El golpe comunicacional - parlamentario - judicial contra la Presidenta de Brasil no es un golpe contra la persona de Dilma Rousseff. Es un golpe contra el Brasil socio en el grupo BRICS de los nuevos enemigos de USA: China y de Rusia. Es un golpe contra el gigante latinoamericano miembro fundamental de los esquemas independentistas de integración y es un golpe contra una potencia proveedora de bienes y servicios al resto de América Latina y el Caribe.
Desde la perspectiva país, sacar de en medio a Dilma es sacar de en medio a Lula, líder obrero más político y más popular que Dilma, probable triunfador en las próximas elecciones. Es aprovechar la crisis económica mundial y la coyuntura política local para volver a imponer en Brasil la lógica neoliberal. Es derogar las medidas proteccionistas - nacionalistas que le permitieron a Lula, y luego a Dilma, tanto mejorar las condiciones de vida de la mayoría como fortalecer a las empresas de ingeniería y a pequeños y medianos productores brasileros, antes estrangulados por empresas extranjeras o empresarios nacionales asociados con el capital trasnacional.
Desde el punto de vista regional, sacar de en medio a Dilma implica, además de la subordinación de Brasil a los intereses del gran capital, un avance notable en la recolonización de toda la región latino-caribeña. Sin lugar a dudas, con el “acercamiento” a Cuba, con el triunfo de Macri en Argentina y con la separación de Dilma de la presidencia, el sionismo transnacional y el gobierno de los EEUU pretenden darle una estocada definitiva a los procesos y acuerdos independentistas de la región, debilitados ya por los golpes en Honduras y Paraguay, la Alianza del Pacífico y las contradicciones propias de cada país.
Los EEUU y las potencias aliadas necesitan convertir nuevamente a los países latinoamericanos en abastecedores de materias primas estratégicas para su hegemonía mundial, entre ellas y muy importante: el petróleo. De allí la renovación de la vigencia del Decreto Obama y los cada vez más serios y descarados ataques contra nuestra Patria, Venezuela, país petrolero “Joya de la Corona” de la región para el profesor Luis Manuel Arce.
Ante esto, ahora más que nunca Unidad, Lucha, Batalla y Victoria deja de ser una consigna y pasa a ser una necesidad imperiosa para para defendernos y defender a pueblos hermanos.