El llamado “Fenómeno OVNI” no podrá entenderse cabalmente, hasta que – para analizarlo – no se tenga en cuenta que el espacio en sí es hiperdimensional, y que existen universos en dimensionalidades superiores a la 3D…
Hiperdimensional significa que puede albergar diversos universos, cada uno de ellos con su propia dimensionalidad, en función de los siquismos que los habitan y/o los perciben.
Nuestro universo representa un ámbito tridimensional (llamado, vulgarmente 3D, “D” por Dimensionalidad o Densidad), es decir, que los cuerpos que contiene poseen tres dimensiones geométricas (largo, alto y ancho), más el tiempo, que no es una dimensión geométrica sino un vector funcional, que Einstein, por alguna razón que desconocemos, lo propuso como una dimensión geométrica, aceptándose, de él en adelante, que nuestro universo poseía cuatro dimensiones.
Según ciertas hipótesis basadas en la Teoría Cuántica, la dimensionalidad de los cuerpos es función directa de los espacios interatómicos, determinados por la Longitud de Onda Cuántica, también denominada “Lambda Cuántico”, que define separaciones en el orden de las unidades de Amstrong (Un Ǻ se halla en el orden de 10-10 metros), longitud que implica una frecuencia vibratoria en el ámbito subatómico.
Los Objetos Voladores No Identificados u Ovnis, no son, necesariamente, naves extraterrestres, pues un ovni puede ser cualquier cosa, desde un meteorito hasta un avión desconocido en prueba, por pate de alguna potencia mundial… Cuando el objeto no identificado se puede interpretar como una nave extraterrestre, se denomina, técnicamente, VED, o Vehículo Extraterrestre Dirigido.
Desde que existe la historia humana, se ha dado múltiples testimonios de objetos voladores desconocidos, tanto como de seres no humanos de este Planeta, especialmente en lo que respecta a lo espiritual, como en el caso del Antiguo Testamento (consultar el libro de Salvador Freixedo, La Granja Humana… Modernamente, el llamado “contactismo” contiene toda la casuística que representa, tal vez, el testimonio por excelencia de que hemos sido, y estamos siendo visitados, por seres procedentes de otros mundos, algunos de ellos procedentes de dimensionalidades superiores.
La casuística comprobada contiene tres casos ya famosos de contacto con presuntos seres de Las Pléyades, que bien podrían representar, cada uno de ellos, serios indicios de la realidad del contacto de nuestra humanidad con seres extraterrestres o ultraterrestres, procediendo, los ultraterrestres, de universos que no se hallan ubicados en nuestra dimensionalidad normal.
Estos casos son: (1), el de El suizo Billy Meier, quien en los años 70 del Siglo XX, presentó textos, más de 500 fotografías y algunas pruebas físicas de su contacto con los pleyadianos, todo lo cual fue investigado por el Teniente Coronel Wendelle C. Stevens, estadounidense retirado de la Fuerza Aérea, quien publicó todo en su obra “Ufo Contact from the Pleyades”, tanto como por Brit Nilsson Elders, fundadora de Genesis III Publishing; (2), el del Ingeniero Enrique Castillo Rincón, recientemente fallecido, quien fue llevado en naves pleyadianas, desde Colombia y Venezuela, a la Luna y a la Fosa de las Azores, habiendo publicado dos libros críticos y altamente interesantes, siendo el más importante “El Ovni, Gran Alborada Humana” y, (3), el del Italiano Lucio Lezi, quien canalizó a un Ser que se auto-presentó como SAO, contacto que se dio en la Ciudad de Maracaibo, Venezuela, también en los años 70, habiendo escrito un libro clave, titulado “Diálogo con un Ser de Las Estrellas, SAO me ha dicho”, con notables contenido científico.
Según las canalizaciones más serias, los “hermanos mayores que nos visitan, no han contactado abiertamente por temor a introducir pánico en la humanidad, pero consideran que ya la situación está madura y pronto se va a dar el contacto abierto”; se afirma que la NASA tampoco ha hablado por una razón parecida… Todas las profecías coinciden en que, en este Nuevo Ciclo de 26 Mil años, que comenzó el 21 de Diciembre del 2012, no sólo se consolidará el contacto directo en el ámbito planetario, sino que va a comenzar una nueva humanidad mucho más autoconsciente y unida.