Tengo 37 años y algunos meses de existencia. Nací, me crié y la mayor parte de mi vida la he pasado en mi tierra natal. De mi infancia recuerdo que durante la primera mitad de la década del 70 era un fenómeno ver un tractor en alguna calle de nuestro pueblo, aunque todavía había un marcado signo de nuestra antigua vida rural ya que la mayoría de las familias construían sus viviendas en amplias parcelas que les permitían sembrar y crear un ambiente de conuco.
Recuerdo durante mis primeros pasos a la escuela José Ángel Lamas, Salomón García Sierra, Víctor Lino Gómez y Ramón Ocando Pérez (estudie en todas) era incomodo caminar por alguna calle recién pavimentada, ya que si te descuidabas se te hundían los zapatos en el asfalto. Recuerdo que hasta la delincuencia era decente y que todos los vecinos eran solidarios ante la fiesta o la tragedia.
Recuerdo el café con guaratara que nos brindaban nuestras viejas de origen falconiano. Las caimaneras de los muchachos que soñaban formar parte algún día de la liga de béisbol profesional y también cuando los veía correrle a “la perrera” como llamaban a la patulla policial que los reclutaba de manera forzosa para llevarlos al cuartel a servirle a la patria.
Recuerdo que nuestra pobreza y miseria comenzó a ser tratada “quirúrgicamente” por la televisión y aunque tuvieras poco o nada, tenias la ultima que se pierde, tenias la esperanza.
Así vi parte de lo que hoy me atrevo a calificar como un grano de arena de nuestra historia contemporánea y esta tubo su marcha de manera paralela con el desarrollo de nuestra industria petrolera, de una manera dislocada, ya que la industria energética en teoría era nuestra pero en la práctica era de otros y este dilema se comenzó a resolver con la llegada del compañero Hugo Chávez al gobierno para invertir esta odiosa pirámide del pasado y poner la esperanza en primer, segundo y todos los lugares.
De este largo periodo que me antecede y me supera en tiempo y espacio es oportuno mencionar que como consecuencia del desarrollo de las fuerzas productivas del capital privado y su hegemonía en el poder constituido de la mal llamada “democracia representativa” con la cual se fue desmantelando “el estado de bienestar” creado por los primeros para atenuar eventuales estallidos sociales, y darle paso al proceso privatizador de nuestra industrias básicas.
Sin embargo llegamos al desbordamiento de las aspiraciones históricamente insatisfechas de nuestro pueblo que tuvo su máxima expresión en el alzamiento en armas de un importante contingente de estudiantes en 1962; el caracazo los días 27 y 28 de febrero de 1989 y las rebeliones militares del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992, entre otras jornadas emblemáticas hicieron visible nuestro gran dilema: capitalismo neoliberal vs. Socialismo bolivariano.
Contra pronósticos esotéricos de empresas encuestadoras y el derroche económico de la derecha llego al gobierno el compañero presidente Hugo Chávez en 1998 y su primera medida fue cumplir su única promesa, convocar al poder constituyente para iniciar la refundación de la república. Esta refundación ordenada en el preámbulo de nuestra constitución bolivariana tiene un importante alcance en el ámbito nacional y específicamente para nosotros los zulianos y zulianas; para los cabimeros y cabimeras continua siendo una esperanza ya que por nuestra propia culpa estamos estancados en el siglo pasado políticamente.
Vemos pues que las causas y consecuencias de este ciclo histórico han impactado el modus vivendi de todos nosotros. La ineficiencia en la prestación de servicios básicos como agua potabilizada, la vialidad, el sistema de aguas servidas, el servicio de gas domestico, vivienda, empleo, seguridad, entre otros que por falta de voluntad política no hemos podido asumir como tarea ya que también venimos de un ciclo histórico de divisiones del movimiento revolucionario promovido por un grupo de electores que se infiltro en el PSUV.
Estas divisiones son el causal fundamental de todas las derrotas que ha sufrido el movimiento revolucionario y como en el caso Cabimas venimos perdiendo el gobierno local siendo mayoría por salir a los procesos electorales divididos por apetencias particulares o grupales.
Por esta razón para nosotros la refundación es una tarea que nos supera en tiempo y espacio, un mandato constitucional que todo revolucionario y revolucionaria esta en la obligación de acatar en todas las instancias, niveles y modalidades. Desde nuestro espacio natural con las comunas en el espacio geográfico que hoy conforman las parroquias para sustituir el poder constituido de las juntas parroquiales por las comunas y la aplicación a fondo de la nueva geometría del poder. En este aspecto sostenemos la pertinencia histórica de crear la alcaldía mayor del Zulia en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo (distrito metropolitano Rafael Maria Baralt)
La refundación legislativa de Cabimas con la redacción de ordenanzas ajustadas a nuestra realidad jurídica y constitucional sintonizada con nuestra revolución bolivariana. Planteamos socializar las empresas paramunicipales encargadas de la prestación de los servicios básicos y la reapertura de las unidades productivas cerradas como parte de la agenda conspirativa contra la revolución o víctimas de la ola privatizadora durante los últimos días de la cuarta república.
Hay muchas
cosas que hacer en ejercicio de nuestro sagrado derecho a equivocarnos
como parte de los poderes creadores de nuestro pueblo en esta gran tarea
por la refundación de Cabimas, la alcaldía mayor y nuestra esperanza…
*Secretario General PPT Cabimas
Miembro de la brigada antiimperialista
Alfredo Maneiro
Teléfono: (0058) 0424/6294958
Escuche todos los domingos de 6 a 8p.m CONTRA TODO RIESGO en COSTA 105.5 FM por la creación de la alcaldía mayor del Zulia en la costa oriental del lago de Maracaibo.