John Kerry y la democracia imperfecta

El izquierdista y anti-Guerra-Vietnam y líder estadounidense, John Kerry, en ocasiones nos sorprende cuando expresa ideas que son traídas del inconsciente de aquel joven soldado que se enfrentó al status quo guerrerista-halconiano del Congreso estadounidense.

John Kerry, el eterno legislador, llega a la gobernanza estadounidense de la mano del Presidencia de Barack Husseim Obama posteriormente a la decisión de Hillary Rodham Clinton de viajar a Israel cuando ya se cansara de rodear al globo terráqueo ejerciendo las funciones lógicas de un Secretario de Estado y burócrata aliado a las políticas del Pentágono. John Kerry a diferencia de Hillary Rodham Clinton, aparentemente, tiene mejores relaciones con la Secretaría de Defensa, casa matriz del Pentágono, lo cual es una imperiosa necesidad para el buen ejercicio internacional del Presidente Obama porque, pareciera, están presentes, en esas políticas de y desde la Casa Blanca, una serie de fuertes contradicciones entre los objetivos militares que ha propuesto el Presidente Obama y los objetivos militares de las derechas guerreristas estadounidenses. (Debemos comprender que esas derechas, vulgarmente denominadas como "halcones", sustentan sus decisiones políticas en dos paradigmas: la herencia de los "Padres Fundadores" y ese curioso y particular cristianismo de "destino manifiesto"). Nos explicamos.

En el marco de la "nueva política Obama" (José Vicente Rangel Vale dixit-JVR-), por consecuencia lógica de la política guerrerista de George W. Bush, el Poder entendiéndolo como concepto emitido, expuesto y propagado por el General Alberto Müller Rojas, objetivó las realidades frente a las cuales estaba inmerso el Imperio estadounidense; es decir, aparentemente, los objetivos trazados con las intervenciones estadounidenses en Iraq y Afganistán no pudieron alcanzar, objetivamente, sus propósitos aparentes más allá del entrenamiento en "escenarios reales" de las tropas estadounidenses.

Es cierto que se consideró que las invasiones a Iraq y Afganistán tenían dos objetivos concretos; en el caso de Iraq el control del crudo iraquí mientras que la presencia en Afganistán sería revivir aquellos escenarios históricos que se vivieron por aquellos lares bajo las imposiciones del Imperio británico. Pero en el caso de Iraq, además de alcanzar aquel objetivo del cual se habló en los centros de inteligencia durante la denominada "Guerra del Golfo" de dividir a Iraq en tres (3) espacios geográficos según las correspondientes etnias islámicas (léase: Venezuela), por cierto, tesis que se discutiría previamente en Londres, el posicionamiento y control de Iraq permitiría instalar una "cabeza de playa" hacia otros lugares aledaños. En el caso de Afganistán, nudo geográfico del Asia Central, uno de los caminos transitados durante y por una de las "Ruta de la Seda", país productor tradicional de la "amapola", base fundamental de la producción del estupefaciente (dormidera): opio, le permitiría a los EEUU de América controlar el tránsito de cualquier "producto" hacia la provincia china de Xinjiang provenientes de los centros de producción de productos para la cocina islámica al tiempo que convertirse en un centro militar que le permitiera al Pentágono controlar, vía nuevas tecnologías, a dos enemigos tradicionales estadounidenses: Irán y Paquistán, ambos países aliados nucleares de la República Popular China.

El Poder referido y la "nueva política Obama" (JVR) conjugaron un escenario militar cual, en última instancia, significaba la objetiva y necesaria continuación de aquella política impulsada por George Bush, padre, y continuada por su hijo, George W. Bush, globalmente pero con objetivos e importantes cambios, evidentemente, no esperados. Nos referimos a la alteración del status quo en todo el Mar Mediterráneo pero al tiempo que impulsando aquellos escenarios de guerra, se iban conjugado dos realidades: la no presencia de tropas estadounidenses en tierra en el escenario mediterráneo y la imposición de políticas de guerra, fundamentalmente, a los socios de Washington refiriéndonos a Gran Bretaña, Francia, Italia, Alemania y España.

Aquellos desarrollos los podríamos considerar como la segunda etapa de la novedosa "nueva política Obama" (JVR) que alcanzó, inobjetablemente, los objetivos geoestratégicos buscados independientemente de los gustos personales. Sí ha habido una segunda etapa, necesariamente, tendría que expresarse una tercera etapa en función de objetivos concretos geopolíticos globales que permitieran el mantenimiento del sistema capitalista en esta nueva etapa de "fase superior del imperialismo".

Sí se nos permite considerar la tercera etapa de la "nueva política Obama" (JVR) estuvo dirigida, específicamente, a Ucrania. Definitivamente, estamos inmersos en la Historia del primer medio siglo del siglo XX. El proceso de "golpe de estado" cual se desarrolló en Ucrania ha permitido, inteligentemente, desarrollar una matriz de opinión dirigida, vulgarmente, a atacar Rusia y, concretamente, al Presidente Vladimir Putin independientemente de los desarrollos que se fueron expresando durante los escenarios de aquel "golpe de estado" que bien supo leer Putin obligándolo a asumir ciertas responsabilidades con sus decisiones; nos referimos al caso de Crimea independientemente de las realidades históricas en mesa. Ese escenario en Ucrania le ha permitido a los EEUU de América pasar a una segunda etapa bien continuación del proceso de presiones sobre aquellos aliados arriba mencionados en el Mar Mediterráneo. Esta segunda etapa refiérase a presionar a todos los países miembros de la OTAN (marcamos una diferencia importante entre países miembros de la OTAN y países miembros de la Comunidad Europea independientemente sí unos y otros son los mismos pero los niveles de responsabilidades y capacidades estructurales y super-estructurales no fuesen las mismas) a aumentar no solo sus presupuestos en Defensa como incorporar a sus fuerzas armadas en nuevos ejercicios conjuntos militares en espacios que van desde los países del Mar Báltico hasta Turquía.

Pero el Poder referido y la "nueva política Obama" (JVR) en marco de confrontar otro enemigo no histórico como es el caso específico de Rusia, una lógica confrontación que está en perfecta sintonía con la dialéctica del desarrollo del sistema capitalista en el marco de la evolución de las contradicciones y las fuerzas productivas de un nuevo miembro de la comunidad económica y financiera internacional refiriéndonos concretamente a China cual debía y tenía que desarrollar, Washington, los escenarios correspondientes que permitieran al tiempo de la confrontación, la unificación de sus "socios y aliados" en los escenarios de Asia y el Pacífico.

Dos realidades han permitido ese desarrollo referido: el crecimiento continuado de la economía china, fundamentalmente, a partir de la segunda visita que realizara Deng Xiaoping a Shenzhen (1992) y los "hechos históricos" cuando nos referimos tanto a las realidades limítrofes del Mar del Sur de China como del Mar Oriental de China. (curiosamente esos escenarios desde una análisis no solo histórico sino del Derecho Internacional mantienen cierto paralelismo con realidades referidas a Venezuela).

Pero el escenario europeo, es decir, la confrontación de la OTAN con Rusia de carácter geo-militar, es decir, geoestratégico, en el marco de la "nueva política Obama" (JVR), es profundamente diferente al escenario que se viene, también, desarrollando alrededor de China más de carácter económico-financiero que militar aunque ello no obsta para que también se circunscriba en una geoestrategia lógica dentro de esa "nueva política Obama" (JVR) el carácter militar de la misma. Es por ello que no solo deberá analizarse por separado sino, al tiempo, en conjunto como un todo real, objetivo y delicado. Debemos, al tiempo, precisar que tanto el Presidente Vladimir Putin como el Presidente Xi Jinping han comprendido y objetivado esas realidades cuales los han llevado a alcanzar acuerdos bilaterales importantes y fundamentales superando aquellas importantes diferencias tanto del "modelo soviético" como de los escenarios sobre el río Amur.

Lo inmediato anterior nos lleva a una realidad que es actualmente preocupación de todas las partes incluyendo las preocupaciones en El Vaticano. Nos referimos a los países que se encuentran al sur del río Bravo y al sur de la península de la Florida. Es decir, toda Centroamérica, México, El Caribe y Suramérica incluyendo las islas Malvinas. El escenario de África como un todo continental se ha venido desarrollando evitando confrontaciones imperiales.

Nos vamos a concentrar en Venezuela. En nuestro criterio el proceso geoestratégico de Washington y el Pentágono se viene desarrollando por interesantes etapas políticas, ideológicas, financieras y económicas. Pero es de nuestro interés considerar dos temas interesantes: el primero de ellos es el denominado como el "Decreto Obama" globalmente rechazado. Con respecto a este decreto nos consideramos que es verdad que es supremamente importante pero nos ha obligado a un extremado desgaste sicológico y social independientemente de haber alcanzado la solidaridades internacionales. Pero ese escenario le ha permitido a Washington calibrar sus pros y sus contras en función de sus relaciones directas con nuestro país al tiempo, en el marco del contexto global en descripción previa como geografía fundamental en la arquitectura de la nueva realidad del sistema capitalista en su etapa superior del imperialismo y en su confrontación con Rusia y China, además de la significación ideológica de la Revolución Bolivariana y Chavista tanto a lo interno de Venezuela como allende sus propias fronteras históricas, avanzar en su confrontación obligante y bilateral con Venezuela. ¿es Venezuela la contradicción fundamental de los EEUU de América no solo para todo el continente americano sino en el lógico desarrollo de su "nueva política Obama" (JVR)? Lo inmediato anterior lo proponemos cuando objetivamos la realidad geográfica de Venezuela en todas sus dimensiones desde su importancia sobre El Caribe y Suramérica como por sus materias primas fundamentales, el agua y los terrenos agrícolas.

No es casual que después que se alcanzara el acuerdo (TPP) para la Región Trans-Pacífico en Atlanta (EEUU de América), el Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, el izquierdista que se enfrentó a los halcones pro-guerra de Vietnam, en su asistencia en Santiago de Chile algún aquellare importante para Washington, expresara que en Venezuela hay "…una democracia imperfecta…". Nada es casual en Política, nada es casual para los EEUU de América.

Es curiosa esa expresión conceptual de Kerry cuando no define el concepto "democracia" como tampoco define el concepto "democracia imperfecta"; es evidente que nadie nombra la "soga en casa del ahorcado", es decir, hablar de "…democracia imperfecta…" en Chile y quien lo exprese sea John Kerry, estadounidense de cepa y tabaco en la vejiga, es, por demás, extraño cuando en Chile aún está vigente toda la super-estructura jurídica impuesta por el acólito Augusto Pinochet y cuando en los EEUU de América los fraudes electorales son denunciados por el propio Poder como fue el caso de Watergate, el caso Bush en el estado de la Florida, como son los casos de invisibilizar a los denominados como "american native", a los hispanos, cuando se persigue aún en este presente siglo XXI a los afro-descencientes, cuando los bancos han lavado la cantidad de 352 mil millones de dólares provenientes de la droga, cuando la necesidad de estupefacientes (cocaína, opio, heroína, químicos, etc.) en una realidad inobjetable y demostrable, realidad que continuamente estudia la organización de derechas y asesora del Pentágono, Rand corp., cuando las asimetría sociales son tan graves que obligan a las diferentes sociedades protestar aun y cuando se confronten con penas de cárcel (nos referimos al 1% versus el 99%).

Pero titular la realidad que se expresa en Venezuela en el marco del desarrollo en perfectibilidad de la "Democracia Participativa" argumentando que en Venezuela la "…democracia [es] imperfecta…", ello representa la segunda etapa del desarrollo de la política contenida en el "Decreto Obama" y es por ello que nos consideramos que el punto de quiebre se expresará, inevitablemente, el día 7 de Diciembre (2015) en lo que se ha dado en calificar como el "Día Después".



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Miguel Ángel Del Pozo


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