A raíz de la vitalización de la campaña electoral iniciada hace tiempo por el Gobierno, gracias a la ayuda externa proporcionada por Obama, al declarar a Venezuela como peligro para su seguridad interna y su política exterior, surgió la idea de un "firmazo" nacional que le solicitara al Presidente estadounidense la derogatoria de la declaratoria en cuestión. La recolección de firmas y los ejercicios militares y civiles defensivos ante la posible invasión fueron considerados, por quienes dirigen nuestra política, como elementos de movilización del pueblo y de la militancia votante y de remozamiento de las consignas electorales, ante una situación de cansancio y desmotivación con las alocuciones presidenciales cotidianas y las declaraciones consabidas del resto de los dirigentes chavecistas. Se trata entonces de mantener la movilización lo más que se pueda, para recoger sus frutos en las elecciones parlamentarias venideras.
Desde el anuncio del "firmazo", la gente en general, pero más los empleados públicos, los contratistas del gobierno, los beneficiarios de las misiones y los estudiantes de las universidades bolivarianas, inmediatamente se dieron cuenta que la lista de los firmantes podría convertirse en una lista Tascón al revés, para ser utilizada contra quienes no firmaran. Recordemos que la lista atribuida erróneamente a Tascón fue la de los firmantes del referéndum revocatorio del mandato de Chávez, la cual fue solicitada por éste para utilizarla perversamente contra los firmantes. Debería rebautizarse como lista Chávez. Quienes aparecieran en esa lista no podían aspirar al empleo público o podían perderlo, no podían contratar con el Gobierno central ni con los gobiernos regionales y locales en manos del chavecismo, no podían ser beneficiarios de las misiones sociales ni acceder a cupos universitarios, etc., etc., etc.
La lista de los firmantes contra el decreto de Obama se utilizaría al revés, pues quienes no aparecieran firmando serían castigados como lo fueron quienes aparecieron en la "lista Chávez". Para negar esta posibilidad, Diosdado Cabello declara en la Asamblea Nacional, el 24 de marzo pasado, que "firmas contra el decreto de Obama no generarán una lista Tascón" (lista Chávez). Pero, las intenciones de las personas hacen que ellas solitas se descubran, sin necesidad de preguntarles nada ni de contradecirlos. Muy orondo con sus declaraciones, Diosdado pasa a decir que en todo caso esas firmas generarán una "Lista Obama" (http://www.noticias24.com/venezuela/noticia/278668/cabello-asegura-que-firmas-obama-deroga-el-decreto-ya-no-generaran-una-lista-tascon/), o sea que sí se convertirán en una lista, como la gente lo pensó, para hacer lo mismo que se hizo con la "lista Chávez". El subconsciente traicionó a Diosdado: el Gobierno tendrá otra lista para seguir con la discriminación.