Siempre es altamente lamentable la pérdida de vidas inocentes, como recién ocurrió en París y como sigue sucediendo en Afganistán, Iraq, Libia, Siria y otros atentados como los ocurridos en los aviones.
Pero mucho de lo que ha estado sucediendo tiene su antes. Si bien recuerdan los lectores en la guerra Irán-Iraq, los estadounidenses estaban detrás, intentando cobrarle a los iraníes la salida del llamado Sha de Persia y todas aquellas implicaciones como la caída de la figura del gendarme que USA le otorgó a Irán. Esa pérdida del poder político por parte de EE.UU, se la ha venido cobrando a Irán con lo de las instalaciones nucleares.
A Iraq le cobran su desafortunada acción frente a Irán y al hecho de la existencia de petróleo, que al fin y al cabo es la razón de todo cuanto acontece. Como se sabe, todo lo de las armas de destrucción masiva fue otra de las gigantescas mentiras tejida por los cuerpos de inteligencia estadounidenses, ingleses y otros mas que terminaron por abrir camino a la carroñera coalición europea que se metió a asegurarle el petróleo a las naciones involucradas en la farsa.
No hay que ver a los estadounidenses como americanos, simplemente ellos son anglosajones, descendientes de ingleses, con el mismo pensamiento y ambiciones imperiales y mas nada.
Lo nuevo en el mundo siempre ha sido Latinoamérica, que no es blanca, ni india y como decía el Libertador Simón Bolívar ”...nosotros somos un pequeño genero humano, poseemos un mundo aparte no somos indios ni europeos sino una especie media entre los legítimos propietarios del país y los usurpadores españoles”.
Si seguimos con el asunto, no podemos dejar de citar al pueblo de Afganistán, al que no han podido rendir con las mentiras creadas, porque de eso se trata. Entraron los rusos y no pudieron hacer nada porque la mayoría de ese pueblo -independiente que USA apoye a quienes están en el poder- no se deja, no lo han podido rendir, pese a esa facción instalada en el gobierno que coquetea en la política internacional.
Mas adelante Libia, la destrozaron, siendo una nación con un nivel de bienestar alto en todas sus áreas y un ingreso petrolero que iba a los habitantes. Hasta dicen que su líder financió a Sarcozy y a Hollande y otras cosas mas, como pensar en alejarse del dólar y sacar una moneda de oro para su desenvolvimiento como nación.
Ya todos sabemos qué ocurrió.
Sembraron de mentiras y despertaron ambiciones y odios y ya no existe Libia y su petróleo, que era del pueblo se lo llevan y EE.UU debajo de cuerdas visibles, se lo compra al Estado Islámico.
Es una gran mascarada lo que hay a nivel mundial entre los países que sembraron colonias y los que no quieren ser colonias nuevamente.
Desconocemos cuánto despojo, lágrimas, dolor y muerte sembraron los europeos en el Medio Oriente y en Suramérica, pero Evo Morales tiene la cuenta de cuánto en plata se robaron los españoles con los cuales financiaron sus vidas.
Desconocemos cuánto en oro, plata, perlas y otros metales se llevaron de Venezuela y otros Estados vecinos y cuánto de petróleo se escabulló bajo componendas.
Todo un despojo que dejó miserias por todo este continente suramericano.
Ahora en Europa, cuyos gobernantes parecieran no haberse enterado de la historia de latrocinios cometidos por quienes les antecedieron y han perdido la memoria, califican de terrible, de monstruoso lo ocurrido en Francia, pero ese Alzheimer tan tremendo que tienen no es excusa para soltar bombas ni misiles como sucede ahora en Siria, nación a la que le toca un nuevo padecimiento y el hecho de manejar su petróleo con su propia empresa. Se sigue escuchando que su mandatario electo democráticamente debe irse y abrir el país a las empresas petroleras de los países imperiales.
Todo eso es encerrado en la nada democrática ni honesta expresión como esa que dice “Yo tengo el poder militar y político y hago lo que me da la gana”.
Sobre estas cosas que están sucediendo, Maxime Chaix acaba de referir que “En marzo último, en un importante artículo titulado “El Estado Islámico, un cáncer del capitalismo moderno”, Nafeez Ahmed resumió esta instrumentalización recurrente de las milicias yihadistas por las principales potencias de la OTAN y sus aliados en países como Afganistán, Bosnia, Kosovo, Libia y luego Siria.
Pero hay mas, pues Maxime Chaix añade que, “Como ha subrayado el periodista Marc de Miramon en L´Humanité en Julio de 2015, “para Alain Chouet, antiguo jefe del servicio de inteligencia francés, la DGSE, la “guerra de la civilización” y contra el terrorismo llevada a cabo por el actual gobierno francés, y anteriormente por el de derecha de Nicolas Sarkozy, constituyen una impostura que enmascara otra, la de la alianza militar entre los países occidentales y los padrinos financieros del yihad”.