¿Por qué no amar lo tuyo, lo que te da de comer?

Aquí me gustaría compartir las observaciones de un lector, que al parecer, es un extranjero viviendo en Venezuela o que trabaja/comparte con venezolanos. Considero que sus comentarios son bastante lucidos, y bien articulados. Tienen que ver con los venezolanos y las venezolanas, y nuestra mentalidad, o la cultura colonialista, y como esta realidad nos afecta. Aquí sigue:

Sr. Heck, leyendo su artículo de ayer, recordé algo que siempre me llama la atención y es que muchos venezolanos pareciera que no quieren a su país ó consideran que casi cualquier cosa, proveniente de afuera debería ser mejor que lo nuestro. En general en sus comentarios, apreciaciones, juicios; ellos mismos quedan muy mal parados, ¿será tan sólo un problema de autoestima? ¿restos de colonialismo? ¿transculturización?.

En mi opinión, de lo que yo pueda ver, es que estamos, en este mundo, todavía viviendo ampliamente la colonización. La diferencia entre la “época” de colonización que nos enseña la historia (digamos entre 1500 y 1900), fue la colonización Europea principalmente, pero desde 1900, estamos viviendo la extensión de la colonización desde el norte, hoy, principalmente dirigido y ejecutado por EEUU y la OTAN, es decir, en el año 2200 los libros de historia dirán que la “época de la segunda gran colonización” ocurrió entre 1900 y 2100. Lo que ocurre, es que estamos dentro de esta colonización, entonces, ya que para nosotros ocurre muy lentamente, no nos damos cuenta. Entonces, la reacción o el comportamiento del que hablas, y es algo muy evidente, es simplemente un comportamiento del ser colonizado.

Puedo decirle que por lo menos en la clase media lo veo casi todos los días, todos ellos andan buscando algún antepasado de país "desarrollado" del cual sí se sienten orgullosos, así no sepan nada de él, ni cuán lejos esté en el árbol genealógico. De verdad, que es digno de estudio, pues sé de otros latinos que sí se sienten a gusto con su nacionalidad.

Correcto, es algo muy interesante. Leí un libro que se llama, Los Desposeídos de la Tierra, por Franz Fanon, creo que es el único libro que he leído que describe este comportamiento de manera precisa, aunque no leo mucho porque soy severamente disléxico.

En algunos casos se nota qué están deslumbrados con la arquitectura, con el funcionamiento de los servicios públicos etc., que vemos cuando vamos de turistas, pero siendo adultos y apreciando lo bueno de cualquier cultura ¿por qué no amar lo tuyo, lo que te da de comer, lo que te cobija?

Ay, aquí pudiera hablar todo un libro completo. Hace unas horas le escribí a una sobrina que vive este dilema, y no entiende lo que le pasa. A ver si lo puedo decir de manera concisa. El capitalismo, que tiene su origen con el comienzo de la “civilización” hace alrededor de unos 10,000 – 12,000 años, se basa en la propiedad, y en la fuerza o el poder para mantener el control de esta propiedad y su productividad. Para tener éxito en este sentido, había primero que proteger la propiedad con fuerza (armas), y en seguida controlar la mano de obra, a palos, por la fuerza bruta. Es cuando se inventó el concepto de Dios, el cual se ha usado desde entonces, de manera exitosa, por el capitalismo, para erradicar del ser humano la creatividad y voluntad propia de vivir, lo innato. Al asegurar esto, el ser humano es fácilmente colonizado por el más fuerte, no solo físicamente, pero moralmente (con la religión), mentalmente (con la educación falsa y controlada), y culturalmente (con la desinformación y el control de la información, y música, etc.). De esta manera se debilita al verdadero ser humano hasta el punto donde ya no es él, es simplemente un producto fabricado. Somos hechos de átomos, los cuales son espacios vacios de materia, pero llenos de corrientes electromagnéticas, entonces la percepción de que “somos hechos de carne y hueso” es una fantasía, y es esa fantasía que nos limita en todo aspecto. Por ejemplo, los chamanes saben mucho sobre esto, y la mayoría de los Indígenas, pero el pueblo colonizado ha perdido la vista de lo que él es, porque no sabe quién es. Lo que ve en el espejo es una copia barata del colonizador. Algo así, creo yo.

Bueno, A., gracias, y saludos. Oscar

Saludos, A.


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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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