Hemos desembocado nuevamente, en febrero. Mes que ha marcado hitos importantes en nuestras vidas contemporáneas particulares y en conjunto en la vida republicana patriótica bolivariana, de nuestra gran nación. Debemos sentirnos orgullosos, como así lo siento en lo particular, el Ser Venezolano. Tierra de mis ancestros de pueblos originarios, africanos, jotaraos, criollos insumisos, que me han traído hasta aquí. A ellos evoco y tributo el mejor homenaje, seguir el sendero del sacrificio y amor por la construcción de un mundo mejor. Tarea que nos ocupa en el día a día de nuestras vidas. La trinchera –que no de piedra-, que me ha tocado, la asumo con desprendimiento y humanidad como deber nato por contribuir desde mi subjetividad a "afinar el tiro y abrir un boquete en el muro de la enhiesta y perturbadora realidad…". (fragmento de Convaleciente, poema del autor). Y ¿Cómo lo hago, haré, haremos?, se preguntarán Uds., respondo, desde las herramientas más sencillas y al alcance de la mano: la escritura y la artillería del pensamiento, como lo proclamó nuestro Libertador Simón Bolívar. Escritura modesta, modesta escritura, que es nuestra más desprendida acción en los tiempos vividos y que es el gran legado que puedo y podemos brindar en esta convulsa contemporaneidad. Sumamos así nuestro más humilde y modesto esfuerzo para con la humanidad. Contribución que hago y hacemos enmarcados en valores familiares y patriotas que no defrauden a nuestras generaciones pasadas de hombres y mujeres que lo dieron todo por nuestra Patria. Lo que nos permite decir y reafirmar que hoy tenemos Patria, como lo dijo y lo sigue diciendo el Comandante del Pueblo soberano Hugo Chávez. La Patria la construimos en el día a día, con nuestras acciones y procederes que están fundamentadas en la conciencia patriota, ante la amenazas de enemigos internos y externos imperiales. El bien común lo procuramos colectivamente. Común de comunión, común del encuentro y abrazo ecuménico, donde todos existimos y existiremos en el respeto y tolerancia por la diversidad social y de creencias de la especie humana en su entorno natural, rural y urbano en equilibrio.
¡Patria es humanidad! Lo dijo, dice y se repite como un eco las palabras del Gran Patriota antillano José Martí. ¡Que gran síntesis de pensamiento encierra esta breve frase!
Tenemos que superar los rasgos de la bestia que aún nos persigue desde los tiempos iniciales. Ya lo dijo Federico Nietzsche, El hombre es una cuerda tendida en el abismo entre el animal y el superhombre (La condición humana). Estamos convocados a superar a la bestia, pero sin mal interpretar la nueva humanidad que desde siempre hemos buscado insistentemente. Esa nueva subjetividad colectiva que mayoritariamente aspiramos, la hacemos, la construimos todos, donde debe prevalecer el mejor y mayor de nuestros esfuerzos por descolonizar el pensamiento, el Poder, y el Ser, hacia una nueva frontera de la humanidad realmente soberana, sustentada en la moral y desprendimiento que mostraron nuestros Libertadores y Libertadoras. Allí descansa la gran potencialidad embrionaria de la semilla de la Deltanidad Amacurense, de la Guayana Esequiba, de la Venezuela Toda. Hagamos todos los esfuerzos posibles por que germine, brote lo mejor de nuestras generaciones que produzcan orgullo y regocijo a las generaciones futuras.
De mi escritura en particular, no tengo nada que decir, eso deja de ser una preocupación para mí. De eso se encargan y encargaran los lectores. Puedo señalar y aseguro, que mi escritura, sigue la senda trazada por las generaciones de la escritura legada, que hemos tenido la fortuna de encontrarnos en el camino. Esto nos permite confirmar que cabalgamos en hombros de gigantes de esta humanidad que no reposa un día en su empeño por construir un mundo mucho mejor. La lectura gran partera de la escritura, tiene el gran cometido de estimular, crear y configurar ese mundo por aparecer ante nuestra realidad cambiante dinámica y transformada por hombres y mujeres libres, soberanos y definitivamente emancipados. Es responsabilidad del Estado y Gobierno Bolivariano, seguir profundizando este apoyo en todo el ámbito de la Patria Venezolana.
Tal vez algunos consideren somos eclécticos en nuestra intensión de creación. Pero creo que tenemos en distintas medidas algo de ello. Estimo, es la visión Panóctica, de amplia y estereoscópica visión, de gran amplitud panorámica que nos permite trazar y abarcar nuevas territorialidades y brechas hacia un futuro de logros labrados al calor de los mayores y mejores esfuerzos colectivos.
¡Muchas Gracias!
Tucupita, estado Delta Amacuro
Fachada Atlántica de Venezuela
Jueves 02 de febrero de 2024