No por pecar de presumido o algo parecido, se me ocurre pensar que la “hoja de ruta de la MUD” es un constructo. Una organización o agregado de cosas, donde cada tendencia puso lo de su agrado. Como un socializado nido donde cada quien puso su huevito. Observemos sus componentes: Renuncia, enmienda y revocatorio. Ademàs, es como un servicio a la carta y gusto de todos los comensales que a esa mesa acuden. De ese acuerdo, pese lo que haya dicho Torrealba, como lo de “ni un vaso roto”, todas las formas de lucha tienen viabilidad y luz verde.
Ya por allí salieron algunos funcionarios de gobierno y “juristas” a explicar la inaplicabilidad de ese “constructo”.
Sucede que si descomponemos lo correspondiente a cada cosa y lo sometemos a los plazos que tienen por delante, podríamos concluir que no es pràctico y rentable polìticamente hacer todo eso al mismo tiempo. Es más, unas tareas parecieran entrabar a otras y hasta chocar de frente entre ellas. Eso lo sabe bien la gente de la MUD. Quienes eso crean que ellos, quienes les asesoran y les aportan todo lo que han necesitado, son torpes, denuncian su propia torpeza.
La “hoja de ruta de la MUD” no es más que un acuerdo obligado entre ellos para no dividirse. De allí todo el mundo salió contento con su boleto de entrada y número de puesto en las mesas para los comensales y presenciar el espectáculo. En lo que en el lenguaje político se suele llamar “la línea”, cada quien salió complacido con el condumio.
Ponerse a divagar y usar argumentos ya gastados, como que si esto no es legal y es opuesto a lo previsto constitucionalmente, es caer en el juego que la MUD propone. Fíjense que la MUD, por intermedio de uno de sus juristas viene sosteniendo que, si es posible aplicar el recorte del período constitucional al presidente Maduro, por una reforma constitucional que además de señalar eso, ordene que entre en vigencia a partir de su aprobación en referendo. No soy abogado y poco me gusta esa cosa. Pero habrá que estudiar eso sin repetir lo que ya veníamos diciendo. Aclarar por ejemplo, es la duda que me embarga, si una disposición legal, en este caso de rango constitucional y aprobada por un referendo puede afectar el principio general de la no retroactividad de la ley.
En todo caso, la preparación de ese referendo, que también incluye todo el trabajo hasta lograr una definición es costoso, lo que no es una valoración cuantitativa y crematística, que bien sé los opuestos al gobierno no les preocupa porque nada les cuesta; tanto como la búsqueda del revocatorio presidencial que de resultarle como esperan, sacarían a Maduro de inmediato. Es como decir, “muerto el perro se acabò la rabia”.
La renuncia es un trabajo inútil porque es una decisión de la libre competencia del presidente. Eso lo saben los de la MUD. No obstante, es la vìa para que todos los estados de ànimo se expresen. Pero, lo que debe llamarnos la atención es que pusieron toda la carne en el asador como para complacer la avidez de los comensales. Que nadie deje de moverse. Nadie se vaya. Todos tienen cabida en este festejo. Hicieron algo que, el chavismo post Chávez, no ha sabido hacer.
Todo eso revela que en la MUD hay un de criterio, alqo quizàs que pueda llamarse “hoja de ruta”, donde cada paso está milimétricamente calculado y eso implica dejar inevitablemente a muchos de ellos a la libre. Es como una colcha hecha de retazos. Los elementos que les unen son la ambición de deshacerse del gobierno lo más pronto posible y el padrinazgo del gobierno estadounidense que tiene validez para todo; incluso para unir la colcha en aquellos puntos más sensibles cuando se produzca cualquiera inconformidad. Entre los de la MUD hay una dura lucha por el liderazgo y por supuesto por el solio presidencial; por eso nadie cede y sòlo se acuerdan en que aquí haya nuevas elecciones pronto.
Pero para la jefatura política de EEUU, de lo que se trata es sacar al chavismo no sólo del gobierno sino de la conciencia popular latinoamericana. A la política norteamericana no le satisface la simple salida ahora y por la violencia o ilegalidad de Maduro de Miraflores. Los sandinistas o el proceso nicaragüense nos debe servir de aprendizaje, pese a que de repente salga alguien calificando a Ortega de “marioneta imperialista o del capital”; ellos salieron del poder por la vía electoral y salvo algunas rupturas, como con el cura y poeta Ernesto Cardenal y novelista Sergio Ramírez, mantuvieron intacta sus fuerzas y ánimo combativo. Admitieron con humildad que cometieron muchos errores, por andar copiando, que por conocidos no debieron cometerse, pero luego reemprendieron la marcha con espíritu crítico y por lo que sabemos hasta ahora, no sólo volvieron al poder, sino que Daniel Ortega fue reelecto en las últimas elecciones. Hoy el sandinismo en Nicaragua goza de un respaldo màs que respetable y el país de mucha estabilidad.
La estrategia del Departamento de Estado y la diplomacia estadounidense tiene eso claro. Los Kirchner, Ernesto que ayudó a Chávez a hundir al ALCA en Uruguay y luego su esposa Cristina, son los remanentes poderosos que aun siguen vivos de Juan Domingo Perón y Eva Daurte o “Evita”. Por eso mismo se intentó hasta el cansancio hundir a Cuba y desaparecer del mapa la figura física y el discurso de Fidel Castro.
En nuestro caso no se trata de darle un revocatorio a Maduro, recortarle el período y hasta ganarle unas elecciones al chavismo en el marco de una profunda crisis generada por distintos factores de los cuales la operatividad del mundo capitalista no es ajena. No quieren los gringos por nada del mundo que como el peronismo progresista, antiimperialista, el sandinismo, volvieron, retornen de las “catacumbas”, como le gusta decir al presidente Maduro, con mucho más experiencia y claridad acerca del hacer para realizar los sueños de Bolívar y Chávez. Porque Bolìvar, no es mentira, y su espada caminan “por Amèrica Latina”. La derecha venezolana no sòlo todavía no tiene acorralado al movimiento revolucionario y popular, sino tampoco el proyecto y los medios para evitar que estos retornen triunfantes.
Quizás Chùo Torrealba, Ramos Allup y unos cuantos otros personajes de la MUD no estén pensando en eso porque sus estrategias no salen de nuestras fronteras, ni el cerebro de sus bolsillos, pero los líderes de la derecha estadounidense sí.
Para estos el punto fundamental no es sacar a Maduro simplemente, sino aniquilar al movimiento popular y fuerza transformadora, por lo menos inercialmente y en lo que respecta al pensamiento bolivariano y chavista. Derrotar al bolivarianismo, reducirlo a su mínima expresión, son los sueños de los halcones. Hacerlo por las armas no es posible en el mediano plazo por razones obvias, pero si desacreditándolo al máximo como incompetente y responsable de la ruindad de Venezuela. UNASUR y CELAC, sin dejar de lado los pueblos de Amèrica Latina de hoy, no favorecen los tradicionales procedimientos gringos.
Por eso, no hace bien distraer a la gente con la idea que los gringos ya están casi listos para lanzar sus fuerzas militares sobre Venezuela, con lo que sólo ponen un ingrediente, el miedo, por lo menos a mediano plazo, mientras que refocilándonos en ese discurso seguimos cometiendo los mismos disparates, o no hacemos mucho como “prender motores” que se vienen prendiendo desde hace tiempo y al poco tiempo se apagan. Lo que significa una larga lista de empresas expropiadas, compradas, regaladas, financiadas, llenas de trabajadores que nada producen y contribuyen con la escasez que promueven los de la guerra económica.
Si se trata de mover al pueblo no es bueno hacerlo tras espejismos o fantasmas desatados para distraernos, sino para hacer que las cosas se hagan y bien; reducir al mínimo la corrupción, especulación, acaparamiento y para desatar al máximo las fuerzas productivas.
Todavía los gringos no han lanzado la primera bomba, ni desembarcado el primer tanque y el país vive un estado tan lamentable que los efectos en la población votante se manifestaron elocuentemente el 6D.
La “hoja de ruta de la MUD” es más de lo mismo. Hasta es posible que haya guarimbas por satisfacer a quienes de eso quieren o porque tampoco quienes comandan lo pueden impedir. No es descartable que la guarimba contribuya màs al hastìo del venezolano. El plan global le ha dado resultados. Eso está a la vista. Por ahora hay que tomar en serio los “consejos” de Shannon quien según José Vicente Rangel solicitó a la MUD, dejasen que Maduro termine su período. Por supuesto, eso no significa que se queden quietos, como simples observadores de la galería sino que le echen combustible al fuego y sobre todo ayuden, con toda la ayuda que disponen, a que el gobierno y con éste, el chavismo, se desgasten.
El gobierno por su parte debe poner fin a su actitud casi pasiva ante la necesidad de detener este proceso de descomposición, destrucción y socavamiento de la moral ciudadana y revolucionaria, haciendo lo que en verdad debe. Si cree que puede prender esos motores; si estos están en capacidad de arrancar con la rapidez requerida, que los prenda; si están como deben estar identificados los corruptos que se les aplique la ley y se haga lo necesario para recuperar lo que se robaron. Si pueden entender que no hay partido revolucionario se apresuren a construirlo. Las demás medidas, aquellas que se debieron tomar desde hace años y no se toman como las relativas a la política cambiaria, que se tomen. Sólo así podemos, si no impedir que en una confrontación dentro de la legalidad, el chavismo salga derrotado, por lo menos quedar como los sandinistas para retornar con fuerza y mucha moral.