El cerco internacional que intenta tender el gobierno estadounidense y sus lacayos aliados en América Latina en contra de la República Bolivariana de Venezuela no tiene límites; los misiles mediático, la injerencia y la hipocresía reinante son los venenos que escupen poco a poco los voceros del imperialismo norteamericano en nuestra región, el éxito con que la UNASUR, LA CELAC y el ALBA han detenido estos ataques ha sido contundente mostrando así, que la integración y la unidad latinoamericana no tiene rival. Hay que destacar la revancha contra Argentina y Venezuela que ha desatado los EEUU, la primera el golpe mediático contra la presidenta Cristina Fernández , el cual tenía como objetivo principal desacreditar las instituciones judiciales que conllevaría a crear la matriz de que dicho gobierno es por lo tanto ilegitimo y no da las garantías de un sistema judicial creíble; para esto los medios internacionales al servicio de las oligarquías y las agencias de inteligencias montaron todo un escenario que lentamente fue desmontado. En el marco de esta misma línea se disparan sendas bombas mediáticas contra Venezuela donde incluso se pronuncian gobiernos como el de Colombia con declaraciones insolentes e hipócritas, dejando ver claramente que la conjura internacional es contra la rebelión que marco América Latina cuando de un zarpazo le dijo no a las políticas imperiales y su intento de imponer el ALCA.
Claro está que Colombia y Perú forman parte de la trilogía de injerencia contra Venezuela y Argentina, la revancha impulsada por los EEUU en retomar la región es gigantesca, la reorganización de las fuerzas contra los miembros de los organismos internacionales emergentes de América Latina es bestial; ya que estos han impulsado nuevas políticas que desplazan a las viejas pero dañinas que son las que venden el imperialismo estadounidense y sus satélites pro imperialistas en nuestra región. El gobierno de Juan Manuel Santos haciendo gala de su coqueteo imperial se pronuncia de manera hipócrita e injerencista contra Venezuela haciendo a un lado que su gobierno y los anteriores donde el participo son culpables de cientos de desapariciones extrajudiciales; así como también de clara violación a libertad de expresión y aun el delito más grave que es el de entregar la soberanía del país a fuerzas extranjeras; entonces como puede hablarse de tener a Colombia y Perú dentro de la UNASUR y demás organismos internacionales creados para fortalecer la integración de las naciones de América Latina cuando estos mismos buscan de manera clara romper y quebrar la unidad de los pueblos siguiendo los lineamientos emanados desde Washington; los cuales tienen como línea dura volver a retomar a la América rebelde bajo sus garras. Ahora bien el costo diplomático al que juega santos es peligroso ya que se enseñorea de querer impulsar los diálogos de la Habana pero por otro lado golpea a Venezuela con injerencias claras sobre las instituciones venezolanas
Al igual que Colombia; Perú se está convirtiendo en una base estadounidense y también es parte de los principales organismos internacionales que le hacen contrapeso a las políticas de expansión estadounidense, entonces estas dos naciones se vienen prestando para abrirle paso a los Estados Unidos ya que con este tienen numerosos acuerdos de libre comercio que van en contra de los principios de los organismos internacionales de carácter anti imperialistas. La política de doble racero a la que juega el gobierno colombiano y el gobierno peruano es por demás hipócrita, mientras se habla de una América unida en contra del intervencionismo estos muy flamantemente permiten que sus territorios sean usados de manera contundente por la potencia más criminal y enemiga de los pueblos del mundo que claman un mundo multipolar; por lo tanto UNASUR, CELAC y el ALBA debería tomar la seria decisión de expulsar a estos dos países por atentar contra la estabilidad política de la región. El temor a los logros de la UNASUR, ALBA y CELAC han causado terror en seno del gobierno de los Estados Unidos y es por esto que por todos los medios disponibles intentan socavar a la unidad latinoamericana golpeando a sus máximos exponentes y llevar así el mensaje que otro mundo no es posible sin la intervención de la mano negra del imperialismo la cual ha sido cortada por la esperanza de los pueblos de ser libre del intervencionismo estadounidense.