La OMPI tiene un reglamento general, en el cual se indica que: “En las sesiones del Comité se ofrecerá interpretación simultánea del español, árabe, chino, francés, inglés y ruso así como a dichos idiomas. Los documentos de trabajo se redactarán en español, francés e inglés”. (subrayado nuestro)
Ese precepto no se cumple. En la Asamblea, en la cual están presentes muchos funcionarios de países no angloparlantes, se distribuyen los documentos a ser aprobados sólo en inglés y a los dos minutos se aprueban “por no haber ninguna objeción”. Es después de ser aprobado el documento cuando se distribuyen las copias en otros idiomas.
Es muy fácil para los burócratas del organismo transnacional ganarse “la simpatía” de funcionarios de países pobres que no tienen cómo mandar a su gente a esas reuniones internacionales: Les pagan todos los gastos.
Ya hemos informado anteriormente, que es la OMPI el organismo que ha dado “formación” a los especialistas en propiedad intelectual de todo el mundo. Son ellos los que les dicen qué es correcto y qué no; qué es bueno y qué es malo.
SE TRATA DE UN EJERCICIO MUNDIAL DE PENSAMIENTO ÚNICO, SIEMPRE FAVORABLE A LOS INTERESES DE LAS CORPORACIONES, Y BUSCANDO QUE ÉSTAS PUEDAN EXPOLIAR IMPUNEMENTE LOS “ACTIVOS INTANGIBLES” DE TODOS LOS PAÍSES.
Las opiniones, los intereses y derechos soberanos de los países, la defensa de los conocimientos tradicionales, los puntos de vista nacionales no pueden existir allí.
Es así como los conceptos “piratería”, “protección”, “derechos de autor” y todo el vocabulario utilizado por los burócratas de la OMPI, que se enseña a los funcionarios de los países miembros, incluida Venezuela, sirven al fortalecimiento y la perpetuación de las estructuras económicas imperialistas que drenan todos los pensamientos, los sentimientos, las creaciones culturales, los conocimientos tradicionales de los pueblos, y hasta los recursos genéticos, en beneficio de grandes corporaciones que explotan a los creadores culturales, que producen organismos transgénicos, que se roban plantas y genomas para patentarlos en los países donde eso está permitido. En fin, que afincan la explotación a los países “en desarrollo” por parte de los países imperialistas del Norte.
En estos momentos, cuando los países del Sur han emprendido el camino de regreso a la soberanía y cada día levantan más sus voces en función de la defensa de los intereses de sus pueblos, cuando se comienzan a constituir organismos regionales tendentes a cambiar la unipolaridad mundial por la multipolaridad en la cual todos podamos hacer oír nuestras voces, y donde las relaciones de explotación se cambien por relaciones de complementariedad y respeto, digo, en estos momentos, organismos como la OMPI tienen que sufrir una transformación radical hacia la democratización... o caminan hacia su desaparición.
La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual es parte del sistema multilateral imperialista que administra en el mundo todo lo referente al robo de nuestros recursos espirituales, convirtiendo en mercancía hasta nuestros valores más sagrados. Es incompatible con el respeto de los derechos de los pueblos.
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