Nos narra en sus “Cuentos del Arañero”, nuestro Comandante Chávez, un episodio muy peculiar de nuestra historia patria, grande historia, que habla de la heroicidad de nuestros antepasados. El Rey de España, después de evaluar la situación en sus rebeldes colonias, ya en batallas por sus independencias, le recomiendan entonces: “Si queremos acabar con la guerra, hay que acabar con Bolívar, porque ese es el caudillo, ese es el más grande. Hay que acabar con el Ejército de Venezuela, y con la Armada. Si apagamos esa candela, lo demás se va a ir apagando”. Y el Rey de España, manda al “Nuevo Mundo”, así lo llamaban, la más poderosa flota que España haya enviado alguna vez a este continente. Vinieron unidades completas de caballería, con los caballos y todo, los cañones. ¿Recuerdan ustedes el batallón Valencey, que se replegó en orden hasta Puerto Cabello? Ese era un batallón del Rey, un batallón de línea, con sus oficiales, caballería, artillería, infantería. Los húsares de Fernando VII vinieron aquí. Eran tropas como de la Guardia de Honor del Rey. Y mandó a uno de sus más valerosos, inteligentes e ilustrados generales: Pablo Morillo”. Morillo recorrió todos estos mares con esa flota. Fue el mismo que sitió a Cartagena de Indias. La sometió al hierro del bloqueo y Cartagena resistió. El pueblo de Cartagena comía ratas y gatos, pero no se rindieron los cartageneros. Después sitió Barcelona y la destrozó. Ahí están los restos de la Casa Fuerte, eso fue lo que dejaron los españoles. Quemaron a Barcelona. Después se fueron a Margarita, la rodearon. Morillo le manda una carta a Francisco Esteban Gómez, que dirigía las tropas, y al pueblo margariteño: “Ríndase o no quedará piedra sobre piedra de esta isla infiel”. Y le respondió Francisco Esteban, el indio aquél: “Venga por mí. Si usted triunfara, sería el rey de las cenizas, porque aquí no quedarán ni cenizas”. Morillo desembarcó, y lo derrotaron en Matasiete los indígenas margariteños. ¡Hasta los niños salieron a pelear!”. Y sigue nuestro Comandante, relatándonos esa parte de nuestra historia: “¿Tú sabes lo que Pablo Morillo escribió al Rey de España después? Eso fue en 1817. Hay una carta de Morillo que le dice: “Su Majestad, este pueblo de Margarita, estos soldados de Margarita, salieron casi desnudos a dar su pecho contra las mejores tropas del Rey. Eran como leones y peleaban como gigantes”. Cuentan los viejos margariteños de aquella época que la isla estaba rodeada de tanto barco español que no se veía el sol, no se veía el horizonte del mar, sino barcos y barcos. Y tenían uno gigantesco: el San Pedro Alcántara, que era el barco logístico. Los españoles dijeron que el Alcántara se quemó por un incendio a bordo, por un descuido de la cocina. ¿Se hundió? ¡Lo hundieron los indios margariteños! Se tiraron al agua y lo quemaron. Ahí debe estar, en el fondo del mar”. Morillo regresó tiempo después a España y ante el reclamo de su Rey ante las derrotas, éste le responde: “Su Majestad, es que no son ningunos salvajes. Si usted me da un Páez y cien mil llaneros de Guárico, Apure y Barinas, le pongo a Europa completa a sus pies”. De esa estirpe estamos hechos los venezolanos y venezolanas de estos tiempos y más allá, los suramericanos y suramericanas de estos tiempos nuevos, tiempos de desafío a la polvareda imperialista que amenaza nuestra integridad territorial, nuestra Independencia y Soberanía Nacional.
Escribimos estas líneas y, apenas alcanzamos a leer el Comunicado de la Unión de Naciones Suramericanas, la UNASUR, destellante Comunicado que bien vale, lo reflejemos íntegro en todas sus partes:
“Los Estados miembros de la Unión de Naciones Suramericanas manifiestan su rechazo al Decreto Ejecutivo del Gobierno de los Estados Unidos de América, aprobado el 9 de marzo de 2015, por cuanto constituye una amenaza injerencista a la soberanía y al principio de no intervención en los asuntos internos de otros Estados.
Los Estados Miembros de UNASUR reafirman su compromiso con la plena vigencia del Derecho Internacional, la Solución Pacífica de Controversias y el principio de No Intervención, y reiteran su llamado a que los Gobiernos se abstengan de la aplicación de medidas coercitivas unilaterales que contravengan el Derecho Internacional.
UNASUR reitera el llamado al gobierno de los Estados Unidos de América para que evalúe y ponga en práctica alternativas de diálogo con el gobierno de Venezuela, bajo los principios de respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos. En consecuencia, solicita la derogación del citado Decreto Ejecutivo”.
Mayor muestra de Independencia y Soberanía política de los países del Sur del Continente Americano no habíamos visto en años, es parte del legado por el que trabajaron nuestros Padres Libertadores, primero Bolívar y, más recientemente, Chávez. De nada le valieron al imperio del norte, los EEUU, las intimidaciones militares incrementando sus tropas en Perú y Paraguay, como escenarios previos a esta Cumbre de Cancilleres de nuestras Naciones. La UNASUR, es tajante en su Proclama: “…la Unión de Naciones Suramericanas manifiestan su rechazo al Decreto Ejecutivo del Gobierno de los Estados Unidos de América” y concluyen: “…En consecuencia, solicita la derogación del citado Decreto Ejecutivo”. Cuánto ha cambiado esta parte de nuestro planeta, a veces no nos damos cuenta y terminamos menospreciando el ejemplo que estamos dando al mundo entero. Bien decía el Padre Libertador Simón Bolívar: “Yo deseo más que nada ver formar en América, la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria”. Y eso lo comprendió como nadie, nunca antes, nuestro Segundo Libertador, el Comandante Hugo Chávez Frías: “Tengo la certeza de que ahora sí llegó la hora de nuestros pueblos, y cuando digo ahora, estoy pensando en este siglo XXI, el siglo de nuestra redención, nuestra unidad, nuestra independencia plena como Región, como pueblo grande, como Patria Grande”. No araron en el mar nuestros padres libertadores, hoy comenzamos a ver sus frutos.
Frente a la unidad suramericana y caribeña, las expresiones de apoyo de China y Rusia, del G77, de los pueblos del mundo entero, el imperio del norte, los EEUU, comienzan a recular y enviar señales contradictorias ante semejante humillación que le está propinando la Humanidad toda. Recientemente, por intermedio de una portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki expresaban que: “El objetivo de las sanciones es persuadir al Gobierno de cambiar su comportamiento”, según informaba en The Washington Post. Aún, en los EEUU no han concientizado, si podemos utilizar ese término, que la América Latina y Caribeña dejó de ser su “patio trasero”, que no está para estar cumpliendo sus “órdenes”, que el siglo XX de nuestra subyugación, terminó. Por supuesto, para ocultar su verdadera intención y objetivo detrás de sus agresiones imperialistas, anuncian los bárbaros del norte que: “Las sanciones impuestas por EEUU contra siete militares venezolanos no tendrán un “efecto directo” sobre el sector petrolero del país, aseguró un alto funcionario de la administración de Obama en una conferencia telefónica citada por la página web de la Casa Blanca”. Nuestro petróleo, ese es el gran objetivo que se esconde detrás de esta nueva agresión imperialista. Fracasada la intentona golpista de febrero de este año, mediante la “operación jérico”, que colocó tras las rejas al ex alcalde metropolitano Antonio Ledezma y un grupo de oficiales de nuestra Fuerza Aérea. Obama, ante los reiterados fracasos de sus agentes lacayos en territorio patrio, se ha visto obligado a asumir la jefatura de la oposición política, de la MUD. Ahora, delega en su burocracia la defensa de su errática política exterior, trastocada y derrotada por la Unidad de las Naciones del Sur, de su otrora “patio trasero”, que se ha levantado con gran dignidad y decoro.
Fidel, Evo, kristina, Rafael, el Pepe, Raúl, Daniel, Putin, y con ellos y ellas, los pueblos del mundo, las voces del mundo, se han levantado como una polvareda antiimperialista contra la osadía estadounidense de agredir a la Patria de Bolívar y Chávez, la cuna de los libertadores de nuestra América. Se estrelló Obama contra todo un continente repleto de dignidad, de coraje, de cojones como dijera nuestro Comandante Hugo Chávez. De allí, la certeza de las palabras de nuestro Presidente Nicolás Maduro, quien ha estado a la altura de las graves circunstancias que atraviesa nuestra Patria: “Es tiempo de tener confianza en la fuerza moral superior que tiene la patria de (Simón) Bolívar sobre cualquier imperio inmoral que exista y sobre el imperio estadounidense especialmente. Y confiar en la fuerza de la ética bolivariana y la ética chavista, y ser capaces de actuar en consecuencia para defender nuestra sagrada soberanía”. No podrán con nosotros, Venezuela se respeta!!!