¡El malvado colonialismo eurodescendiente racista que nos azota todos los días!

Hace años que digo que, aunque no lo creamos, estamos viviendo a diario la colonización del Sur (por parte del norte eurodescendiente). Es muy difícil ver la forma real de este monstruo mientras que estamos siendo digeridos dentro de sus entrañas, siendo transformados y desangrados, poco a poco, para al final, ser solo excremento del sistema capitalista eurodescendiente.

Cuando crecía, en Canadá, en ese mundo de eurodescendientes (casi no habían extranjeros de países no europeos en aquel tiempo) nos enseñaban el himno nacional, el cual dice, “O Canadá, nuestro hogar y tierra nativa,” y nos decían que los indios eran los salvajes, diablos, no creyentes, sucios, que eran animales, y que eran ellos, los Indígenas, que desde siempre andaban matando sin ninguna razón a los colonos eurodescendientes, quienes eran buena gente, civilizados, y de buena voluntad cristiana, buscando la paz.

¡Basura!

Hasta el cuarto grado, cuando niño, yo era el único barón no “blanco” en las escuelas primarias donde estudié en Colombia Británica, Quebec y Ontario. Había una muchacha, en el tercer grado, llamada Thelma, Negra, hija de jamaicanos, pero no duraron mucho, y regresaron a Jamaica.  De todas maneras, yo tenía el cabello negro, lizo, ojos negros, y la piel oscura, Indígena, como mi mamá. Digo que fui el único no “blanco” porque en aquel tiempo, los Indígenas no tenían el derecho de asistir a escuelas púbicas del gobierno. A partir del año 1920, los niños Indígenas eran sistemáticamente secuestrados de sus hogares por representantes del gobierno (normalmente por los curas y los efectivos de la Policía Montada), y enseguida, sin que sus padres sepan donde los llevaban, eran trasladados a “escuelas residenciales” lejos de su territorio nativo, donde eran lavados con cepillos de alambre, torturados, violados, y usados como esclavos laborales. La última escuela residencial gubernamental en Canadá fue cerrada en el año 1996. Dicen que alrededor de 150,000 niños pasaron por este sistema gubernamental de tortura planificado, pero, de acuerdo con los líderes Indígenas que conozco personalmente desde hace muchos años, todos también torturados cuando jóvenes, fueron millones. Desafortunadamente, como siempre, esta información casi no se encuentra en español.

Ver: http://en.wikipedia.org/wiki/Canadian_Indian_residential_school_system

Yo, siendo el único Indio en los primeros años de primaria, fui maltratado de manera constante por los profesores y autoridades escolar, pero esa es otra historia, muy triste.

Les hablo de esto porque hoy leí algo que me enfureció.

Después del evento escandaloso implicando a  la bailarina argentina Belén Estévez en un acto de racismo durante un programa en la televisión peruana, surgió un asunto del racismo de un libro escolar peruano titulado Aromas, que forma parte del Plan Lector del Ministerio de Educación para alumnos del segundo grado de primaria, donde está escrito, “La primera raza que se originó fue la blanca, luego surgieron los indios, porque el agua estaba turbia y finalmente algunos quedaron negros.”

Es absolutamente espantoso, estúpido, ignorante, e inaceptable que hoy en día (o en cualquier tiempo) estén enseñando a los niños que la raza humana original fuese la raza blanca, y que,  sobre todo, esta noción (mentira) sea impulsada por un gobierno liderado por un supuesto Indígena, en un país donde la gran mayoría de la población es Indígena. Todos, a menos que seamos ignorantes, o en algunos casos, racistas, sabemos que la raza humana tiene su origen en África, y mucho antes de que surja la raza blanca (Neandertales y Cromañón).

Ahora, de acuerdo con el autor del libro, Óscar Espinar La Torre, se trata de un relato de la cultura jíbara de la Amazonía peruana. Busqué en el internet para ver si este comentario por parte del autor, quien es evidentemente un racista pro-blanco, fuese verdad, y no me sorprendió ver que no encontré ninguna referencia en ese sentido, es decir, lo que cuenta el autor en ese nefasto libro, es una mentira creada específicamente para colonizar las mentes de la mayoría indígena peruana.

Es una barbaridad.

Pero para ver a que extremo se encuentra el colonialismo y el racismo eurodescendiente en Perú (como en todo los países del Sur del planeta), veamos lo que dijo la excongresista peruana Martha Hilderbrandt, una racista de primer rango, con respecto al libro:

Ver: http://www.larepublica.pe/29-06-2013/martha-hildebrandt-considero-exageradas-las-criticas-por-racismo-en-libro-aromas

“Me parece que se está exagerando porque un mito es un mito y, sobre todo, que es elaborado por los mismos denigrados, afectados (cultura Jíbara), y simplemente el color de la piel es un hecho, no es ninguna invención (…) No creo que deba tomarse literalmente, de ningún modo. El mito en sí no es agradable ni ejemplar, pero esa es una cosa distinta de que sea el verdadero o no (…) Hay una hipersensibilidad en cuanto a esto, que en nada ayuda a desterrar el racismo. No puedo estar de acuerdo con el racismo, pero no podemos negar la luz del día.”

¿La luz del día?

A nosotros en Canadá nos enseñaron “la luz del día:”

- el indio exterminó el búfalo
- el indio escalpaba al blanco
- Jesucristo era blanco
- el negro es retrasado mental
- el latino es un flojo borracho
- el “hindú” hiede
- el chino es repugnante porque come gatos, perros y ratas
- los rusos son malvados porque son comunistas
- los Yanomami son violentos asesinos
- ingles es el idioma más hablado del mundo (para lo que no sepan, esto es falso)
- los europeos inventaron el reloj
- los gringos inventaron la pólvora
- el triangulo de Pascal fue inventado por Pascal
- antisemita se refiere específicamente a Judíos
- etc.

…  y miles otras fantasías colonialistas malvadas, mentiras, para elogiar al eurodescendiente y denigrar al resto de la humanidad.

¡Esto es el malvado colonialismo eurodescendiente racista que nos azota todos los días!



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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