Proponíamos una serie de interrogantes en nuestro inmediato anterior referidos al tema de las realidades objetivas de la situación global en la que se encuentran los EEUU de América que nos permitimos transcribir en referencia: ¿cuál es la realidad actual del Poder –Washington-Pentágono-Departamento de Estado- como conjunto “Imperio-imperialismo” frente a las contradicciones en el marco del presente desarrollo del sistema capitalista en su actual estadio de crisis financiera globalizada, de contradicciones por controlar los mercados de materias primas, las rutas navieras comerciales y petroleras, por las crisis etno-ideológicas bajo las excusas propuestas por Huntington en sus tesis? Es decir, nos preguntamos ¿estaríamos frente al profundo desarrollo de las contradicciones en el marco global del sistema capitalista y qué significaría ese desarrollo y cuáles podrían ser sus consecuencias?
En realidad las preguntas se podría concretar en una sola: ¿Se encuentran los EEUU de América en una crisis que incide en la crisis del capital y del sistema capitalista norteamericanos con incidencias externas y cuáles efectos tendrían dichas crisis en un proceso de reingeniería global ejecutando la tesis histórica conocida como “guerra necesaria” expresándose, en estos tiempos históricos, en guerra nuclear como lo analiza el Comandante Fidel Castro refiriéndose al “caso Irán”? En ese contexto, las realidades internas en los EEUU de América son profundamente diferentes a las crisis que se presentan en la Comunidad Europea, en la Rusia no Soviética, en la China histórica, en la India tradicional salvándose, si se nos permite, las objetivas realidades en la América al sur del rio Bravo. Como nuestro interés se concentra en las actitudes del Poder frente a la crisis estadounidense podríamos archivar, temporalmente, las otras realidades en mención más arriba. Para comprender a los EEUU de América deberíamos considerar los aspectos geográficos humano-económicos y su base histórica en desarrollo como “nuevo país y nación” comparativamente con otras potencias importantes: Rusia, China, India, Europa y esa región del Medio Oriente que incluye la Región del Caspio-Urales. Una vez alcanzado un conocimiento normal de los temas propuestos debemos tratar de conocer las “fortalezas y debilidades” del Imperio para, posteriormente, en caso de guerra tradicional-nuclear, visualizar los “efectos” de las causas guerreras con relación al escenario donde se desarrollen los acontecimientos bélicos in-situ y con las vecindades. Así mismo, conocer cuáles serían las razones objetivas para que el Poder imperial en el marco del “actual imperialismo” asuma las decisiones razonadas en el marco de la ideología capitalista aún entrando en conocimiento de las consecuencias durante los desarrollos a lo interno de la sociedad estadounidense como las consecuencias de los efectos en el marco paradigmático del sostén del sistema capitalista. Visto tal, desarrollemos, en algunos detalles, comparativamente, en el marco del escenario propuesto.
En primer lugar, si el Consejo de Seguridad decide el “kow-tow” en la fecha aprobada, los países capitalistas, mejor, sus gobiernos, deberán asumir las responsabilidades correspondientes al adherirse a los “actos de guerra” (desenterrar el hacha de guerra); es decir, que la OTAN-plus asumirá el control de los golfos Pérsico y Omán y el estrecho de Ormuz; ello querrá decir que los países productores de crudo que giran alrededor de Arabia Saudita junto al Estado de Israel co-participarán en las acciones militares previstas. En segundo lugar, se necesitará de una “provocación” para poder desarrollar los accionares militares-bélicos, es decir, acciones de fuego contra el objetivo previsto: Irán. A partir de esta situación, las acciones bélicas se pudieran desarrollar en dos vertientes: la de una guerra convencional hacia acciones militares de carácter nuclear y/o ir directamente al accionar nuclear. En todo caso, por las presiones provenientes del Estado de Israel y los sectores más radicalizados de la comunidad judía norteamericana, el factor nuclear tendrá que estar presente en el desarrollo bélico contra Irán porque el objetivo-excusa son las instalaciones nucleares iraníes. En ese escenario, recabemos los actores involucrados: los EUU de América, el Estado de Israel, el Reino de Arabia Saudita y otros, la Comunidad Europea en uno de los campos bélicos; en el otro, estaría, únicamente, Irán. ¿Cuáles son las consecuencias inmediatas de un accionar militar como el descrito sobre otros actores bien sea con una acción militar enmarcada en una “guerra convencional” con la muy cierta posibilidad de utilización de armas nucleares, bien se desarrolle, directamente, como una “guerra nuclear”, con respecto a las vecindades inmediatas? Primeramente, propongamos las naciones que se podrían ver directamente afectadas en la conflagración bélica descrita. Consideramos que los países fronterizos de Irán serán los inmediatamente afectados: Paquistán, Iraq, Turquía, Afganistán, Armenia, Azerbaiyán, Turkmenistán, y los países con riberas sobre los golfos Pérsico y Omán además de los que tienen riberas sobre el muy importante Mar Caspio. Pero, cuando de asuntos militares y nucleares se trate, las acciones bélicas afectarán, obviamente, a países-frontera de fronteras como serían los países de la India tradicional, la Rusia no Soviética, la China histórica, Kazajistán, Kirguistán, Tajiquistán, Uzbesquistán, Georgia y, evidentemente, Siria y Líbano. Puesta la mesa no debemos descartar los países miembros de la OTAN y sus aliados: Japón y la conocida como Corea del Sur, Singapur, Malasia, Australia y Nueva Zelandia aunque nos reservamos otros países del Asia. En el marco de esas realidades hipotéticas ¿cómo reaccionaría la UNASUR, la OEA?
El accionar militar, desde las posiciones estadounidenses y pro-yanquis, buscaría, primeramente, el control de los objetivos propuestos bien destruyéndolos bien ocupándolos posteriormente (en un escenario bélico imaginario-perfecto). La destrucción de los sitios-objetivos nucleares tendrían una consecuencia posterior en dos vertientes: derrocar el gobierno iraní y controlar la economía iraní tipo “escenario iraquí” con las mismas políticas que se aprobaron e implementaron con el Iraq post-Saddam Hussein. Lo descrito sería un escenario occidental-capitalista perfecto en el imaginario Imperial-imperialista.
Es de toda lógica que Irán reaccionaría ante un escenario como el descrito más arriba. Las recientes pruebas militares realizadas por el sector militar iraní así lo demuestran. Pero lo que nos interesa adhiriéndonos a las tesis del Comandante Fidel Castro en una acción nuclear estadounidense y aliada contra instalaciones militares, nucleares, posiblemente, sector económico y social de Irán. Ante la utilización de armas nucleares de cualquier tamaño, sus efectos tendrán sus consecuencias en los países arriba mencionados; por tanto, se podría suponer que algún tipo de reacción se podrían considerar y ejercerse en y sobre los gobiernos y sociedades de esas naciones desde “apoyo y solidaridad” con los EEUU de América y aliados como en oposición tanto político-diplomática como en acciones militares de sabotaje en contra de los EEUU de América como con sus aliados. Pero ¿hasta dónde países como la Rusia no Soviética y la China histórica con objetivos e importantes intereses económicos y, por ende, geoestratégicos en la región referida conjuntamente con la región del Caspio reaccionarían ante una situación que se desprende de las realidades circunstanciales geográficas con incidencias de carácter más profundas en los accionares político-estratégicos del imperialismo, del carácter y objetivos del Poder y del Imperio de los EEUU de América y del propio futuro del sistema capitalista globalizado? Lo que desearíamos destacar sería si lo que va a prevalecer son los “intereses imperiales” a futuro en el marco del juego del sistema capitalista tipo siglo XIX y/o asumirán una presencia de mayor importancia político-humanista según tradiciones y actualidades de y en ambas potencias referidas como Rusia y China. Es esas inquietudes ¿se inscribirían las palabras del Comandante Fidel Castro “…Mi opinión es que el Imperio va a caer. Si hay guerra, cae todo el mundo. La lucha nuestra es porque no haya guerra, pero no a cualquier precio. No se trata de poner condiciones. La guerra no ocurrirá si alguien no aprieta el gatillo, ahora en manos de [Barack] Obama que no es guerrerista…” (Correo del Orinoco, sábado, 28, agosto, 2010, nº 358, pág. 16)
En ese contexto, permítasenos unas especulaciones trágicas. Supongamos un escenario de “guerra nuclear” con consecuencias allende las fronteras de Irán alcanzando países que en la conciencia de sus sociedades estaría descartada toda conflagración nuclear y, en la mayoría de esas sociedades, se manifiesta una militante oposición a cualquier tipo de guerra; las consecuencias fácticas de una guerra nuclear serían, probablemente, un número de muertos que pudiera alcanzar una cifra de 2.000 mil millones de personas. En ese escenario nos preguntamos ¿cuántas bombas nucleares se necesitan para matar/asesinar a ese grande e importante número de personas? ¿Cuáles nacionalidades de diferentes países sufrirían las consecuencias inmediatas de tan alto número de muertes? ¿Saldría incólume la sociedad norteamericana de tal catástrofe y, sino, cuáles serían las consecuencias más conservadoras? ¿Estaría la sociedad norteamericana dispuesta a tamaño sacrificio? Sumando y restando con el número de ciudadanos muertos por las acciones militares-nucleares, en última instancia ¿no se impondrían las tesis sobre población/número de habitantes propuestas e impuestas como política de Estado por y de Mao Zedong por encima de las maltusianas con las consecuencias en el marco del Poder mundial a favor de China? Parecemos y suscribimos las tesis del Comandante: “…La lucha nuestra es porque no haya guerra, pero no a cualquier precio…” (Idem)
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