La geopolítica mundial cada día en su dinámica permanente traza rumbos inesperados, incluso dentro del Club de la Guerra, subordinado al Club Bilderber, que es quien pone las reglas de juego y el ganador en todos los conflictos, sin poner un solo muerto, porque esta es obligación de los pueblos, tanto los que son sobornados y alienados para ir en plan de invasores, como los que son blanco de las criminales invasiones, ahora fortalecidas con la coalición Estados Unidos de Norteamérica y Europa, que ha constituido una macabra sociedad, para repartirse los bienes y recursos naturales sobre la alfombra de cadáveres de los pueblos sojuzgados.
A “Don Samuel” ahora las agresiones contra pueblos pacíficos y desarmados, le salen más económicas y menos traumáticas para su imagen mundial, porque mediante la perversa unión con los imperios europeos, ya no tiene que utilizar directamente sus matones (Marines), porque para las tareas que en el pasado realizaban estas tropas elite, tiene hoy día un sicario denominado OTAN, que en nombre de la libertad, la justicia, la democracia, la paz y la defensa de los pueblos del mundo de sus “opresores”, en cada bombardeo deja estelas de civiles de diferentes edades y sexo, destrozados y destrozadas por las caricias de los regalitos que les dejan caer aeronaves sin tripulación.
El Complejo Militar-Industrial-Financiero-Comunicacional, con sus relacionistas públicos y ejecutores de sus mandatos, Barack Hussein Obama y la señora Hilary Clinton, cada día intenta acentuar más su condición de gendarme mundial, certificando y descertificando naciones, infiltrando mercenarios en los diversos escenarios en naciones extranjeras para crear la ingobernabilidad, la desestabilización y llevar a la guerra civil, para de esta manera justificar la puesta en escena de la OTAN, para ejecutar la cobarde agresión y grosera invasión contra los pueblos del mundo, que no se arrodillan ante los designios del Pentágono.
Esa receta casi tiene éxito en Venezuela entre el 200 y el 2003, cuando los lacayos mercenarios de la Coordinadora Democrática, hoy disfrazada bajo la denominación de Mesa de la Unidad Democrática, buscaron por todos los vericuetos propiciar la invasión Yanki a Venezuela, pero se encontraron con un pueblo resuelto a ser libre y soberano, que les hizo morder el polvo de la derrota a ellos y a su amos. Luego fueron a ensayarla en Irán y en Ecuador, donde también el pueblo en la calle defendiendo su proyecto de país dio al traste con los tarifados. Ahora está en en desarrollo en Libia, donde ese noble pueblo fue sorprendido y confundido con la guerra de Cuarta Generación, ejecutada por la canalla mediática mundial, que cada día desinforma más sobre la realidad libia. Allí estuvieron las aves de rapiña europeas, la pasada semana para asegurarse del reparto del botín, con la complicidad de sus peones del CTN, que les tendieron la alfombra roja.
Pero necesario es señalar que la fuerza rapaz de los guerreristas del mundo se ha encontrado con la resistencia de los pueblos y la prueba de ello son: Irak, Afganistan y Libia, donde las tropas invasoras con toda la superioridad tecnológica para la guerra, no han podido disfrutar como esperaban, porque los pueblos en armas están en la calle defendiendo su dignidad y su soberanía. Ahora no encuentran que hacer con esa papa caliente.
Lo curioso
del caso es que mientras el Club de la Guerra, no encuentra a quien
entregarle la papa, uno de los socios en este genocida negocio, esta
a la calladita trabajando en otros escenarios. Se trata de la señora
Ángela Merkel jefa del gobierno alemán, que con su Regla Fiscal, panacea
contra la debacle financiera capitalista está penetrando los espacios
de la economía europea. Está atrapando la zona Euro, que ha sido para
Estados Unidos, un Bocatto di Cardenale”.
La eterna potencia teutona, no se cae a pasiones, deja que los demás del club se empantanen pero ella va a los suyo y eso si representa un golpe mortal para el Complejo Militar – Industrial -Financiero y Comunicacional, que ya tiene bastante con el pantanal que se lo está tragando en África y el Medio Oriente. Si a esto le añadimos el incendio que lleva en sus entrañas la nación más poderosa del mundo, como consecuencia de las salvajes políticas neoliberales, que llevan a la ruina, a la calle a la Clase Media y a la pobreza extrema a millones de ciudadanos, que se encuentran en situación de calle, las expectativas no son nada halagadoras para la Unión, que a mediano plazo se convertirá en un archipiélago de naciones, con sus costumbres, culturas y visión de mundo, dejando atrás la historia de las mafias que hoy la desgobiernan.
Esta realidad la invisibilizan los medios de difusión del imperio, pero la rabia acumulada, que paulatinamente se convierte en odio, no la puede ignorar ni detener nadie.
La elección de Barack Husein Obama, representó un muro de contención demasiado débil, porque bien pronto le dio una patada a la lámpara y envío al cesto de la basura las promesas de cambio, decepcionando con esto a los afrodescendientes, latinos, asiáticos y otros segmentos sociales, que vieron en él a su representante y con un perfil diferente a los genocidas blanquitos que le antecedieron.
Bien pronto cayeron en cuenta que en la Casa Blanca, el cambio era solo la pigmentación de la piel del nuevo inquilino. Entonces comprendieron que cayeron por inocentes y por eso los focos de protesta contra la inmoral e injusta exportación de guerra, como tabla de salvación contra la burbuja capitalista que amenaza con explotar cual volcán en erupción y llevarse todo a su paso haciendo más pesado y profundo, el pantanal del imperio.
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(*) Periodista