2012 será un año decisivo, y no lo digo como esos pitonisos que todos los años vaticinan que el próximo morirá alguien importante, no, lo digo de verdad, aunque entre la crisis mundial, el cambio climático, y la lucha de los pueblos, la cosa es casi un pronóstico tan fácil como el mencionado.

Los extraordinarios logros que se han realizados en nuestro país en los últimos 12 años son indiscutibles, salvo por la oposición que encabeza el filósofo del Zulia. Estamos en otro país muy distinto al que existía durante la cuarta república, la nueva PDVSA (aunque le falta), las Misiones (Barrio Adentro, CDIs, Aldeas, las pensiones, etc.), las Universidades, los Consejos Comunales y Comunas, etc.. Todos lo sabemos, todos lo entendemos y por eso apoyamos a Chávez y estamos convencidos de la imperiosa necesidad de su reelección el próximo 7 de octubre. Pero en medio de esos logros existen problemas vitales internacionales y nacionales, para el presente y el futuro, y no de fácil solución.

Será muy difícil, por no decir imposible, que en el próximo año, la crisis mundial no nos alcance con mayor fuerza. La recesión mundial se agravará más, con todos los recortes anunciados en el llamado primer mundo, y los por anunciar en esos países, pues los anunciados no alcanzarán en un sistema como el capitalista, incapaz de buscar el buen vivir de la humanidad, en vez de la ganancia, si no, no sería capitalismo. Los recortes limitarán al máximo al poder adquisitivo de esos pueblos, con la consiguiente baja en la producción, lo que a su vez limitara la exigencia de las materias primas que exportamos los países de la periferia (el petróleo quizás no tanto), lo cual sólo será mitigado en la medida que se afiancen y se pase a los hechos en los círculos de integración regional como UNASUR, y los que existen y sean creado recientemente en el área de Asia alrededor de Rusia y China. De paso, el crecimiento de China que ha encontrado cierto soporte en mercados nuevos para su economía como Latinoamérica con seguridad será confrontado. Indiscutiblemente, los Estados Unidos reaccionarán a la penetración de rivales en su área de influencia y eso afectará a China, como a el liderazgo de Brasil en el proceso de integración regional.

Los países del llamado primer mundo siempre descargaban sus crisis, principalmente, sobre los hombros de los pueblos de la periferia, o del llamado tercer mundo, como nosotros, pero ahora con las integraciones regionales en curso, en UNASUR, en Asía, y hasta en África, no les será tan fácil. Las trasnacionales han venido siendo rescatadas hasta hace poco por los auxilios de los Estados. Recordemos que los Estados son instrumentos al servicio de las clases dominantes, es decir, de sus empresas, pero ahora que la crisis afecta por igual y aún más a los Estados, ni de vaina las empresas les devuelven el favor y sólo se pueden auxiliar entre los mismos Estados, con auxilios interestatales, así vemos a Alemania tratando de salvar la Eurozona, con Francia de jaleti. También vemos los problemas presupuestarios de los EE. UU., situación que ha aprovechado la Rusia para ofrecer a Europa sus dólares provenientes de su vuelta al capitalismo, y China en lo mismo en África y Latinoamérica, donde viene desarrollando su avance con menos competencia. Todo lo cual, como ya señalé hace más que seguro que los Estados Unidos reaccionarán a la penetración de rivales en su llamado patio trasero así como hace esfuerzos por crear problemas en el llamado mar del sur de China. Así que lo que viene es Joropo, a preparar las alpargatas (El Poder internacional está en manos de la contrarrevolución y lo van a usar para sus fines), si ante las últimas elecciones Rusas desataron una agresiva campaña abierta y otra encubierta, imagínense ante las nuestras del 2012.  Pero no seamos fatalistas, en Rusia la izquierda duplicó su votación en las últimas elecciones, y en China no se expresa lo mismo porque no hay elecciones, sino un solo partido, pero aunque ocultado a los medios, también hay un renacer de los ideales de justicia social, libertad e igualdad, pero eso será materia de un próximo trabajo, por la importancia que tiene para el mundo (recordemos que pronto será la 1ra potencia mundial económica).

Ante el panorama esbozado a vuelo más que rasante, es más que evidente que en el ámbito nacional al pueblo venezolano, a los revolucionarios, no nos queda ninguna otra alternativa que batirnos a fondo por la reelección de Chávez, como la única manera de no perder lo avanzado, y mantener las opciones de continuar la lucha por el Socialismo en forma relativamente pacífica. Pero ese camino no está exento de lucha, por el contrario, la lucha ideológica y por el control del poder también exige y exigirá sacar las alpargaticas.

Digo sacar las alpargaticas, porque ninguna clase social entrega el poder voluntariamente, en nuestro proceso, que aún es incipiente el desarrollo del Poder Popular, y que salvo Chávez, las bases del partido y demás organizaciones populares no se ven representadas plenamente en la conducción o dirigencia nacional, y no se sienten identificas porque buena parte de esa dirigencia pertenece a la pequeña burguesía, no sólo por extracción, sino por ideología, y ese conocimiento de las clases populares ha provenido de su propia experiencia y se ha expresado en la falta de apoyo a algunos gobernadores, alcaldes, y otras instituciones, causando la derrota política del proceso en estados donde ya hemos sido gobierno. A manera de ejemplo, en Anzoátegui perdimos 7 de 8 diputados siendo el gobernador es nuestro, recordemos caso como la Gobernación de Apure, etc.. Y no creo que esos representantes de la pequeña burguesía; cuya principal preocupación es dejar de ser no ya pequeños sino grandes burgueses; vayan a sufrir una epifanía que los transforme en revolucionarios cabales. Y aunque la sufrieran, carecen de la visión y metodología para conducir en forma aceptable y acertada la lucha de clases que se aproxima, pues sólo el marxismo es el instrumento adecuado para ello, no basta estar preñado de buenas intenciones. Las categorías del marxismo en una sociedad en constante movimiento, con lucha de clases dinámica y compleja situación internacional, no se maneja leyendo uno que otro librito, sino que requiere a la par de la pureza ideológica, lealtad y compromiso verdadero (de acción, no de palabra), años de experiencia y estudio, características que ellos no han tenido, y las cuales no se improvisan, ni se pueden adquirir falsamente, casi podemos decir que con esas cualidades y voluntad se nace y ellos no nacieron así.

Ahora, para el 2012, después de reelegir a Chávez, para poder avanzar hay que profundizar en los hechos y no en el discurso, la lucha a muerte contra la corrupción y el burocratismo, no hemos sido eficaces en ese terreno. Los enemigos del proceso siguen ocupando puestos claves, muchísimos puestos claves, en las empresas y organismos del Estado, importantes para la consolidación del proceso. Algunos gobernadores (recordemos Apure) han cedido su jefatura a intereses subalternos; muchas revolucionarias y revolucionarios de lealtad comprobada a la revolución y al Comandante Chávez, son relegadas y relegados por escuálidos disfrazados con chaquetas rojas, sin conocer lo que es la solidaridad revolucionaria. Aún mantienen el método de “cooptación”, con la excusa de un peligro que nunca desaparecerá, y según lo cual nunca habría democracia interna, cuando lo que hay es que poner reglas y castigos para quienes usan su poder institucional a favor de sus servidores e incondicionales (lo han anunciado pero No lo hacen). Recordemos lo señalado las llamadas “líneas estratégicas” del PSUV: “… es necesario reconocer que las aspiraciones de la militancia por lograr la democracia interna, en cierto modo, han sido frustradas por algunos militantes con cargos de dirección o de gobierno, los cuales manejan recursos y gestionan cuotas de poder, para imponer a sus lealtades personales por encima de los auténticos liderazgos populares, leales a los principios revolucionarios. Esta situación obliga a una profunda revisión de los mecanismos de selección de nuestras autoridades y de nuestros candidatos y poner en una balanza sus ventajas y desventajas.  Sembrando apatía y descontento en las bases populares…”.  Quisiera algún día cercano, saber cuáles fueron las conclusiones y lineamiento extraídos de la discusión de las bases y que deben ser implementados. Como integrante de la dirigencia media quisiera saberlo. Con todo, la revolución bolivariana, el PSUV y el Comandante Hugo Chávez, conforman la única alternativa válida posible del pueblo venezolano para resolver sus problemas y enfrentar con solvencia el futuro construyendo el Socialismo. El Socialismo Científico, o sea, marxismo, del cual podríamos integra las llamadas 3R y 3R2 (que igualmente, no dejan de ser, hasta ahora, sólo un discurso), es la única herramienta capaz de guiarnos hacia adelante.

Hay que tener presente, que la cosa no es sólo inventar o errar, también se erra inventando, y la única manera de avanzar en forma más o menos acertada es “Profundizando la Democracia Participativa Protagónica”, a lo cual no podrá conducirnos la pequeña burguesía ni su ideología, Solo la hegemonía de las clases explotadas y su ideología, el socialismo científico. Hegemonía que debe ser organizada o el proceso no sobrevivirá muchos años. Tengamos presente como dijo Trotsky “En el campo teórico del marxismo no hay nada indiferente para la acción. Las divergencias más lejanas y, al parecer, “abstractas”, si se reflexiona a fondo sobre ellas, tarde o temprano se manifiestan siempre en la práctica, y ésta no perdona el menor error teórico”.

Por último, como conclusión, el futuro de nuestro pueblo, de nuestra revolución, depende directamente de que logremos organizar esa hegemonía, crear una corriente que con el liderazgo de Chávez, y basada en lo mejor de la tradición revolucionaria, consolide lo logrado e impulse el proceso a una nueva etapa hacia el Socialismo, que no excluya a la pequeña burguesía, pero que no se subordine a ella, ni subordine al pueblo, y que a la par, Profundice la Democracia Participativa Protagónica.

El 2012 es de retos, como de retos somos los revolucionarios. Que sepan los Camaradas caídos y los sobrevivientes, que sepa nuestro pueblo, que la lucha continúa, que lucharemos hasta el último de nuestros días, y que nunca seremos derrotados, porque los ejemplos no mueren, y jamás serán destruidos. Valió y vale la pena luchar.