Revisando la coyuntura actual de los cambios previsibles en las relaciones de EE.UU y Cuba, los retos son enormes ya que EE.UU persigue a largo plazo derrocar tanto la Revolución del Socialismo Bolivariano asi como la Revolución Cubana. En primera instancia EE.UU intentará perturbar las relaciones de hermandad y solidaridad entre los países Latinoamericanos y especialmente entre Cuba y Venezuela.
El empeño del Imperialismo es buscar condiciones que propicien una especie de "insatisfacción" social inicial que desemboque en acciones similares a las revoluciones de colores de Europa del Este y la Primavera Árabe, pero esta vez en Cuba y en Venezuela. Todo este escenario es más dificil de enfrentar si los capitalistas unidos bloquean las posibilidades de desarrollo soberano de nuestros países, mediante bloqueos invisibles de las finanzas nacionales a través de la manipulación de los precios del petróleo, los ataques a nuestras monedas, el chantaje de la baja en la calificación del riesgo país, el ataque de los fondos buitres y, el intento de romper los mecanismos de integracion como el Alba, Mercosur, Unasur, Celac y Petrocaribe.
El próximo año 2015 el Imperialismo intentará derrotar definitivamente la Revolución Bolivariana ya que piensan que se han creado las condiciones objetivas y subjetivas para llevar al poder a sus lacayos en Venezuela. Nuestro fin como socialistas es cerrar filas y mejorar la calidad del liderazgo obrero, popular, del PSUV y del GPPSB para mantener activos todos los mecanismos de conexión entre las masas populares y el liderazgo nacional, como condición necesaria para sustentar el impulso de las misiones sociales, los proyectos que beneficien a todo el pueblo y la producción en las empresas socialistas.
Es el momento de recordar y asumir como propio de cada uno de nosotros y en colectivo el nuevo Juramento para continuar la refundación de la Patria y la consolidación del Socialismo Bolivariano , que realizamos en la Avenida Bolívar con el Presidente Obrero Nicolás Maduro el pasado lunes 15 de diciembre cuando la Espada de Bolívar volvió a brillar en el horizonte de Suramérica.
