Ahora estamos en el momento decisivo de una confrontación histórica

La respuesta latinoamericana a la “contraofensiva” de EEUU (II)

El Alca (Área de Libre Comercio de las Américas) fue el más importante proyecto de dominación trazado por los Estados Unidos hacia Latinoamérica y el Caribe, debía desplegarse luego de la Cumbre de las Américas de Mar del Plata, Argentina (2005) adonde acudió el Presidente George W. Bush. Al momento de reunirse esa Cumbre de Jefes de Estado, la situación política en el continente había cambiado, la intensa lucha del movimiento popular contra el Alca había logrado un consenso social y político pocas veces visto. Los países del Mercosur más Venezuela (que en ese entonces no era miembro pleno de ese bloque) encabezan la oposición al Alca. El proyecto fracasó estrepitosamente. El imperialismo había sufrido una derrota estratégica. Había que prepararse, entonces, para resistir la contra-ofensiva del imperialismo y derrotarla. En ese momento estamos.

Al mismo tiempo, la crisis del sistema capitalista globalizado se vuelve mucho más compleja, los teóricos neoliberales no tienen respuesta a los nuevos desafíos que impone la crisis misma. Algunas voces en Estados Unidos y Europa advierten sobre los peligros que acechan a la economía mundial. Particular interés tiene este reciente artículo del economista, Augusto Sención Villalona, para estudiar el panorama actual en su conjunto:

“Estados Unidos retrocede en la competencia mundial y su moneda se debilita. En el año 1945 la economía norteamericana aportaba el 50% del PIB y el 25% de las exportaciones mundiales. Como sus mercancías eran las más demandadas, su moneda era la más solicitada y se impuso como patrón de cambio mundial. Desde entonces la realidad ha venido cambiando, a tal punto que hoy Estados Unidos aporta el 21% del PIB y el 9% de las exportaciones mundiales. Los cinco países que integran el BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) generan el 21% del PIB y el 16% de las exportaciones mundiales. Y los 17 países de la zona Euro generan el 17% del PIB y cerca del 25% de las exportaciones. China ocupa el segundo lugar en la producción mundial (casi 12%) y en el 2016 podría ocupar el primer lugar, con el 17% contra un 16% de Estados Unidos. China ya es el país más exportador, con el 11% del total”. Y más adelante complementa: “Estados Unidos puede impedir su caída si logra sus propósitos en Asia y si socava a los gobiernos de Suramérica y les impone un esquema de integración que le permita controlar sus mercados y sus recursos estratégicos. Pero si su actual contraofensiva es derrotada, será desplazado por otros poderes y se abrirán mayores espacios para la izquierda mundial”.

La lucha de los pueblos latinoamericanos está planteada en todos los terrenos, el análisis riguroso de la realidad actual y de las variaciones que permanentemente se producen en las correlaciones de fuerzas, son tareas de importancia capital.

En este orden de ideas, importa anotar que la Cumbre de las Américas en Cartagena, en 2012, fue una nueva derrota para la política norteamericana, la exclusión de Cuba fue un punto de fricción, lo mismo pasó en Cochabamba, en la 42 Asamblea de la OEA. Estados Unidos no logró imponer su agenda. Tiene una profunda significación la solidaridad de toda América Latina y el mundo con el pueblo venezolano ante la partida de Chávez. En relación a este hecho, Carlos Fonseca escribió: “Por nuestra parte, los revolucionarios del mundo, y sobre todo de América Latina, debemos hacer ahora el doble que antes para llenar de alguna manera, en parte, ese hueco que, como el impacto de un gran meteorito, deja la muerte de una personalidad tan gigantesca”. (4)

La reunión de abril de este año del Foro de Sao Paulo en La Habana puso el acento en dos temas: la integración y la necesidad de un programa común para la izquierda. Iole Ilíada, dirigente del PT de Brasil colocó hace un año el tema sobre la mesa, cuando manifiesta que “alterar la correlación de fuerzas significa desplazar a la burguesía como clase hegemónica y dominante, a favor del conjunto de los trabajadores”… “No se trata aquí de pensar en una alteración de la correlación de fuerzas que gradualmente nos conduzca del capitalismo al socialismo, sino en un proceso de acumulación de fuerzas que, en algún momento, pueda volver posible la ruptura deseada”. (5)

Desde los centros de estudio vinculados al gobierno de los Estados Unidos se califica a algunos gobiernos de izquierda como “populistas” y a otros como democráticos. Insisten en señalar que hay dos izquierdas, una sería moderada y otra autoritaria. Estos “analistas” no comprenden que cada proceso tiene sus propias características, pero lo singular de este tiempo histórico es que toda la izquierda está empeñada en la construcción de un proyecto común: democrático y liberador.

Anotamos un nuevo punto para la polémica:

“En la última década se ha extendido el uso del término “populismo” para caracterizar las dinámicas abiertas por los sectores subalternos en diferentes países latinoamericanos que se han cristalizado en gobiernos de izquierda y nacionalistas. Esta adjetivación, especialmente del gusto de los medios de comunicación y agendas de producción de pensamiento de corte socialdemócrata o derechista, argumentaría que estos gobiernos, pese a haber llegado al poder democráticamente, son esencialmente un peligro para el régimen democrático” (6).

Los desafíos de la integración

La integración latinoamericana tiene un amplio consenso y al mismo tiempo, muchos enemigos, por lo tanto, resulta imprescindible determinar los objetivos estratégicos y a partir de allí, definir dónde colocar el esfuerzo principal.

Al compartir la tesis del secretario general de UNASUR, Alí  Rodríguez Araque, que plantea que la principal fortaleza de nuestros países radica, precisamente, en el hecho de representar una impresionante reserva de recursos naturales, se puede afirmar que la base material de la integración de Suramérica (y de toda Latinoamérica) podrían ser sus inmensas reservas. Nuestra región posee el 20% de las reservas de petróleo y el 3% de gas natural. En cuanto a minerales  tiene el 65% de las reservas de litio, 42% de plata, 38% de cobre, 33% de estaño, 21% de hierro, 18% de bauxita y 14% de níquel. Las naciones que conforman Unasur tienen casi un tercio (32%) de los recursos hídricos del mundo, mientras que el índice de concentración de diversidad biológica es superior a 0.600, lo que representa un 83% del mundo. También tiene un gran potencial para la producción de las llamadas energías limpias y 401 millones de habitantes.

Empero, hay que acometer la solución de algunos problemas, o paradojas como las llama Alí Rodríguez Araque. “A pesar del incremento del volumen de nuestras exportaciones, un examen más detallado revela que, mientras el intercambio intrarregional de manufacturas supera al de las materias primas, en el intercambio extra-regional el peso relativo de las materias primas supera ampliamente a las manufacturas. Éstas, además, son de baja composición tecnológica. Al mismo tiempo la situación nos está indicando el potencial existente para una fuerte expansión del mercado interno Suramericano con todas las ventajas que esto representa y como factor dinamizador de la integración” Y sigue: “Mientras tanto, nos hemos convertido en exportadores netos de capital. Los excedentes financieros, lejos de convertirse en inversión productiva local y regional, son enviados al sistema financiero internacional caracterizado hoy por la más alocada actividad especulativa. La misma que se ha convertido en un quebradero de cabeza para las economías del norte. Al mismo tiempo que nuestras tierras alojan riqueza de enormes proporciones, sobre ellas habitan más de cien millones de seres humanos que padecen la humillación de la pobreza, la indigencia y el desempleo. Miles de nuestros niños siguen falleciendo aún  por desnutrición. Nuestra región sigue exhibiendo el alarmante récord de representar el más alto grado de desigualdad en el mundo” (7).

Advierte que los países suramericanos no contamos con una política ni con equipos de alto calibre, frente a consorcios poderosos que se mueven con una sola estrategia. Esta situación hay que cambiarla de manera definitiva.

¿Cómo? Partir del principio establecido en la ONU sobre la propiedad soberana y permanente de los Estados sobre sus recursos naturales. Acciones que permitan minimizar el impacto ambiental del aprovechamiento de estos recursos. Industrializar las materias primas. Coordinar los planes de desarrollo científico y tecnológico. Contar con una política unificada que atienda el sensible problema del financiamiento. Crear grandes centros de formación de los recursos humanos que requiere un plan de esta envergadura. Elaboración de un mapa regional en los que queden georeferenciados los recursos energéticos, minerales fósiles y no fósiles, reservas de agua dulce, bosques, biodiversidad y los recursos que existen en las áreas marítimas exclusivas. Estudiar las potencialidades del mercado interno  regional, basado en cuatro principios elementales: complementación económica, cooperación, solidaridad y respeto a la soberanía de los Estados.

Toda esta estrategia tiene como requisito la formulación y puesta en marcha de una nueva arquitectura financiera, que contemple, entre otros aspectos: el impulso al Banco del Sur, a un Fondo de Reserva y Estabilización Macroeconómica, establecer Sistemas Multilaterales de Pagos en Moneda y Unidades de Cuenta Común de la región y un Mercado de Valores Latinoamericano.

Las tareas políticas de la izquierda

Las tareas políticas de la izquierda están referidas a trabajar intensamente por un cambio profundo en la correlación de fuerzas y ello pasa por desarrollar una política que derrote en todos los terrenos a la derecha autoritaria y pro-imperialista. Los gobiernos de la izquierda tienen como prioridad: aplicar políticas económicas y sociales dirigidas a modificar el esquema actual de distribución de las riquezas y superar las enormes desigualdades sociales existentes y, al mismo tiempo, desplegar ingentes esfuerzos en los procesos de integración.

La batalla política se libra hoy a través de los medios de comunicación, resulta obvio que desmantelar la “tiranía mediática” es una tarea impostergable. En diversos escenarios está abierta una discusión acerca de los medios de comunicación y la democracia, sobre la propiedad de los medios y sobre el carácter de sujetos políticos que tienen algunos medios.

A esta polémica no es ajena la que se refiere a un hecho constatable, como es el rol que ahora juegan las clases populares en el protagonismo político en toda la región, lo que indica que la polémica sobre el Estado -a la que se hacía referencia- y la participación ciudadana está viva. Así como también, la composición y ejecutoria de los poderes judiciales, ya en algunos países se eligió este poder, en otros la discusión crece. Y no se puede soslayar el debate que sobre el derecho a la educación se desarrolla, en cuanto a su carácter privado o estatal, de la misma manera que los contenidos están sometidos a la dura crítica  que emana de un cambio de época.

Todo esto es posible hacerlo si derrotamos a la derecha y sus pretensiones golpistas y desestabilizadoras, y si detenemos la política guerrerista del imperialismo, retomamos las palabras del comandante Hugo Chávez, en su Mensaje a las Naciones Unidas, en septiembre de 2011: “Venezuela llama a la constitución de una gran alianza contra la guerra y por la paz: con el supremo objetivo de evitar la guerra a como dé lugar. Hay que derrotar políticamente a los guerreristas y, más aún, a la cúpula militar-financiera que los auspicia y manda. Construyamos el equilibrio del universo que avizorara el Libertador Simón Bolívar: el equilibrio que, según sus palabras, no puede hallarse en el seno de la guerra; el equilibrio que nace de la paz”.

dazaroy@gmail.com

Referencias bibliográficas:

4.- Fonseca, Carlos. Chávez. Revista: Nuestro Socialismo, Nº 4. Caracas. 2013.

5.- Ilíada, Iole. Los gobiernos progresistas y de izquierda. Partido dos Trabalhadores. Publicación dirigida a los participantes del XVIII Encuentro del Foro de Sao paulo. 2012. Caracas.

6.- Bastidas Redin, Cristina e Iñigo Errejón Galván. (2011): En ¡A (re) distribuir! Ecuador para todos. Desigualdad y Participación.  (PP-123,124).

7.- Rodríguez Araque, Alí. (2013): Los recursos naturales como eje dinámico en la estrategia de integración y unidad de nuestros países. Publicaciones de Unasur. Propuesta que elevó el secretario general de Unasur, Alí Rodríguez Araque, a las Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de los países integrantes de Unasur, el 30 de noviembre de 2012, en Lima, Perú.



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Roy Daza

Diputado del Parlamento Latinoamericano

 dazaroy@gmail.com

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