Los venezolanos patriotas y revolucionarios no podíamos esperar del presidente Hugo Chávez una respuesta diferente a la que dio de romper inmediatamente las relaciones diplomáticas y comerciales con la República de Colombia.
Lo que ocurrió el jueves en el seno de la Organización de las Naciones Unidas (OEA) no es más que una estrategia concertada entre los Estados Unidos y sus títeres de la región con el propósito de justificar de cualquier manera una intervención militar en nuestro país.
Es inadmisible y por lo demás indignante que el mencionado organismo internacional, con sede en Washington, se haya prestado irresponsablemente como escenario para montar esa especie de obra surrealista, mamarrachada bufa, que significó la presentación, por parte del embajador colombiano Luis Alfonzo Hoyos, de unas supuestas pruebas que “demuestran” la presencia de líderes guerrilleros de las Farc y el ELN en territorio venezolano.
Como lo dijo nuestro embajador Roy Chaderton Matos en su extraordinaria intervención, lo que armó el gobierno colombiano no es más que un circo mediático que pretende seguir desprestigiando al gobierno del presidente Hugo Chávez ante la opinión pública mundial, utilizando el insostenible y nefasto argumento de que éste apoya a los grupos guerrilleros, el narcotráfico, el paramilitarismo y sobre todo a grupos terroristas. Flagelos que paradójicamente nacieron y se desarrollan al otro lado de la frontera, con el apoyo de quienes ahora pretenden mostrase como adalides de la justicia y la democracia.
Tanto la respuesta del líder de la revolución bolivariana, como la del resto de las instituciones del Estado han sido firmes y contundentes. Así se desprende de un comunicado oficial de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en el que ratifica los lazos de amistad que unen a nuestros pueblos como hijos del sueño inconcluso de unidad del Libertador Simón Bolívar, pero en el que además responsabiliza a la oligarquía colombiana y al gobierno de Álvaro Uribe, heredero de Santander, si “estas naciones hermanas tiñen de sangre su historia”.
Nosotros mientras tanto desde la l Asamblea Nacional (AN), el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) , pero sobre todos desde la calle con nuestro pueblo, no dudaremos ni un solo instante en acatar y desarrollar las acciones que decida el presidente de la república Chávez, para evitar cualquier agresión en contra de esta la sagrada patria del Libertador Simón Bolívar.
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