En Iran, el imperio "aprieta pero se ahoga"

La numerosa movilización de medios marítimos y aéreos de los Estados Unidos de América y del ente sionista de Israel hacia las proximidades de la República de Irán, las nuevas medidas punitivas tomadas injustamente por la mayoría de los Estados Miembros del Consejo de Seguridad de la ONU – con las excepciones de Brasil, Líbano y Turquía – y las presuntas facilidades aéreas otorgadas por el presidente Hosni Mubarak de Egipto a la aviación israelí para perpetrar un “raid” aéreo contra las instalaciones nucleares iraníes y las concentraciones de las tropas élites de los Guardianes de la Revolución, parecieran cerrar un círculo político y militar dirigido a una inminente agresión imperialista contra el pueblo y la dirección revolucionaria iraní, cuyos efectos expansivos en la rica región del Medio Oriente abrazaría el conjunto de la región y la totalidad de la economía mundial y ,especialmente, europea, sumida desde hace ya varios meses en un profunda crisis que amenaza crispar su aletargado movimiento social y político

Sin embargo, algunos escenarios y procesos en la actualidad mundial, parecieran no favorecer – en lo inmediato - como lo anuncia el comandante Fidel Castro Ruz, una decisión de esta naturaleza por cuanto, de realizarse, podría convertirse en un factor que desataría diversos procesos no controlados, que pudieran afectar el dominio que tienen los agresores imperialistas y sus secuaces sionistas israelíes, en la situación regional y mundial.

El primero de ellos lo constituyen los 130.000 tropas y su pesado aparato de guerra estacionados con baja operatividad de combate en el territorio de Irak y en Kuwait, a quienes el premio Nobel de la Guerra 2010, Barack Obama, les ofreció iniciar su regreso definitivo a casa el próximo año 2011, promesa que no podrá ser cumplida porque serán los primeros objetivos de las tropas iraníes y sus aliados combatientes chiíes del clérigo Mostagda Al Sard, de Irak, lo que encendería nuevamente el atenuado conflicto irakí y generaría una gran conmoción en las tropas y de sus familiares en los Estados Unidos, con las consecuencias políticas para el alicaído gobierno de Obama.

El segundo escenario es que, a diferencia de los Estados Unidos, cuyos intereses en la región están fundamentalmente asociados a la industria petrolera y a las ventas militares – lo cual no deja de ser sumamente importante - la Unión Europea tiene una parte substancial de su soporte financiero y comercial en sus relaciones con los Estados de la región, inclusive con Irán, por lo que un ataque masivo a Irán, inmediatamente provocaría una enorme conmoción en la desequilibrada economía europea, que terminaría de aniquilar el euro y sometería nuevamente a las burguesías europeas al imperio del dólar, lo cual haría retroceder los importantes avances logrados por Europa en estos últimos diez años para independizarse de la moneda usamericana y rivalizar en el mercado global con Estados Unidos; escenario, que por supuesto, no parece ser deseado por estos socios subalternos del imperio.

En tercer lugar, sin duda la Federación Rusa y la República Popular China – en ese orden – tienen razones para desconfiar del papel geopolítico relevante que podría querer jugar la República Islámica de Irán en el Medio Oriente; sin embargo, sus importantes intereses económicos regionales y globales los obligan a promover la contención en los conflictos internacionales al apoyar sanciones contra el gobierno iraní, pero manteniendo sus lucrativas relaciones económicas con su industria nuclear y su creciente mercado nacional, abandonado o expulsado sus competidores occidentales; razones por las que difícilmente apoyarían un ataque militar contra las instalaciones nucleares iraníes y sus unidades militares; medidas que, en todo caso, necesitaría de un consenso imposible en el Consejo de Seguridad de la ONU, en las que ambas potencias tienen derecho de iniciativa de resolución y de veto.

Por último, sin excluir otros escenarios como la derrotada agresión a Afganistán y la operación de inteligencia del hundimiento de la nave de guerra surcoreana “Chenoam - debe considerarse el acercamiento de la República de Turquía con la República Islámica de Irán, a consecuencia de la masacre perpetrada por el ejército sionista contra la flotilla humanitaria de ayuda al pueblo palestino de Gaza que, en caso de una agresión imperialista al antiguo territorio persa, no podrá contar con su voto en el Consejo de Seguridad y tendrá a parte importante del pueblo musulmán de Turquía y de sus organizaciones políticas, del lado de sus hermanos iraníes.

Todo lo anterior conduce a pensar que, si bien es cierto las fuerzas imperialistas norteamericanas y sus “peones” de la entidad sionista de Israel, pueden estar fraguando tal ataque y preparándose para la contraofensiva contundente de los misiles iraníes y sus cuerpos de ejército de tierra aire y mar, podrían ser precipitado considerar que tales eventos están a punto de realizarse, dado las pocas las ganancias políticas y militares que podrían obtener, en relación con los daños que esa aventura podría causar a sus intereses globales y en la región, a sus aliados del Medio Oriente y, a los de sus socios subalternos europeos que, con tales hechos, definitivamente entrarían en una crisis general de difícil recuperación.

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Yoel Pérez Marcano


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