Hay un refrán muy tradicional que dice: “Dios los crió y ellos se juntan”; este dicho parece reflejarse en la realidad que embriaga a miles de venezolanos, quienes hoy - ellos mismos - prefieren autocalificarse como “exiliados” y por diferentes razones habitan en el hermano país, especialmente en la ciudad de Bogotá.
Muy lejos quedaron aquellos años en los cuales estos apátridas, venidos a menos, ofendían y maltrataban a los hermanos colombianos (en muchos casos sus sirvientes y trabajadores domésticos), quienes por razones humanitarias vinieron a Venezuela, echaron raíces y sembraron aquí su familia, trabajando con empeño para adquirir su residencia, con un sentimiento verdaderamente bolivariano.
La ironía de la vida nos plantea hoy una realidad bastante diferente, porque precisamente, quienes habitan en la capital colombiana huyeron luego de conspirar y someter al pueblo venezolano a un paro miserable y bajo unas condiciones, con las cuales buscaban doblegar y someter con un golpe de Estado al gobierno del desaparecido “Comandante Eterno”, Hugo Rafael Chávez Frías, entre los años 2002 y 2003.
Los tiempos cambian y en la tierra de Santander, los hijos de Bolívar, quienes niegan su paternidad preparan una celada contra su Patria, precisamente porque nunca la han querido y sólo la han imaginado, al servicio de un imperio y como una colonia a la que le rinden pleitesía.
Es por ello que no resulta nada extraño, que ante la mirada complaciente del gobierno colombiano (ayer con Uribe y hoy con Santos), quienes sólo saben amasar fortuna y traicionan a los pueblos que le brindan hospitalidad, se prestan a una ruin maniobra, la de conspirar contra su propia Patria; palabra que les queda grande, porque en realidad son aves de rapiña que no tienen frontera. Sus intereses son los de vender su alma al mejor postor o como diría mi abuelita, (que en paz descanse) vender su alma al diablo.
En Venezuela estamos seguros, que no todos los colombianos apoyan esta locura, es sólo la misma elite de la oligarquía, quienes aquí también tiene sus lacayos, la que aplaude y deja en sus propias narices, conspirar contra la tierra de Bolívar el padre de las dos naciones hermanas.
Así como allá, una elite ha permitido establecer con la bota norteamericana, unas bases militares, ahora abren sus espacios para que traidores intenten, a través de organizaciones golpista, preparan un plan contra Venezuela (El Plan Balboa complemento del Plan Colombia) por parte de la “Gente del Petróleo” y de sus secuaces liderados por la oligarquía amarilla de los patiquines de PJ y su candidato perdedor Henrrique Capriles Radonski.
Hoy se han cruzado en Colombia los intereses de muchos oligarcas transnacionales, quienes son los mismos en todas partes del mundo, porque no conocen fronteras, ni tienen Patria.
Luego de cobijar a Pedro Carmona “El Breve”, en la capital colombiana, se regodean y levantan las copas la antigua meritocracia de Pdvsa, combinada con los más conspicuos conspiradores,representantes de los intereses petroleros de la Occidental Company (empresa de los Bush y Condolezza), la Vetra VV (Aznar y compañía), la Vetra Energía SL y la desfalcada Alange Energy Corp., del cipayo Luis Giusti y sus amigos, entre otras.
Es lamentable que el gobierno colombiano no haya visualizado la calidad de los personajes a quienes hoy cobija bajo su suelo y quienes ayer se mofaban del propio pueblo colombiano, al cual siempre han mirado con desprecio y por encima del hombro.
Los explotadores y entreguistas de las riquezas naturales de nuestros pueblos, en especial el petróleo, hoy buscan con su mal llamada “apertura petrolera”, también saquear en Colombia la riqueza que no pudieron seguir robando en nuestro país y por eso, conspiran porque añoran tener de nuevo una patente de corso, en el patio trasero del imperio.
La Revolución Bolivariana con el Comandante Chávez a la cabeza y actualmente con el Presidente Maduro al frente, dijeron no a estas pretensiones entreguistas. Estamos seguros que por razones de Estado, deben privar entre dos naciones hermanas como Venezuela y Colombia, la sabia decisión del gobierno del vecino país, quien debe entender que no puede prestarse para una conspiración o para facilitar una plataforma golpista contra Venezuela.
Los intereses superiores de la Patria Grande deben estar por delante y por encima de cualquier intento golpista. Muy mal papel haría ante su propio pueblo colombiano, el Presidente Juan Manuel Santos, quien sabemos no es tan santo, pero si calificamos de inteligente para medir el futuro y el destino de los pueblos de América, quienes hoy buscan un destino común y superior, el de un mundo unipolar y multipolar por encima de los intereses del neoliberalismo y del capitalismo salvaje, ya superado en nuestro tiempo…
El Presidente Chávez dijo parafraseando a Juan Domingo Perón “el siglo XXI nos encontrará unidos o dominados”.