Cuando la derecha de la Revolución vivía el idilio de haber encontrado el capitalismo con rostro humano, un capitalismo sin máculas; cuando pensaban que ahora sí podrían concretar su espejismo de un Socialismo sin tocar al capitalismo, sin mojarse más arriba de las rodillas, sin riesgos, donde oligarcas y desposeídos se dieran la mano y los jacobinos trasnochados fueran execrados; cuando todo era fiesta… llega una calificadora de riesgo china, la Dagong Global Credit Rating Co., una agencia de calificación de riesgo china creada en 2009, con sede central en Pekín y perteneciente al Banco del Pueblo de China, el equivalente al Banco Central de Venezuela, llega, repetimos, y acaba con la alucinación, con los vapores de la fantasía. Veamos la noticia:
"La principal calificadora de riesgo en China, decidió rebajar la calificación de la deuda venezolana de BB+ a BB- con “panorama negativo”. La calificación BB- para la calificadora Dagong corresponde a inversiones de “riesgo o especulativas” muy propensas a “los cambios económicos” del emisor.
El informe de la calificadora, publicado en su portal web y fechado el 1 de julio pasado, señala duras críticas al manejo de la economía y de las finanzas públicas en Venezuela: “serios desequilibrios macroeconómicos arrastrarán a Venezuela a la recesión en el corto plazo y exacerbarán el riesgo de intranquilidad social. Su gran déficit fiscal, insuficientes reservas internacionales y la presión de la significativa devaluación de la moneda local contribuyen a una evidente tendencia de decrecimiento en moneda local y extranjera para el gobierno”.
“En el corto plazo, las políticas de medidas como la intervención administrativa directa y la expansión fiscal apenas pueden resolver el desequilibrio estructural interno, y a la prolongada recesión económica se le añadirá la incertidumbre política. El alto déficit fiscal aumenta la presión sobre el financiamiento del gobierno, elevando sus deudas. Por otra parte, en vista de los riesgos de devaluación de la moneda local y la grave escasez de reservas internacionales, la solvencia del gobierno tanto en moneda local como extranjera enfrenta a grandes riesgos. Por lo tanto, Dagong mantiene una perspectiva negativa para ambas calificaciones soberanas en moneda local y extranjera de Venezuela para los próximos uno o dos años”.
Según Dagong, las principales razones para degradar las calificaciones crediticias soberanas de Venezuela son:
1. La escalada de los riesgos económicos amenaza la estabilidad política de Venezuela y el medio ambiente de amortización de la deuda que tienden a deteriorarse. Después de la muerte del ex presidente Hugo Chávez en 2013, Nicolás Maduro ganó las elecciones presidenciales por un margen estrecho. La transición pacífica del poder político se estabilizó la situación interna por los momentos. Sin embargo, la ineficacia que el gobierno muestra en el trato con el desequilibrio estructural de la economía y el deterioro de los resultados de seguridad social han resultado en un creciente descontento de la población con el gobierno, lo que debilita el fundamento de gobierno hasta cierto punto. En consecuencia, el riesgo de inestabilidad política en el futuro aumenta.
2. El daño a la capacidad de creación de riqueza causada por desequilibrio económico arrastrará a la economía a una recesión en el corto plazo y a la carencia de impulso para el desarrollo económico en el largo plazo. Los problemas estructurales acumulados a través del tiempo, tales como los tipos de cambio sobrevaluados y la alta inflación se exacerbaron en 2013. A pesar de que el gobierno hace esfuerzos para estimular la economía mediante una regulación integral y la expansión fiscal a gran escala, la subsiguiente hiperinflación y devaluación de la moneda distorsionarán aún más la estructura macroeconómica. Por otra parte, la declinación en la producción petrolera y la fluctuación de los precios internacionales del petróleo harán difícil un impulso visible de sus exportaciones. En consecuencia, se espera que Venezuela tendrá una contracción económica del 2,3% en 2014. En el mediano plazo, la insuficiente inversión en la industria del petróleo frenará el ejercicio de la ventaja competitiva que significan sus reservas petroleras, mientras que el desequilibrio macroeconómico persistente socavará aún más el impulso endógeno para el crecimiento económico. En este sentido, la economía de Venezuela se estima que crecerá a un ritmo lento en el mediano plazo.
3. El déficit elevado fiscal se suma a la carga de la deuda del gobierno. Sujeto a la recesión económica en el corto plazo y la intensificación del descontento social, el gasto público compensatorio seguirá creciendo rápidamente, creando una mayor presión para las finanzas públicas. En 2014, el déficit fiscal se ubicará en 14,7% del PIB. Con la necesidad de financiamiento a gran escala del déficit, la carga de la deuda del gobierno se eleva rápidamente. Se estima que la deuda pública alcanzará el 52,2% del PIB, y posiblemente supere el 60% en el año 2018. Dados los profundos problemas estructurales de la economía y de las finanzas del gobierno, es difícil alguna mejora fundamental de la situación fiscal en el mediano plazo, y por ello la solvencia del gobierno se verá afectada de forma significativa.
4. El déficit de la balanza de pagos y la insuficiencia de las reservas internacionales añaden más presión sobre los pagos internacionales y el riesgo de pago de la deuda externa se eleva significativamente. Debido a la disminución de los ingresos por exportaciones de petróleo, así como la fuga de capitales, la balanza de pagos de Venezuela registró un ligero déficit en 2013, pero difícilmente el déficit podrá ser limitado en el corto plazo teniendo en cuenta los riesgos económicos crecientes. En 2013, las reservas internacionales cayeron a 5,7% del PIB, que cubren apenas el 95,6% de la deuda externa a corto plazo y el 19,4% de la deuda externa total. A corto plazo, los riesgos sobre la solvencia de la deuda externa tienden a aumentar a la luz del deterioro de la balanza externa que plantea más presión sobre la devaluación de la moneda local, así como la escasez de las reservas internacionales."
El trato del Banco Central de China más capitalista no podía ser. Nos preguntamos cuándo la Revolución va a desechar las ilusiones socialdemócratas y avanzar hacia el Socialismo, cuándo se darán cuenta de que Chávez tenía razón: el camino es el Socialismo.
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