Corrían los años 80 del siglo XX cuando en el marco de la crisis del sistema societal (a nivel mundial), y de los partidos políticos en general, todos los jóvenes y los no tan jóvenes, pasaban a cuestionar el estatus quo cada uno desde su punto de vista. Unos reflexionando desde el poder popular y la izquierda nacionalista y otros, copiando modelos que desde otras latitudes eran importados para permear con sus culturas opresoras, racista y segregacionistas, a los muchachos (as), de todos los estratos sociales.
Dicho escenario, fue el perfecto caldo de cultivo para que grupos identificados con el pensamiento conservador y cuasi feudal, aupados desde el exterior, introdujeron organizaciones de ultra derecha (como fue el caso, entre otros, de Tradición Familia y propiedad “TFP”), quienes se dedicaron a captar adolecentes en todo el país pero fundamentalmente, en la clase media, para posteriormente secuestrarlos y adoctrinarlos en la cultura fascista y neo nazi, de parte de quienes las dirigían. Cabe destacar que “TFP”, tenía varias casas en nuestro país, como también en el resto de América Latina, Europa, Canadá y los Estados Unidos; siendo que en cada lugar tenían denominaciones distintas pero con un mismo propósito y fin; huelga decir, combatir a los movimientos populares y de izquierda cuales “caballeros cruzados”, en nombre del pensamiento judeo cristiano, tal como en la época feudal y de las monarquías, combatieron los ideales que le daría origen al mercantilismo y posteriormente al capitalismo, como modelos de producción, con la nueva clase social dominante (la burguesía), que les desplazaba en el cuadro de las revoluciones francesa –en lo política- e industrial –en lo económica-. Ahora en tiempo real, luchan contra el socialismo.
Fue así como jóvenes, hoy vinculados a la política (caso Capriles Radonski y Leopoldo López), quienes se sumaron a estos proyectos, negadores de la libertad y la democracia, de la mano de un lóbrego personaje agnado a los EE. UU., y más luego a la CIA. Nos referimos al Sr., Alejandro Peña Esclusa, agente convicto y confeso de esa organización cuyo padre, viejo militante de Acción Democrática, cumplió funciones en esa nación por los años 60 en la agregaduría militar de Venezuela en el país del norte.
(*) Politólogo e Internacionalista Venezolano
Magíster en Seguridad y Defensa
monlan2001@yahoo.com
