El enemigo principal de los procesos revolucionarios en el mundo siempre ha sido el imperio. Así vemos a lo largo de la historia de la humanidad procesos de cambio y transformación que han sido cercenados en el camino por los imperios en cada época.
En nuestra Patria Grande, América, pudimos ver como el intento de una sociedad mejor por parte del pueblo Guatemalteco cuando eligió a Jacobo Arbenz presidente y su gobierno intento hacer cambios favorables al pueblo fue obligado a renunciar el 27 de Junio de 1.954, porque era un peligro para los intereses del imperio norteamericano y las empresas bananeras transnacionales establecidas en esa república de nuestra América.
1.970 el pueblo chileno elige al Dr. Salvador Allende como su presidente marcando la pauta en nuestro continente. Antes que Salvador Allende tomara posesión como presidente ya el imperio buscaba la forma de derrocarlo tal como se evidenció en los documentos desclasificados de la C.I.A.
Para el presidente Nixon y sus lacayos era imprescindible evitar que Allende tomara posesión e hizo todo lo posible para que ello no sucediera. No habiendo logrado el objetivo y por cuanto el gobierno de Allende demostró ser un gobierno del pueblo tomaron todas las medidas para su derrocamiento lo cual sucedió el 11 de Septiembre de 1.973 con el conocido saldo de miles de muertos y desaparecidos.
Son muchos los ejemplos, pero culminamos este recuento con el caso de la heroica hermana república de Cuba, la cual ha resistido heroicamente los embates del imperio durante más de 50 años de bloqueo económico que hoy pareciera querer llegar a su fin.
Ellos, los asesinos, los derroca gobierno, empiezan por descalificar a los dirigentes, a su familia y su obra para desmoralizarlos y desmoralizar a sus seguidores. Con ello logran lo que se conoce como guerra psicológica generando desconcierto en las masas y aprovechando esa situación para tomar las riquezas de nuestros países, previo el baño de sangre que ello genera.
Venezuela no escapa a esa realidad y vemos como en el año 1.998 cuando el comandante supremo fue electo empezaron a descalificarlo, llegando incluso a menos preciarlo por sus características de mestizo, de indígena. En el mundo se trató de inculcar la idea de que Chávez no tenía capacidad para gobernar nuestra patria.
Demostrada la capacidad de trabajo, la inteligencia, la vocación de servicio y el rumbo que empezaba a tomar la República Bolivariana de Venezuela, comenzó el imperio su segunda fase de ataque. Ella se plasmó en las marchas convocadas por la oposición en los 10 primeros de cada mes del año 2002, hasta que el 11 de Abril dieron el golpe de estado.
Los gorilas subieron al poder pero el pueblo heroico, victorioso e invicto de Venezuela dio una demostración clara y terminante, junto con su fuerza armada, que el rumbo de Venezuela estaba marcado hacia la consecución de un gobierno socialista.
No pudieron con Chávez, no pudieron con nuestra F.A.N.B, no pudieron con nuestro pueblo y el comandante supremo volvió a Miraflores. Meses después el criminal paro económico y petrolero y nuevamente se impuso el comandante y el pueblo invicto.
Siguen los ataques, siguen ensayando formulas que en otros países, no solo de América sino del mundo les dio resultado. Hoy vemos como atacan a la familia del comandante y a los líderes principales de nuestra revolución.
Se pretende descalificar a nuestro primer vicepresidente, el compatriota Diosdado Cabello y para ello utilizan a un mercenario que por encima de los intereses sagrado de la patria coloca sus mezquinos intereses individuales.
Nuevamente están condenados al fracaso porque nuestro pueblo sabe perfectamente bien quien es Diosdado Cabello. Pueden tener la plena seguridad quienes pretenden enlodar el nombre y el prestigio de nuestro compatriota Diosdado Cabello que no lograran su objetivo y que lo que hacen es darle mayor firmeza y cohesión a nuestra revolución. NO VOLVERAN. NO VOLVERAN CARAJO NO VOLVERAN.