El Tigre bella ciudad del estado Anzoátegui, con unos habitantes llenos de cultura y cordialidad no se merecen la maldición de una segunda administración de Ernesto Paraqueima como alcalde del municipio Simón Rodríguez. La cuna de brillantes escritores, músicos periodistas, políticos. No debe tener otra nueva experiencia en manos de un sociólogo que perdió los libros hace tiempo.
Habla de su gestión refiriéndose a la octava maravilla del mundo, solamente porque adornaba con flores las plazas, sin saber la gente que las compraba donde una señora muy cercana a él. Dice haber acabado con la delincuencia, a qué costo, saliendo con los policías motorizados a cazar ladrones aplicando la vieja táctica de disparar primero y averiguar después.
No puede ser que su única arma sea proyectar terror, busca que la gente le tenga miedo, como en una dictadura para que los votantes evitándose problemas se vean obligados a seguirlo. Ya son repetitivos los regaños que le da al papá en público, demostrando la falsa fuerza de su carácter. Esa característica personal causó que valiosos dirigentes le sacaran el cuerpo.
Una vez aspiró ser candidato a gobernador rebotando en la primera gira, ese mismo discurso de guapetón de barrio le cortó las alas antes de tiempo. Regresó a El Tigre renovando sus aspiraciones de ser reelecto alcalde, para lo cual sacó del camino a José Brito con quien había pactado apoyarlo. Desde ese día comenzó un enfrentamiento personal que hoy rompen ante la inminente derrota a punto de ser causada por el trabajo arrollador de Ernesto Raydan.
Este reencuentro de Brito y Paraqueima no les ha beneficiado en nada, pues les quitó el poquito de credibilidad que tenían en el municipio. Los insultos dados por Paraqueima en su programa radial todas las mañanas, eran motivos de comentarios negativos en la ciudad, sobre todo por el irrespeto que hacía a un hijo del hoy candidato a gobernador. Ahora los une el miedo a Raydan,
Cuando el tiempo hace que la mayoría de la gente madure, Ernesto Paraqueima más bien va en atraso, su mente no termina de respetar la dignidad de la persona humana. Aparte de los gritos y regaños, también aplica la burla orquestada ante las necesidades de los pobladores, al entregarles una carta comprometiéndose a darles, neveras o cocinas, eso si después de las elecciones.
Y a los codiciosos los marea con un ofrecimiento bastante fantasioso, inclusive lo incluye en su programa de gobierno, que es la creación de una criptomoneda respaldada por la alcaldía. Su imaginación no tiene tamaño. Por poco ofrece la independencia del municipio para formar una nación liberada de la problemática de Venezuela o convertir a El Tigre en un nuevo estado.
No se ilusionen los pocos que a pesar de todo creen en él. Su proyecto personal es sacarse el clavo como candidato a gobernador, ese es su sueño. Pero de acuerdo a sus pensamientos primero debe volver a la alcaldía, para hacer piso político. De tal manera que no gobernara, los años de alcalde se le irán haciendo campaña para convertirse en gobernador de Anzoátegui. Y El Tigre abandonado, aplicando globos de ensayo, porque no tendrá tempo para gerenciar la ciudad.
