Ando por el monte, pero no porque decidí crear un frente guerrillero. Nada de eso. Ando por el monte ahora, porque en diciembre suelo meterme en el monte con la familia.
Vuelvo por momentos a mí pateadero a toques técnicos y me regreso "esmachetada", como se decía en Margarita. Evito ver programs de televisión. Me llevo mi bojote de películas y libros pendientes por leer.
Este martes salí a un toque técnico y mientras regresaba en horas de la tarde al monte, tuve la oportunidad de oír una cadena con el camarada Maduro. La oí todita.
En una parte de ella, oí cosas como estas: vamos a realizar un plan para esto y un plan para lo otro. En otro momento, oí, que el presidente quería una reunión con trabajadores de CANTV para un plan de rectificación y mejoramiento de servicio. Mejorar esto y mejorar lo otro. Oí, sobre elaborar un plan en siete días para defender barrio adentro y Cantv. Oí estas cosas y otras más. ¿Y dónde quedo el Plan de la Patria?
Vino a mi mente, ese olor tan característico de la improvisación y de querer hacer en unos días (y en diciembre) lo que dejamos de hacer en el tiempo que se tuvo para rectificar.
Terminé, sin concluir la cadena, que la pea sigue. O sea, continúan jumándonos con discursos. Terminé apretando el volante de mi chevette y pegando un grito por la trocha por donde me desplazaba. Un grito fuerte: ¡Aprobado! Después de este grito, en silencio grité: Así es; continúen jumándonos. Continúen con la pea y los dicursos estridentes.
