Llevarámucho tiempo para que el espacio mediático de informadores,
comunicadores, analistas y lectores puedan digerir el volumen de información
transmitida por el portal Wikileaks y mucho más, desentrañar la madeja que se
viene tejiendo acerca de la existencia y la forma de operar de este grupo de
hackers de la información, pero lo que desde ya no puede producir duda alguna,
es que, en estos tiempos de la multimedia y la globalización informativa, se ha
roto, definitivamente, el celofán de los encriptados sistemas de archivo del
espionaje norteamericano, afectando la credibilidad de su seguridad
informática y del respeto hacia las personalidades que le sirven de
interlocutores en sus diversas actividades de recolección de información y
negociaciones de Estado. Y eso, aunque ya haya algunos implicados que lo están
relativizando y altermundista que cocinan complejas conspiraciones que lo
desacreditan, “no es poca cosa” .
Porque, de lo que se trata no es presumir como cierto tal comportamiento, dado
el inmenso prontuario criminal atribuidos fundadamente al gobierno imperialista
norteamericano, sino de conocer ahora que, más allá de toda duda razonable,
tales hechos resultan ciertos e irrefutables, y que, como consecuencia de ello,
los Estados Unidos de América ya ha dejado de ser un socio confiable y seguro
para las élites aliadas y subalternas, sus colaboradores nacionales y del
sistema regional e internacional, en el manejo de la información política que le
es transmitida y que sus operadores del servicio exterior no son más que espías
que desprecian a sus interlocutores, descalifican la capacidad política de los
gobernantes y ridiculizan su conducta pública y privada. Y eso, aunque se
pretenda banalizar, debe insistirse, “no es poca cosa”, en términos de las
relaciones internacionales.
El centro del problema no es si Wkileaks censuró información con el propósito
de proteger la vida de personas identificadas en los escritos, anticipó la
publicación entregando el material a seis medios pertenecientes a grupos
empresariales capitalistas y, supuestamente, no aportó elementos políticos
fundamentales sino mucho “chismorreo diplomático” sin trascendencia política,
(Monederos, Serrano, Anncol, Petras), sino el valor en sí de un hecho inédito
que afecta sensiblemente el funcionamiento de las relaciones internacionales y,
en particular, las del centro neurálgico del poder planetario – los Estados
Unidos - en su credibilidad y su capacidad de control efectivo de la
información sensible, ya deteriorada por la Ley que permite el acceso a los
archivos del gobierno de los Estados Unidos y que ha permitido construir un
verdadero expediente histórico que, quieranlo o nó, los imperialista y, creanlo
o nó, los compañeros antimperialista, ayudarárá a debilitar, erosionar y
quebrar, en la perspectiva histórica, la hegemonía imperialista en el
pensamiento de la Humanidad.
El aspecto esencial de esta ‘Caja de Pandora” de ciber-espionaje global,
entonces, es el reconocimiento de que la máscara amoral de los refinados voceros
del gobierno imperial de los Estados Unidos y sus humillados sirvientes de las
élites políticas del planeta, han recibido un misil en la parte media de la
“quilla” que marca su nivel de dominación, lo que le dificultará, en el marco
de la profunda crisis sistémica en que se debate el Capitalismo
neoliberal-global, que su capacidad de manipulación y desinformación pueda
recuperarse en el mediano plazo, frente a una Humanidad cada vez más organizada,
movilizada y conscientes de las bases putrefactas que sostienen el aparato
político, económico, militar, cultural e informativo imperialista, el cual les
permitió hace apenas 20 años, derrotar al Primer Gran Estado No Capitalista
construido en el Planeta Tierra, pero que se muestra hoy incapaz de proteger
de un puñado de hackers, los inmorales secretos de su servicio exterior. Y eso
debería ser bastante, por ahora!
yoelpmarcano@yahoo.com
