En nuestro texto anterior (“José Vicente Rangel tiene razón”) anunciábamos sobre exponer las relaciones entre Washington, por una parte, con Caracas y La Habana, en el marco de la “nueva política Obama” (JVR dixit), por la otra. Washington, en el marco de su crisis estructural, acéptese bien se rechace, dicha tesis, necesita objetivar dicha crisis en la actual realidad global del capitalismo en su carácter como imperio y la profunda crisis objetiva relacionada, directamente, con su imperialismo. Es decir, los EEUU de América sobre la base de su política sustentada en la “Doctrina Monroe” (léase: “patio trasero”), suscrita en el siglo XIX, su reingeniería, de fecha reciente y previa a la decisión ejecutiva de trasladar los intereses estadounidenses a la Región de Asia-Pacífico, ha entrado en una seria contradicción con el desarrollo de las políticas nacionalistas-latinoamericanas y del conjunto político-decisorio sustentado en los organismos institucionalizados como Unasur, CELAC, Mercosur, ALBA, entre otros, donde están representados todos los países al sur del estado de la Florida (sede de la 4ta.flota estadounidense) y al sur del río Bravo, frontera entre los Estados Unidos Mexicanos y los EEUU de América. Es decir, consideramos que la reunión de Puerto España (Trinidad) cuando el Comandante, Hugo Rafael Chávez Frías, le presentó un obsequio en libro al Presidente Barack Obama para incitarlo a conocer las “Venas Abiertas de América Latina” para que ello le permitiera reflexionar sobre el futuro de las relaciones entre ambos lados del Mar Caribe, consideramos, reiteramos que tal gesto de estadista por parte del Comandante pareciera que no pasó del “zaguán” de la “buena fe” del chavista Comandante.
El tema arriba propuesto es más grave que las expresiones en contenido de dichas ideas y, consideramos, es preciso comenzar a desglosarlo para su análisis y, por ello, poder diseñar las líneas políticas en las cuales se sustenten las relaciones bilaterales y continentales americanas. Lo anterior nos obliga a preguntarnos porqué el Poder (Müller Rojas nos proponía) estadounidense se ha visto en la necesaria aceptación de su realidad de las contradicciones en el marco del sistema capitalista en la triangulación compuesta por el propio EEUU de América, la Comunidad Europea y la República Popular China (no rechazamos por su no incorporación, por ahora, al resto de los países de la BRIC: Rusia, India y Brasil sino que en el actual escenario, ellos, los mencionados, aún tardarán unos tiempos prudenciales de crecimientos económicos sostenidos para poder impactar las contradicciones internacionales del capitalismo global tan cual lo conocemos y aceptamos en las actuales realidades objetivas). Es demostrable, fehacientemente, que China ha desarrollado unas políticas económicas (estructurales) desde 1979 (según decisiones políticas del PCCh) que le han permitido no solo una muy alta acumulación, una balanza comercial con los EEUU de América muy positiva, una seria y profunda relación con países importantes latinoamericanos y un crecimiento continuado en los escenarios internacionales. No todo queda ahí pero estas líneas son cortas y nos desviarían de nuestro tema fundamental cual es las relaciones de Washington con Caracas y La Habana. ¿Ello quiere precisar que otros importantes países y sus gobiernos están exentos de álgidas relaciones con Washington? Para nada! Tenemos, por ejemplo, que el Presidente Rafael Correa (Ecuador) debe de ser (o es) el próximo objetivo de Washington; quizás con el Presidente Evo Morales se presente otros factores más cercanos a lo “autóctono-tradicional-telúrico” americano que podría revertir a lo interno de los EEUU de América vista los reales problemas con los denominados por el status quo estadounidense como “america native” (¿irónico y/o cínico?) y, para no dejarlo en el tintero, los continuos ataques a la Presidenta Cristina Fernández como, reiteradamente, en sus “Confidenciales” expone JVR en su programa “José Vicente hoy” (Televen).
Viajemos por los tiempos históricos regionales. La “realidad cubano-fidelista” (con la venia del Comandante Fidel) ha sido, por una parte, el “dolor de cabeza” del imperialismo yanqui; por la otra, la inoperancia de una política absurda, estúpida, pero necesaria para y de Washington en el marco del concepto histórico: “imperio”. Es decir, en la realidad cubana, los EEUU de América expresó sus dos (2) conceptos: imperio e imperialismo al mejor modo británico en la “apertura china” durante el siglo XIX pero sin “alcanzar puerto”. Cabe la pregunta: ¿el socialismo cubano ha sido y es un mal ejemplo para la América Latina? A decir de los “think-tank” estadounidenses y las decisiones tanto del Legislativo como del Judicial estadounidenses, Cuba es “la incomodidad del imperio” en su denominado (según Washington) “patio trasero”. Es decir, no hay un “think tank” que no haya expuesto soluciones para solventar el “problema cubano” desde las más radicales como invadir en cualesquieras formas se nos apetezcan pensar hasta el “soft-coup-de-etat” al mejor modo-propuesta de los “liberales estadounidenses”. En el Legislativo recordemos la “Ley Helms” y en el Judicial la torpe decisión no-jurídica de encarcelar a un grupo de anti-terroristas cubanos que han debido darles, en el marco de la tan “cacareada” política “anti-terrorista”, la medalla del “Corazón Púrpura”. En fin, debemos mantener presente que lidiamos con el imperio yanqui.
En ese mismo orden de ideas, los tiempos “caminan” inexorablemente y con ellos, también, los líderes políticos. El mundo global capitalista objetivaba realidades a las cuales ningún país podía evadir siendo obligante asumir esos caminos y, con inteligencia y picardía latina y paciencia china, afrontar realidades buscando transformarlas en situaciones positivas. Pero “el destino” (quizás hasta los designios del Creador) hicieron “saltar a la Historia” latinoamericana a un hombre que se ha transformado en líder; nos referimos a Hugo Rafael Chávez Frías. Ya tenía Washington bastante con Fidel Castro para que le apareciera otro líder que le “latiera en la cueva” del “patio trasero” con el agravante, no esperado, que esos ladridos se expandieron por todo el continente americano incluyendo Harlem. En ese orden, se nos presentan dos (2) escenarios: que el chavismo como “marco referencial” en conciencia se posicione continentalmente “sin vuelta atrás”; y, que Washington no comprenda las nuevas realidades continentales americanas en el marco de esa “nueva política Obama” (JVR dixit) exponiendo preferencias asiáticas en las costas al sur del río Bravo sobre el Pacífico.
Adentrémonos en realidades geoestratégicas latinoamericanas con incidencias en lo norteamericano. ¿Está en capacidad Washington de sostener una guerra-invasión actual en algún país al sur del río Bravo y/o al sur del estado de la Florida en conociendo las realidades que se están desarrollando en el seno de la Unasur con extensión a la CELAC en base a la “nueva doctrina militar” suramericana? Vista las realidades en contradicción que se están presentando con la presencia militar estadounidense en Iraq y Afganistán y la matriz de opinión de oposición a esa presencia que ya camina por los pasillos del Congreso estadounidense y, sí se aprueban las denominaciones a secretarios de Defensa y de Estado estadounidense ¿podrá el Pentágono mantener un escenario de “guerra de bajo perfil” como el que se está desarrollando en México con el “Plan Mérida” y las actuaciones del “Cartel de Sinaloa”, en su “nueva política Obama” (JVR dixit) para la Región de Asia-Pacífico? Otra pregunta sería ¿Qué opina Washington, realmente, sobre las negociaciones de paz que sostienen el Gobierno colombiano por decisión valiente del Presidente Juan Manuel Santos y las FARC visto el escenario actual de declaraciones desde el Departamento de Estado estadounidense sobre el 10 de enero (2013) cuando, constitucionalmente, comience el nuevo periodo presidencial del Comandante Chávez Frías aceptando que dicho gobierno comenzó, de facto, al día siguiente de su elección democrática participativa el día 07 de octubre próximo pasado (2012) por decisión mayoritaria y participativa por el pueblo chavista y el Poder Popular?
Pareciera que Washington tiene mas de una preguntar que hacerse y responderse vista sus realidades geopolíticas y geoestratégicas cuando, por ejemplo, por decisión ejecutiva, el Gobierno de Barack Obama ha decidido desarrollar su industria petrolera hasta la “crisis del 2020”. Vayamos un poco más allá. El traslado de los intereses del Imperio yanqui hacia la Región de Asia-Pacífico que, por ahora, es de consolidación militar-estratégica, deberá considerar varios escenarios obligantes; en primer lugar, coordinar políticas geoestratégicas de defensa entre dos (2) adversarios históricos como lo son Japón y la República de Corea (debemos tener presentes las realidades de la “Guerra Sino-japonesa” de 1894-95 y las realidades de la 2da. Guerra Mundial en el Pacífico); superar los “altibajos” que se podrían presentar en Filipinas por uso de bases navieras militares en recordando aquellas realidades de la “Guerra en Vietnam” y el rol que se desarrolló en Filipinas; afrontar las realidades con contradicciones en sus relaciones con Taiwan vis a vis China y el tema de las ventas militares; las realidades en las relaciones entre Australia y China y el reciente acuerdo militar alcanzado entre Washington y Sidney. Solo por mencionar algunos escenarios pero el tema fundamental siempre será las variables económicas que están en “pleno desarrollo” en la Región de Asia-Pacífico que requerirá de un muy alto consumo de crudos procedentes de diferentes países petroleros. ¿Podrán los EEUU de América competir en el mercado internacional petrolero con China, la India, los denominados Tigres Asiáticos, Japón y su costa occidental estadounidense? ¿Cuál es la política geoestratégica de Canadá y sus realidades en sus costas occidentales? ¿Tendrán los EEUU de América, obligatoriamente, que desarrollar el escenario petrolero en Alaska aún y en contra de los ambientalistas? ¿Necesitarán los EEUU de América alcanzar acuerdos con Caracas en temas de “mutuo interés” aún a sacrificio de sus “súbditos”? Por último, ¿ganarán los halcones sobre las palomas?.
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