El jueves 17 de Marzo de 2011, entrará en la historia de nuestro lastimoso paso por el planeta tierra, como una de las tantas fechas en la que se fraguó ante los ojos del mundo, la legalidad de la guerra y la miseria en contra del pueblo libio.
Sin revisar ni discutir los informes de los delegados especiales que la misma ONU envió a Libia, el consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó una resolución que autoriza el uso de la fuerza para intervenir en la crisis de este importante país africano. Miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el cuarto mayor productor de crudo liviano en la región y con unas reservas estimadas en 42.000 millones de barriles.
Con 10 votos a favor (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Colombia, Portugal, Sudáfrica, Nigeria, Líbano, Gabón, Bosnia y Herzegovina) 0 en contra y 5 abstenciones (China, Rusia, Alemania, Brasil, India). El Consejo de Seguridad aprobó la posibilidad de intervenir militarmente en Libia; y a pesar del anuncio del “cese al fuego” de las autoridades del país africano, las tropas de la OTAN no detienen sus operativos castrenses para empezar la masacre y el saqueo sistematizado del país libio.
El documento establece que los Estados miembros de la ONU pueden adoptar “todas las medidas necesarias” (lo que incluiría ataques aéreos) para “proteger a los civiles en Libia”. Además, endurece el embargo de armas y refuerza las sanciones impuestas el mes pasado a Gadaffi, familiares y funcionarios del Gobierno.
En medio de tanta hipocresía, de tanto cinismo por parte de los países que se repartieron el mundo después de la segunda guerra mundial, cabe la pena preguntarse:
¿Quién detendrá las operaciones de la OTAN en Pakistán, que solo en una semana asesinaron a más de 70 civiles?
¿Donde están las resoluciones de la ONU, para detener el genocidio sistemático perpetrado por el sionismo israelí al pueblo palestino?
¿Cual es el contundente pronunciamiento de la “comunidad internacional” ante el asesinato de la OTAN de más de 2.777 personas y 4.343 heridos, en Afganistán?
Los cinco miembros permanentes y con derecho al veto dentro del consejo de seguridad de las naciones unidas, son las cinco principales productoras d armas. Quienes hacen el negocio de la guerra, también se ocupan de la paz en este mundo, que está, como diría Eduardo Galeano: “Patas Arriba”.
Nuevamente los ojos del mundo, observarán, el terror de la guerra impuesta por el capitalismo, que utiliza la “comunidad internacional” como escudo para apoderarse de los recursos naturales de los distintos pueblos del mundo. Los medios de comunicación, en su cinismo habitual, mostrarán nuevamente en “vivo y directo”, imágenes de horror similares, a las que el mundo pudo observar a partir de marzo del 2003, cuando las tropas imperialistas comenzaron el genocidio iraquí.
Los pueblos del mundo, cumpliendo el mandato de la historia, tal y como lo señaló el presidente Chávez, en la determinación de construir un mundo multipolar de paz, de respeto a la soberanía y la autodeterminación. Rechazan contundentemente la intervención de los imperialismos disfrazados de “comunidad internacional” en Libia, para saquear y masacrar el pueblo de la Gran Jamahiriya Árabe.
¿Hasta cuando la paz del mundo estará en manos de los que hacen el negocio de la guerra? Eduardo Galeano
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