EEUU no necesita la aprobación de la ONU ni del Congreso para atacar o invadir naciones

Para aquellos que estén considerando la lejana y muy quimérica posibilidad de que a  Obama no se le otorgue la autorización para intervenir en Siria, les recuerdo que el inquilino de la Casa Blanca no necesita el permiso del Congreso de su país ni de la ONU para emprender un ataque en cualquier parte del mundo, esta es una política habitual de ese país desde hace unos treinta años, de intervenciones militares  abiertas (masacrando la población civil). Esto sin tomar en cuenta la cantidad de operaciones encubiertas para desestabilizar gobiernos democráticos que no son proclives a aceptar los dictámenes de la casa blanca.

Los modus operandi pasan por: Zona de exclusión aérea; lanzamiento indiscriminado de misiles desde unidades marítimas o terrestres, ataques aéreos selectivos y, el desembarco de tropas, con el consiguiente aniquilamiento de todo ser vivo que se cruce en su camino.

Ya desde el golpe de estado y el asesinato del Presidente Allende en Chile, la política estadounidense de acciones encubiertas (como las que llevó contra la Revolución Popular Sandinista y que le mereció una condena en la corte internacional de la Haya) pasó a ser un condimento de pequeña escala.

En octubre de 1983, bajo el pretexto de proteger a estudiantes de medicina estadounidenses, así como a los llamamientos de una serie de países de la Organización de los Estados Americanos -Antigua y Barbuda, Dominica, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas- el entonces presidente de EE.UU, Ronald Reagan, ordenó la invasión de Grenada en donde el movimiento Nueva Joya desarrollaba una política de autonomía liderizada por Maurice Bishop, quien fue asesinado durante los actos contra esa isla del caribe.

A la Intervención militar de EE.UU. contra Granada se le dio el nombre de Furia Urgente.

Posteriormente Estados Unidos ha sometido a la humanidad a todo tipo de acciones militares sin el consentimiento de la ONU, todas ellas con pretextos supuestamente democráticos y humanitarios; de carácter y magnitud desproporcionada en el terreno militar:

Panamá, 1989 Operación Causa Justa contra Panamá.

Intervención unilateral de EE.UU.

Irak, 1991 Operación Tormenta del Desierto

Intervención de la OTAN con la sanción de la ONU

Somalia, 1993

Intervención de EE.UU y una serie de países con la sanción de la ONU

Yugoslavia, 1995

Operación de la OTAN sin la sanción de la ONU.  Operación Fuerza Deliberada. Los serbios de Bosnia fueron sometidos a bombardeos aéreos por aviones de la OTAN.

Afganistán y Sudán, 1998

Ataque militar unilateral de EE.UU. Operación Alcance Infinito.

Yugoslavia, Nuevamente en 1999

La intervención de la OTAN sin sanciones de la ONU. Se presentó como una "intervención humanitaria". La capital de Yugoslavia, Belgrado, y otras ciudades del país fueron atacadas con cohetes y con bombas.

Afganistán, 2001 - hasta hoy

Intervención de la OTAN y sin la sanción de la ONU

Irak, 2003

Intervención de EE.UU. y algunos aliados sin autorización de la ONU

Pakistán, Yemen, Somalia, 2002 - hasta hoy

Ataques con aviones no tripulados sin autorización de la ONU.

 Libia, 2011

Intervención de la OTAN con la sanción de la ONU en los cielos de Libia se estableció una zona de exclusión aérea. Los países de la OTAN lanzaron bombardeos contra las fuerzas e instalaciones gubernamentales en el país. Oficialmente la guerra terminó con la muerte de Gaddafi en octubre de 2011.

Algunos funcionarios de la ONU han criticado reiteradamente las acciones de EE.UU. afirmando que Washington sigue haciendo caso omiso de los riesgos que estos ataques suponen para la población civil.

Actualmente, los estadounidenses consideran pocas opciones en Siria, esto es debido a que no se encontrarán con un territorio indefenso (como el caso de los Palestinos en la cárcel mas grande del mundo Gaza) o con un país desarmado por presiones de la comunidad de cancerberos y adláteres de los estadounidenses.

Es por ello que las fuerzas imperiales no podrán usar tropas invasoras de desembarco: para el pueblo estadounidense, cansado de guerras que comienzan a manifestar sus efectos en la precaria economía y en el recorte a los programas sociales de ese país, la muerte de jóvenes enviados como carne de cañón a las guerras sería un detonante peligroso de convulsión social interna.

Así mismo,  la defensa anti-aérea Siria parece estar capacitada de infligir severos daños a la aviación invasora, con la muy segura posibilidad de la pérdida de muchas naves de ataque.

Desde mayo de este año, Siria había recibido un sistema de misiles  ruso S-300 con el que tiene la capacidad de neutralizar una buena parte de la andanada de misiles de largo alcance Tomahawk (1.600 kilómetros de alcance y capaces de portar cualquier explosivo, incluyendo cabezas nucleares) que serían lanzados a Siria desde la flota estadounidense que está al acecho en las aguas cercanas (a pesar de la negativa de Egipto a prestar su territorio para el lanzamiento de ataques); además desde los emplazamientos en territorio Israelí, relativamente a un paso de Damasco.

Un último elemento a sopesar por los halcones guerreristas criminales  del pentágono  es la posibilidad muy concreta de que Irán entre en el conflicto, lo que complicaría el panorama operativo de las tropas imperiales y sus aliados.

No es secreto para nadie que la situación cotidiana en Irak y Afghanistan está casi fuera de control por parte de las tropas invasoras (como se puede apreciar en la escalada de acciones de la resistencia en esos países).

Hay además un ánimo anti-estadounidense en Pakistán por los asesinatos y daños causados a la población civil desde el año 2004 por parte de los Drones estadounidenses (aviones no tripulados, letalmente armados) con el supuesto pretexto de eliminar focos de la resistencia Talibán en ese país.

Podría suceder que las golpeadas fuerzas de la resistencia en Libia (país que se repartieron los socios criminales de EEUU) se vieran animadas a operar contra objetivos económicos y militares de las fuerzas invasoras.

Todo parece indicar como ha dicho Basem Taljedine, que las aspiraciones imperiales sobre Siria  no les son del todo favorables, podrían despertar el duende de Gamal Abdel Nasser en la región y salirles el tiro por la culata.

Esperemos que no se desaten los demonios de la guerra con su secuela de muertes y daños severos e irreversibles al planeta por el uso de armamento con uranio empobrecido.

Desde mi opinión personal, el apoyo táctico de Rusia (evidenciado en el despliegue de unidades marítimas en la región) no decidirá el curso de una posible guerra, ella solo puede ser superada por la firme convicción de las fuerzas vivas de lo posible involucradas en la resistencia (solo el pueblo salva al pueblo), armadas con su mejor recurso: La Identidad , o sea, los paradigmas que la constituyen como un todo, como una región con particularidades propias (hay que recordar a la Jamahiriya Árabe Libia) y la autopercepción como cultura milenaria a la que el metarelato occidental quiere aniquilar.

No se puede invocar a los derechos humanos violando los derechos humanos; Exportar la democracia occidental a punta de bombardeos y mercenarios es un acto de HIPOCRECÍA.

Paz, Paz, Paz, y sobre todo, uso de la capacidad de discernir y la tolerancia.

Salud!!!

diegosilvasilva@cantv.net



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Diego Silva Silva

Compositor- Guitarrista- Investigador-Articulista-Conferencista. Licenciado en Educación. Ha recibido, entre otros reconocimientos (en las áreas de la música sinfónica, de cámara, electroacústica): Seis Premios Nacionales de Composición, Siete Premios Municipales de Música; el Premio Latinoamericano de Composición Casa de las Américas; ha presentado sus obras en Moscú, EEUU, Cuba, Nicaragua, Francia, Inglaterra, España, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Uruguay, Siria y Canadá; Investigador de la música del pasado colonial de Venezuela (restauró un extenso legajo de Canciones Patrióticas Sinfónico Coral caraqueñas desconocidas); ha estudiado las diferentes manifestaciones de la gran diversidad que representan las músicas de América y el mundo no occidental; fue asesor del departamento de investigaciones culturales del Ministerio de Cultura de Nicaragua (1983-1987); fue Vice-presidente de la Sociedad Venezolana para la Música Contemporánea y Presidente de la Comisión Artística de la Orquesta Filarmónica Nacional. Ha dirigido la Orquesta Sinfónica Venezuela, la Municipal de Caracas, de los Llanos, de Falcón, de Aragua, la Filarmónica y otras agrupaciones orquestales incidentales. Ha sido guitarrista acompañante de: Gloria Martín, Alí Primera, Lilia Vera, Cecilia Todd, Los hermanos Godoy, Isabel Parra entre otras y otros. En los años 70 fue miembro Fundador de la Camerata Renacentista de Caracas en donde se desenpeñó como laudista, vihuelista, violinista y percusionista.


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