Y no puede ser de otra forma porque viven casi siempre, desde siempre, una guerra por el estatus y las apariencias y el control sobre los demás y la propiedad privada y el egoísmo y el anti cristianismo. Imposible que puedan tener paz consigo mismos porque viven para pagar las cuotas de los carros, las cuotas de los seguros, la mensualidad del club, la mensualidad del colegio privado, el viaje a Miami, la mensualidad súper cara de la casa (porque no quisieron pagar una mas modesta que se adaptara mejor al bolsillo y a la tranquilidad), la clínica hasta por un resfriado, los zapatos de marca, la ropa de marca, los perfumes caros, los centros comerciales, las cirugías estéticas, el celular de ultima generación y las exquisiteces de Exelsior Gama o el whisky del mas viejito.
Es la guerra de la lógica del capital contra la paz de los pueblos aquí y en todas partes. Guerra que psicológicamente extienden incluso a los que, no perteneciendo a su clase, asumen también ese conjunto de manías, fiebres, consumismos o modas que no satisfacen necesidades reales, pero por lo que están dispuestos a matar o hacerse matar o incitar a otros a que se maten entre si porque ellos en su afán de consumo desmedido y de querer controlarlo todo, en su egoísmo, en su comodidad y en su cobardía, a la larga no tendrán tiempo ni cabeza, ni voluntad real para una guerra. Que la hagan los pendejos. O sea nosotros contra nosotros mismos. Es lo que quieren en lo mas profundo de sus corazones.
Y es aquí donde tenemos que alzar la paz los y las socialistas como un gigante muro de contención que llegue al cielo. Nuestra paz comienza por alejarnos de aquellas practicas que alimentan la depredación del capitalismo. Ya no es sostenible ni justificable ni perdonable que una persona que se asuma chavista o socialista en publico o de palabra ande en las mismas de los que quieren la guerra: comprando barato para vender caro, acaparando, ejerciendo el poder con irrespeto hacia los pobres, aparentando cosas que no son, haciéndose cirugías y vistiendo marcas, oliendo a perfume caro, paseandose en carros lujosos, tomando whisky parejo, rindiendo culto a los centros comerciales y a Disney y a Mac Donald`s, comiendo comida chatarra, encalentandose lo que debe ser de todos y todas, negando la solidaridad al necesitado o haciendo como decía Ali Primera “olvidándose del que no come mientras se llenan la barriga“.
La paz económica nuestra solo es posible con un socialismo verdadero, con honestidad, trabajo, sólidos criterios ecológicos y, muy especialmente, con el ejemplo practico cotidiano y un altísimo sentido de la honestidad y la solidaridad.
No es el dolar ni es mas papel toilet. No es mas ministerios ni mas discursos. La guerra económica de ellos puede triunfar si la paz económica nuestra no se fortalece y se muestra en todo su esplendor. Si nosotros no damos el ejemplo de nuestra paz económica, basada en la humildad, el trabajo y la solidaridad camaradas, lamentablemente ellos ganaran.
Creo que todavía hay esperanza para que triunfe la paz económica socialista. Estamos a tiempo y somos mayoría.
Viva Chavez.
rafa_ven21@yahoo.es