La inteligencia latinoamericana y la autoagresión de USA para justificar guerras

Los pretextos de EE.UU para hacer la guerra y satisfacer las ambiciones de la élite que gobierna a ese país es algo muy viejo ya, pero es de destacar que no les importa repetir una y otra vez y, como dice el analista político Atilio Borón, nada extraño tiene que Obama (o quien manda en ese país) se hagan un autoatentado en su embajada en Venezuela para buscar la bronca.

Un asunto es seguro, al gobierno de ese país le tiene sin cuidado si deben asesinar a mas de la mitad de sus propios empleados, porque eso lo vienen haciendo desde hace tiempo.Solo basta recordar lo del incidente del “Golfo de Tonkin”, excusa de la que se valió el gobierno estadounidense que presidía Lyndon B. Johnson para hacerle la guerra a Vietnam.

Para que se tenga un a idea de la cuestión, allí fueron asesinados 2 millones de vietnamitas y perdieron la vida unos 50 mil estadounidenses. Todo lo anterior, sin contar que también gente de Laos y Camboya murió por miles y hoy día, ese país todavía es víctima de la gigantesca contaminación que resultó del bombardeo con el componente naranja.
Boron sabe muy bien los episodios de injerencia de la elite estadounidenses en los mas variados países que manifiestan su soberanía:

“Casos más recientes son los de Siria y, sobre todo Ucrania, donde el ansiado “cambio de régimen” (eufemismo para evitar hablar de “golpe de Estado”) que Washington persigue sin pausa para rediseñar el mundo -y sobre todo América Latina y el Caribe- a su imagen y semejanza se logró gracias a la invalorable cooperación de la Unión Europea y la OTAN, y cuyo resultado ha sido el baño de sangre que continúa en Ucrania hasta el día de hoy”, subrayó.

Y mas adelante afirma el analista que “Washington prohijó el golpe de Estado del 2002 en Venezuela, tal vez porque quería asegurarse el suministro de petróleo antes de atacar a Irak. Ahora está lanzando una guerra en dos frentes: Siria/Estado Islámico y Rusia, y también quiere tener una retaguardia energética segura”.

Como es obvio y natural, Venezuela tendrá que desplegar toda la inteligencia que le caracteriza para enfrentar unas agresiones que nunca se ha merecido, sino que son el resultado de los intereses corporativos y las ambiciones personales de grupos de la oligarquía, a quienes solo mueven el dinero y el poder.

Y por otra parte, estamos viendo que los aliados latinoamericanos no se quedan con los crespos hechos y ya el presidente de Bolivia, Evo Morales pidió una reunión de emergencia de la Unión de Naciones del Sur con el petitorio a la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe, CELAC, que asuma la defensa de Venezuela, vista la agresión del gobierno estadounidense.

De la misma forma, el gobierno de Ecuador manifestó su profundo rechazo a la orden ejecutiva aprobada por EE.UU contra Venezuela, "ya que supone un ataque inaceptable contra la soberanía del país".

Un país como Venezuela, con un pueblo que vive la paz, se vanagloria de ser heredera de Simón Bolívar quien fue líder de una guerra contra España por la libertad y además conceder la liberación de Colombia, Ecuador, Alto Perú (actual Bolivia) y Venezuela y por ello, no arrastra manchas en su historial como nación, nunca ha sido un pueblo que amenace la seguridad de un nacional de otro país.

Los valores democráticos de los venezolanos están hoy día en una cima muy alta, soportados por la Constitución Bolivariana, la cual resultó de una amplia consulta a sus habitantes y donde el respeto a los derechos humanos es un imperativo en el ejercicio del gobierno legítimo y democrático del Presidente y Comandante Obrero Nicolás Maduro Moros.

Quizá molesta a la élite que gobierna a los Estados Unidos que los ingresos por concepto de la venta de nuestro petróleo no vaya a las bóvedas de las corporaciones transnacionales ni a los bolsillos de los grupos oligárquicos y mas bien sea dirigida a una necesaria inversión en la mayoría de la población, inversión destinada a que los habitantes de Venezuela tengan salud, educación, viviendas, alimentación, pensiones honrosas, becas, es decir, otras condiciones de vida que le permitan mejores niveles de bienestar.

No hay área o sector de la vida nacional que la Revolución Bolivariana, diseñada por el Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, no haya intervenido para bien. Millones de personas han salido de la pobreza y ha existido un gigantesco esfuerzo para combatir el hambre, mientras la educación gratuita alcanza a casi el 100% de los escolares.

Con la misma fuerza con la que se alcanzó la libertad y soberanía que hoy disfrutamos, con esa misma fuerza respetamos a los pueblos del mundo, no intervenimos en los asuntos propios de los pueblos hermanos, pero nos mantenemos firme para no irrespetar nuestros valores, nuestra identidad de pueblo. Nos hemos dado unas autoridades legítimas y no vamos a discutir nuestros derechos claramente establecidos en nuestra Constitución Bolivariana.

¡Como no irrespetamos a nadie, exigimos se nos respete como pueblo soberano y socialista!


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Pedro Estacio


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