El título de este artículo no es de mi autoría, pertenece a un whatsaap que me envió Andres Aguilar (a quien pedí permiso para hacerlo público, de otro modo no lo haría).
Para contextualizar su pregunta, colocaré completo el texto:
La verdad es quisiera saber quienes son esos amigos de Saman que lo pusieron hacer el ridículo en las elecciones para elegir alcaldes del domingo 10, para llegar de cuarto, muy lejos de Erika Faria y de los dos aspirantes de la oposición. Con amigos así ni al cielo, la pinga. Ese fue un golpe bajo para Saman y carrera política. Así lo veo yo, Andrés Aguilar-Pérez (Papote)
Quiero comenzar por cuestionar el final del escrito, el asunto de la "carrera política".
Los revolucionarios no hacen carrera política, hacen revoluciones o intentan hacerlas; si el resultado de ello es una carrera política, como la hizo Fidel, por ejemplo, es un efecto secundario que puede o no asumirse. (Sandino y El Ché y otros muchos no la quisieron, y lo demás es historia).
En Venezuela, los que hacen "carrera política", son algunos de los que entran al tren de gobierno en un cargo y de allí van rotando indefinidamente hacia otros...a veces con tres o cuatro cargos a la vez, y se hacen PROFESIONALES DE LOS CARGOS; al final terminan dándole más importancia y relevancia a su permanencia en el cargo (o los cargos), y de allí la pátina de su "carrera política", porque nunca pudieron lograr lo que se supone que pregonaron cuando aspiraron a ellos.
Lo de "hacer el ridículo" , creo que es un comentario desafortunado (estilo ponzoñoso, intrigante y evidentemente malintencionado...como lo calificó un sociólogo a quien se lo envié), porque cuando un revolucionario aspira tener un espacio, para el cual se siente obviamente competente, no lo hace como si se tratara de la venta de un producto comercial, como el candidato de los slogan y las campañas publicitarias (mercadotécnica del capital aplicada a la política); sino desde proposiciones y enunciados que inciten al debate y a la participación, que es exactamente lo que hizo Eduardo Samán, y hasta donde yo comprendo el derecho humano a la disertación, esto no es "hacer el ridículo".
Samán accionó contrariamente al considerado "candidato" ideal, que se escuda tras iconos, signos, imágenes; en una presencia paradigmática, que concierne solamente a aquellos elementos que fueron seleccionados de entre quienes podrían ocupar estructuralmente la misma posición.
Lejos de hacer el ridículo, Samán abrió un resquicio en el impenetrable monolito del gobierno y las instituciones: impenetrable para la participación, la discusión, el debate y la rotación en las responsabilidades; pero no para la corrupción y la unilinealidad del pensamiento, confundida esta última con lealtad y disciplina.
Respondí con un correo de voz al autor del escrito, diciéndole que yo me contaba entre quienes apoyaron a Samán y le manifesté algunos obstáculos:
invisibilidad (no se le permitió participar de espacios en TV, Radio y Prensa, como si lo pudieron tener otros candidatos, en particular Erika Farias, que contó con muchos minutos diarios, transmitidos a veces en vivo);
escamoteado por el CNE (las maniobras para aceptar su candidatura y el caso de la negativa a que su imagen estuviera en el tarjetón, desvelaron temor e inconsistencia);
quienes le apoyaron institucionalmente fueron presionados (un funcionario pone su cargo a la orden cuando hay cambios administrativos...pero que extraño que sucede justo cuando hay un acercamiento a Samán), sabemos de organizaciones sociales que no se pronunciaron por temor a perder espacios legitimamente conquistados;
sin recursos económicos ostentosos (los afiches de la candidata del psuv estaban de a tres en un mismo poste, uno frente a otro, y a escasos metros de distancia).
Ello motivó a que el autor del escrito respondiera que al decir esto, me estaba yendo por las "ramas" políticamente..., si esas son las ramas, de allí cuelgan entonces por racimo los frutos de la negación a la verdad, y tarde o temprano, su peso terminará rompiendo el tallo y al perder el contacto con la raíz, ya sabemos lo que sucede.
En otro escrito del mismo Andres Aguilar, habla de disciplina, y a ella me referiré ahora:
La disciplina que se les exige a los partidarios del partido de gobierno a la hora de aceptar los candidatos impuestos y algunas resoluciones, determinaciones, decisiones o proyectos (como la minería a cielo abierto, o los millonarios festivales y conciertos en tiempos de crisis), no es propia de los partidos políticos de cuadros, ya que justamente, al formarlos como tales, estos inciden en las propuestas y decisiones y podrían revertir una orden emanada desde instancias superiores de la organización; pero el psuv no es precisamente un partido de cuadros, y entiendo que no quieran serlo, ya que es un partido policlasista, con presencia de ideologías que pueden colisionar si se les analiza concienzudamente (el discurso muchas veces contradice las acciones... citan a Simón Rodríguez, pero practican la dependencia y a veces, contribuyen a la neocolonización), y sin ofender a una buena parte de su militancia entre quienes hay gente que respeto, quiero y aprecio, es muy lamentable que desde ese partido es de donde se han manifestado muchos de los protagonistas de casos relevantes de corrupción, desfalco, y traición a la patria de los últimos años...claro, es muy fácil decir "ellos no eran auténticos de "esto" o de "aquello"...pero cuando les convenía si lo eran, y estaban en cargos destacados en esa organización.
El asunto de la disciplina, lleva al confundido Andres Aguilar a concebir al Poder Político con la administración pública.
El poder político no se tiene por poseer un alto cargo: el poder político lo tienen quienes logren movilizar y aglutinar a las fuerzas vivas de lo posible desde enunciados que convoquen la autonomía cognitiva, la capacidad analítica; que representen sus intereses sin adoquinarlos (Chávez tuvo una vez el poder político en este sentido); y que les permitan accionar políticamente para hacer valer sus derechos inclusive de modo espontáneo (tenemos un caso concreto en Simón Planas...el poder político ES DEL PUEBLO, y lo representa momentáneamente Angel Prado).
Confundir el poder político con la "capacidad de maniobra", a partir del manejo del erario público para entregar bienes a la población es un error básico de interpretación de los protagonismos.
Si Lorenzo Mendoza se lanzara a candidato, con el tácito apoyo de las fuerzas imperiales y sus acólitos internos representados en el cuerpo de empresarios especuladores y depredadores, no le sería difícil ofrecer cajas de comida, como las de los claps, o inclusive, más completas; como aquel candidato de la telenovela "Por Estas Calles", Don Chepe Orellana, que hacía campaña repartiendo cajas de comida y montando tarimas con grupos de "animación", en las barriadas.
Entonces, la práctica del "regalo", el "bono" o "gratificación" se hace nociva y se vuelve contra el mismo gobierno que cree tener el poder político afianzado en estos elementos tan efímeros, cuando "otros" pueden también ejercerlos para convocar... y Samán representa justamente todo lo contrario de estas prácticas heredadas en Venezuela de los gobiernos de AD y COPEI y que hoy subsisten.
En lo personal, nunca pensé que ganaríamos la Alcaldía sino que abriríamos un espacio y el honor de vivir el levantamiento de David. Los logros de los revolucionarios no se miden como los caballos en una carrera: entre primeros, segundos, terceros y cuartos lugares ("para llegar de cuarto, muy lejos de Erika Faria y de los dos aspirantes de la oposición" A.A); porque en la política electoral eso puede cambiar, como cambia la posición de un ascensor; el logro que aspirábamos muchos, está más allá de esos lugares de raiting y espacios mediáticos; está en el corazón y las consciencias de los que no aceptan el silencio como modo de existencia.
Goliath es muy poderoso, tiene armadura, ejército y armamento sofisticado...
pero hoy, el yelmo de Goliath luce sin brillo y un tanto de-colorido (EL CNE),
la armadura aunque sólida, está un poco chamuscada (LA ANC),
y a pesar de tener riquezas para asegurarse grandes ejércitos, su lanza tembló (PSUV),
y todo ello, con solo un soplo de dignidad de David.
VIVA SAMÁN
salud!!!
PD.- Lo escrito aquí puede aplicar también para Manuel Isidro Molina, respaldado por gente de muy sólida e incuestionable trayectoria de luchas, a quienes hago llegar mis respetos.