Todo surgió a raíz de la intervención del presidente Maduro en la frontera colombo/venezolana. Se desataron los medios de comunicación colombianos, se les “despepitó” la lengua a algunos políticos mentirosos e inventadores de fábulas cuando se trata de Venezuela y su gobierno, y para remate deambula un fantasma en la frontera con megáfono en mano, del cual brota una voz chillona, malhumorada, que destila odio, prepotencia, soberbia. Es una voz instigadora, casquillera, con el orgullo herido. De tal manera que, si usted cree o no en fantasmas tiene que leer esta historia para que por lo menos se distraiga de cómo está la frontera en este momento.
Del lado de acá, solo se observa a los militares y civiles encargados de ordenar la frontera; del lado de allá están algunos ciudadanos y ciudadanas colombian@s, que por alguna razón, laboral, de salud, entre otras, desean pasar a Venezuela.
Respecto al fantasma, del lado de allá, muchas personas confirman haber visto, la imagen de un ex presidente colombiano que provoca ruina, violencia en donde se hace presente. Es decir, es la pava o la mabita en persona. Según, afirman, la frontera está encantada.
Este fantasma, como el de la opera, es chantajista, pretende y lo ha hecho ya, trasladar sus trampas, vicios, y paramilitares a Venezuela. Se lamenta de no haber nacido en Venezuela. En algún momento de la historia reciente, se lamentó de haberle faltado tiempo para intervenir militarmente en Venezuela, pero obtuvo como respuesta del presidente Chávez, que lo que le faltó fue cojones. Es decir, estamos en presencia de un fantasma sin cojones.
Parece que la acción del gobierno le afecta sus intereses, y ni corto ni perezoso mientras, Venezuela trata de poner orden en la frontera, él como un platanero cualquiera, desde el lado colombiano se le oye gritar a través de su megáfono: ¡Como así! Vengan, pasen adelante venezolanos. Aquí les raspamos su cupo. Traiga sus billetes de a cien, se lo pagamos bien. Traigan todo lo que puedan, aquí se lo compramos. Está desesperado. Se le descubrió su guerra y sus Gasparines han ido cayendo. En fin, el gobierno descubrió el plan del fantasma de la frontera, y como alma en pena masculla palabras de odio contra Venezuela
Realmente, este fantasma está herido de muerte, siempre tuvo una mascara que le ocultaba su rostro. Esa mascara desapareció hace mucho tiempo, el mundo contempla con horror su verdadero rostro, el de terrorista.
