Muchas veces he leído quejas en contra de la Cantv por parte de usuarios que formulan reclamos a esta empresa e, incluso, en una oportunidad publiqué una nota en la que hice duras críticas a la irregularidades de mí servicio Aba. La telefónica respondió y solventaron la situación, como en mi caso siempre lo han hecho.
Pero creo que se debe estar atento ante este tipo de situación teniendo en cuenta que esos “pequeños detalles” generan malestar en los usuarios, un malestar que lamentablemente capitaliza el proceso revolucionario liderado por el presidente Hugo Chávez. Más cuando somos víctimas constantes de una oposición obcecada, apátrida, que en complicidad con unos medios de comunicación golpistas, emprenden campañas depredadoras en contra de todo lo que huela a revolución. Para ellos las empresas sólo funcionan en manos de los sectores privados, de los chupa sangre de Venezuela. No les importan las instituciones, el pueblo, el país, en fin, son unos pillos de siete suelas que no escatimarían en venderle el alma al diablo con tal de derrocar a Chávez.
Ahora bien, también es honesto expresar que así como somos críticos de los hechos, de la gente y de las instituciones cuando, por el contrario, se crecen al servicio de las comunidades, debemos destacar esos eventos que ponen de manifiesto la grandeza de este proyecto socialista y lo más importante: resaltar como hay gente joven haciendo vibrar este proceso, muchos de los cuales nos enteramos que están en la Cantv. El periodista Ciro Contreras, tachirense y revolucionario de toda la vida, nos pone sobre la mesa un caso digno de compartir y me pide que lo haga público como ejemplo a seguir en la administración pública.
“Como tú eres muy leído...Quiero que por favor hagas circular esta nota: dicen que en la Cantv hay un ‘trabajito por debajo’ hecho con la más rastrera de las intenciones para dañar la institución, pues en manos públicas no sirve, pero si está de ‘super-maravilla’ en las manos privadas que roban, asaltan y saquean...La gente se cansa y pierde la paciencia al solicitar ayuda al 800 CANTV, donde algunos muchachos de guardia (un fin de semana) responden con displicencia. Le ha pasado a todos, expresan, pero advierto que a mí me sorprendieron gratamente Roxana Guerra y Ramón Vásquez, a quienes felicito públicamente por su disposición a servir…El país quedará para gente así: aquellos que trabajan duro y se ganan la vida honradamente…Rescatar a Venezuela comienza por ser honesto y trabajar…Como somos la mayoría.”
Contreras colocó sus manos en el teclado de su computadora y no supo qué pasó, pero parecía que a su equipo se le había incorporado un espíritu juguetón. En la pantalla le aparecían rayas, a veces círculos, se iba y venía la imagen hasta que quedó a oscuras con un punto blanco en el centro. Y allí comenzó su tragedia.
Intentó tomar el mouse a fin de mover el cursor en la pantalla con la esperanza de que volviera la imagen, pero Ana (Anita) Bracho su compañera de siempre, casi lo mata de un grito: ¡Cuidadoooooo y hace un tiroooo! Contreras soltó el dispositivo óptico, pegó un salto y cayó a un lado bañado de sudor y temblando todo maltrecho.
Sin sobreponerse completamente, y aún con la duda de que si más bien llamaba a un exorcista antes que un técnico en computación, se comunicó al 800 CANTV. Y la atención, el profesionalismo, la asesoría y la vocación de servicio de Roxana Guerra y Ramón Vásquez hicieron el milagro. A la computadora de Contreras le volvió la imagen y gracias a Dios reanimaron a un revolucionario duro, firme en sus ideales, de grandes convicciones, pero así son las cosas de la vida: no tiene fortaleza para los sustos de “Anita"; que como toda falconiana lleva en el alma los bríos y el espíritu guerreristas de los combatientes caquetíos.
Todavía después de colgado el teléfono, el colega periodista estaba pálido, con los labios blancos y mantenía la respiración pedregosa como adjetiva Gabriel García Márquez en el “Coronel no tiene quien le escriba”…¡Sustoooo! ¡Diosss!
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