Tres titulares noticiosos ponen sobre el tapete la oscurana que se tiende sobre el país árabe africano.
Cambio de seña: EEUU descarta intervención y ahora apuesta por solución multilateral en Libia. Hillary Clinton habla de soluciones constructivas para Libia y por ahora descarta la intervención militar.
Países del ALBA apoyan iniciativa venezolana para buscar la paz en Libia. Se busca crear una comisión internacional para negociar el conflicto en Libia.
Fidel denuncia campaña de confusión promovida por los EEUU sobre conflicto en Libia.
Pregunta Fidel:
“A cuál de las guerras imperialistas se parece ésta?
A la de España en 1936, a la de Mussolini contra Etiopía en 1935, a la George W Bush contra Iraq en el año 2003 o a cualquiera de las decenas de guerras promovidas por los EEUU contra los pueblos de América desde México en 1846 hasta las Malvinas en 1982.”
Fue Fidel quien tempranamente rompió el silencio sobre lo ocurrido en Libia. A partir de ese momento las aguas se han ido aclarando. Lo de Libia se parece, según mi humilde opinión, a la guerra civil española en 1936 y al golpe de Estado contra Chávez en el 2002.
En su intervención por VTV el Presidente Comandante Hugo Chávez, acompañado de los ministros de Bolivia, Ecuador, Cuba, Nicaragua y Venezuela recordaba la gestión, en su momento, del ex presidente Carter en Venezuela para mediar entre su Gobierno y la desestabilizadora oposición venezolana la cual llegó a decir que Carter había sido comprado por el Presidente Chávez y había recibido un millón de dólares al respecto. Lo cierto es que la gestión de Carter resultó exitosa y se puso como referencia para la negociación de la Paz en Libia hasta el punto de recomendarle Chávez públicamente a su Canciller Nicolás Maduro ponerse en contacto con la Fundación Carter.
Cabe destacar también la carta leída por el Canciller venezolano en la reunión del ALBA donde el Gobierno Libio acepta la mediación de paz promovida por Venezuela. Hay que contrastar estas buenas relaciones entre los dos gobiernos de Libia y Venezuela con la patraña urdida por la CIA al comienzo de la crisis en Libia, a través de un Viceministro del Reino Unido, quien declaró falsamente que Gadafi había huido a Venezuela. Eso forma parte, sin duda, de la campaña de confusión creada por el imperialismo. La riqueza petrolera y el antiimperialismo de Libia y Venezuela son las razones que a mi juicio determinan que el imperialismo tenga en la misma mira a Chávez y Gadafi como objetivos por eliminar. Se podría agregar que ambos son militares y sus gobiernos han cumplido importantes mejoras sociales. De resto no hay otras semejanzas por el contrario son culturas, sistemas políticos, creencias religiosas, situaciones geográficas e idiomas completamente diferentes.
En los laboratorios de la CIA, el Pentágono y el Departamento de Estado debe estar cuidadosamente estudiado el caso de Venezuela que se les fue de las manos, algunos opinan que no, el 11 de abril del 2002. Chávez en su alocución encontraba parecidos entre la confusión generada el 11 de abril por los medios venezolanos e internacionales, con la guerra mediática montada en Libia por el imperialismo.
Chávez cuenta hoy con el respaldo mayoritario de la Fuerza Armada y del pueblo para evitar una revuelta parecida a la de Libia. Las condiciones no son las mismas que imperaban en el 2002 pero sería tonto desconocer que hay muchas debilidades y que la oposición aliada al imperialismo conspira para un nuevo asalto al poder sin desconocer que en Venezuela hay: un capitalismo de Estado rentista, un empresariado capitalista próspero, plena libertad democrática, un Estado de Derecho respetuoso de las Leyes y de los derechos humanos. Tampoco ignoran que los EEUU son su principal socio comercial y que las transnacionales son dueñas del 40% de las acciones en las empresas mixtas para la explotación de la industria petrolera en la Faja del Orinoco. La derecha nacional e internacional sabe que eso es así y no obstante irán por Chávez en el 2012, por la vía pacífica o violenta, porque para ellos hay que detener a la corriente emancipadora que encabeza Chávez en el Continente aunque sectores en los EEUU, como la Fundación Carter, y empresarios en Venezuela, como Gustavo Cisneros, consideran que la sangre todavía no llega al río y confían en la fortaleza del capitalismo en Venezuela.
Pase lo que pase en Libia, el análisis de lo que allá ocurra es obligado hacerlo para comprender los propósitos imperialistas contra Venezuela
*Profesor Universitario
sergiobricenog@yahoo.com