Un tecnólogo
merideño de principios del siglo pasado permaneció ignorado durante
toda su vida sin que el producto de su ingenioso intelecto se hubiera
utilizado en beneficio de la colectividad, como siempre fue su deseo.
Más que ponerle su nombre a un premio a la inventiva popular, don Luis
Zambrano hubiera querido que sirvieran sus muchos inventos para beneficiar
a su querida patria. Cuando en las sierras de su Mérida natal
no habían llegado los tendidos eléctricos proyectados y ejecutados
por los gobiernos centralizados de Caracas, mucho antes que se construyeran
las grandes obras del Guri y las otras represas hidroeléctricas nacionales
con la consabida tecnología transferida de otras latitudes a altísimos
costos para la nación, el gocho Zambrano ya dominaba la tecnología
necesaria que le permitió construir sistemas de generación de electricidad
para su pueblo andino. Los inventos técnicos que desarrolló
el señor Zambrano son realmente asombrosos.
El asunto de
la tecnología en Venezuela es otro de los tantos negocios con que se
lucran unos cuantos vivos. La soberanía tecnológica no llegará comprando
todo lo que pongan los “asesores” ante nuestros ojos. ¿Hasta
cuando engañan con el cuento chino de la transferencia tecnológica?.....
La tecnología no se transfiere; se adquiere. Hay muchas maneras de
adquirir tecnología: produciéndola, apoderándose de la que está
disponible, incluso robándola o comprándola empaquetada para
luego desempaquetarla como lo hacen los chinos. Ya basta ya de que vengan
unos señores de ojos azules a decir que generosamente nos van a transferir
su tecnología para ayudar a desarrollar al país. La mayoría de la
tecnología que supuestamente nos transfieren es de dominio publico
y está disponible libremente, solo hay que tomarla y ya. El desarrollo
verdadero de la tecnología nacional es la llave para la supervivencia
del proceso revolucionario.
Cuarenta años tienen otros tecnólogos merideños, peregrinando de gobierno a gobierno y de ministro a ministro con el proyecto de un tren electromagnético con adaptación de un paquete tecnológico con componentes nacionales, denominado por ellos el Telmagv (tren electromagnético venezolano). El gobierno bolivariano construyó para beneficio social el monumental tren de los valles del Tuy, pero con toda la tecnología importada, los vagones importados, los sistemas importados, todo importado, mientras aquí tenemos todo el acero, el aluminio, todas las materias primas y posiblemente tengamos también la tecnología necesaria para el plan ferroviario nacional y todavía no nos ponemos las pilas. Dicen los tecnólogos de Mérida que con solo construir un kilómetro del Telmagv a escala real, se llevarían una sorpresa en cuanto a costos y factibilidad los proyectistas del plan ferroviario nacional.
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