EEUU inocula su locura al mundo

El frenesí imperial de las administraciones gubernamentales estadounidenses ha conducido a su sociedad, a la lujuria de sangre, dolor y lágrimas, porque dirigen y conciben  a la propia población como punta de lanza para defender los intereses y beneficios de los magnates y propietarios de las empresas que son en esencia quienes gobiernan a ese país del norte.

El delirio imperial utiliza como pretexto la Seguridad Nacional y bajo tan recurrido y socorrido esquema han borrado de la faz de la tierra a otros pueblos, naciones y culturas que están ubicadas a muchos, pero a muchísimos kilómetros de distancia, vale decir, en otros continentes que hasta la propia población estadounidense no sabía qué existían.

La imposición imperial no es sólo impuesta a otras naciones, países y sociedades, es también impuesta dentro de sus fronteras, es un país cultivado con el fervor del miedo, del terror hacia otros países y de allí que la argumentación de sus cinturones de dominación interna es que alienta la creatividad, laboriosidad y talento de una sociedad pero con el signo del miedo y del terror por eso que el paroxismo de la dominación les lleva a la mediatización, a la alienación de la propia población en su cotidianidad de la vida, por lo que les induce a creerse superior y destinados a dominar el mundo, de allí que le resulta menos difícil sumar a parte de su población a servirle al capital, al capitalismo y al Imperialismo estadounidense de forma dócil y en consecuencia, a destruir a otras naciones sin el mayor remordimiento, ni a quiénes rendirles cuentas de sus actuaciones.

Cuando los planes de dominación imperial se trasladan a las distintas coordenadas mundiales con sus portaviones repletos de pertrechos mortíferos que no queda espacio para que se trasladen allí, sus academias de filosofía y derecho, la de ciencias sociales, ni menos la de historia y ni que decir de las de diplomacia, que esta última se concreta, a unilaterales ruedas de prensa sin interactuar con los y las periodistas que parecen de madera.

Lo cierto, es que ni siquiera se cuidan de las formas e ignoran de plano, las normas legales internacionales, les resulta indiferente los organismos internacionales con sus copiosas jurisprudencias de convivencia humana, de lo demás, se encargan sus portentosas cadenas de medios de comunicación que justifican su accionar en “pro de la humanidad”, mientras deliberadamente opacan o ignoran las pocas voces disidentes internas como también distorsionan o distraen u obstaculizan las señales de satélites o de las antenas repetidoras de las televisoras o medios que en el mundo tengan una visión contraria o hasta tímida de la interpretación de los hechos que en el ámbito internacional acontezcan.

Las administraciones estadounidenses soslayan las agudas crisis internas o tan pronto las avizoras, las distrae hacia otros ámbitos, por eso es que deliberadamente y partiendo de competencias comparadas tiene que frustrar los avances o crecimientos sostenidos que han tenido otras naciones y entonces envolverlas en conflictos internos e internacionales para impedirle u obstaculizarle su nivel de avance pero siempre con el propósito de pasarla a depender del nivel de desarrollo que les marque el propio EE.UU.

La “Vieja Europa” como la llaman desde las alturas del poder estadounidense -hasta de forma pública desde un par de década para acá- está rendida a sus pies porque ha sido timorata su reacción ante el descaro de EE.UU de espiar hasta a los propios mandatarios y mandatarias de los países “potencias” de la “Vieja Europa”, ya eso es un indicador del nivel de postración de Europa a los pies de EE.UU. Qué no decir de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) su brazo ejecutor de dominación o mascarada de dominación.

El Sur existe…se escucha a lo lejos y desde América Latina y el Caribe se percibe el eco histórico que se lleva por delante a los articuladores internos proimperialistas que ya no tienen argumentos para maniatar pueblos y gobiernos. En estas latitudes, hay que apresurar el paso para que expresiones orgánicas en el plano político, económico, cultural estén asidos al hilo histórico y las afectaciones letales sean a menor costo con el aprendizaje de las luchas de la humanidad y la inspiración de nuestras glorias patria.

El Imperio es un sistema en aprieto y sin la razón histórica pero con el desespero coyuntural y el peligro a desmontar es que tiene en sus manos los botones del tablero de los controles de fuegos de sus portaviones y demás innovaciones científicas portadores de las muertes y destrucción que pone en peligro hasta la existencia misma sobre la faz del planeta tierra.



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Gaspar Velásquez Morillo

Perfil de Gaspar Velásquez Morillo. Venezolano. Lic. en Periodismo egresado de la Universidad de la Habana Cuba. Master en Periodismo por la UNESCO. Candidato a Doctor en Ciencias para el Desarrollo Estratégico. Línea de Investigación: Gestión Pública Bolivariana. Especialista en Políticas Públicas. Especialista en Ciencia Política. Profesor Universitario en Pre y Postgrado. Facilitador de Procesos Socio-Políticos y Educativo. Asesor Político Comunicacional. Consultor de la Asamblea Nacional 2001 2005 en la Ley Orgánica del Poder Público Municipal y Ley de la Defensoría. 1er Secretario del Consejo Legislativo del estado Trujillo en la República Bolivariana de Venezuela, año 2000.

 gaspar_velasquez@yahoo.es      @gasparvelasquez

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