin prejuicio de ningún tipo como la primera autoridad civil del gobierno en el estado y como el primer jefe político del partido en la entidad; pero también estoy claro que esa jerarquía accidental y provisoria no lo exceptúa de ninguna manera de observaciones, críticas y autocríticas conceptuales fundamentadas en nuestras diferencias ideológicas de fondo como es su postura de derecha hacia la economía de libre mercado capitalista, sobre lo cual respeto su opinión pero no la comparto por el legítimo derecho que tengo a disentir y decirlo públicamente sin miedo, al igual que el defendió su tesis neoliberal por televisión, donde por cierto invitó a debatir sobre el tema en cuestión lo que resultó ser mentita para huir hacia delante.

Pero a lo que no tiene derecho, insisto, es a ordenar al comité regional y este a su vez a los comités municipal y parroquial de mi exclusión de la ubch, ya que esa función no le corresponde como competencia ni tiene la justificación necesaria para hacerlo, a menos que se considere un dictador que no admite críticas o está políticamente mal asesorado, por lo cual no quiero pensar que el señor gobernador tenga miedo al libre debate democrático de las ideas por no tener argumento válido, para lo cual permítame decirle que el diálogo es una excelente institución dialéctica que como herramienta comunicacional ha sido muy útil hasta en los grandes conflictos de la humanidad en la historia del mundo.

Rechacé en su oportunidad y rechazo nuevamente esa injustificable medida por ser un inaceptable atropello a mi dignidad de militante orgánico, acudí a la dirección nacional del partido y realicé la denuncia formal sobre el caso por el cual todavía espero respuesta.



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Aguedo Alcalá Machiz


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