Mija, yo estoy casi convencida, que Dante Rivas vive como en una cueva. Saca la cabeza, ve o hace que ve, y luego se le ocurre cualquiera vaina y la escribe dentro de la cueva. Hace ya algún tiempo, nos prometió darle una ley a Nueva Esparta para su desarrollo. Mija, nos quedamos esperando esta ley que milagrosamente iba a meternos (con un cielo libre) en el desarrollo. La ley aún no aparece y si la aprobaron, se quedaría por ahí tirada. En esta ley mi comay; Dante Rivas nos las presentó como una especie de arca de Noe.
En estos días Chucha, sacó la cabeza de la cueva y a lo mejor vio un turista y se le ocurrió decirnos, que el turismo es la salvación. Dijo Dante:
"Debemos motorizar la industria turística para que sea generadora de divisas para el país y que logremos consolidar un modelo económico cimentado en las actividades productivas (...) Para lograrlo tenemos entonces que seguir fortaleciendo de manera prioritaria los servicios vinculados con este sector, impulsar la recuperación y embellecimiento de los espacios e infraestructuras, garantizar conectividad permanente, mantener una política de mares y cielos abiertos" https://m.aporrea.org/actualidad/a313216.html
Fíjate Chela, este Dante habla de "seguir fortaleciendo de una manera prioritaria los servicios" Fortalecer Chela, significa hacer más fuerte algo y lo que estamos presenciando hoy, es el debilitamiento de los servicios. En Margarita, que es donde supuestamente vive Dante Rivas; el servicio de agua potable está cada día peor. En la isla, hay muchos sectores que acumulan más de 50 días sin recibir una gota de agua.
Chucha, probablemente, Dante es de la idea, que para tener divisas, es preferible tener a los turistas bien bañaditos y a los margariteños con los olores del cazón salpreso.
Sabes Chucha, que hace ya muchos años, cuando a alguien se le ocurría una vaina casi loca, uno le salía con esta frase: no chico, tú tienes más bolas que el puente de Juangriego.
Ya el puente de Juangriego, le quedan pocas bolas, pero este decir, aplica para Dante Rivas. .
