Pobrecito del tristemente célebre Luis Almagro quien al parecer bambolea de dilema en dilema; delfín del respetable Ex Presidente "Pepe" Mujica quien por cierto, a juzgar por lo que declara, también es dilemático porque hoy le dice "¡chao para siempre!" y de seguidas, "¡welcome!", lo que es como decir no fío hoy mañana sí, y luego a la inversa.
Y, puesto que, tal como reza el pueblo, que las raíces no ven el fruto pero lo nutren, entonces uno puede inferir el porqué de la tesitura dilemática de Almagro, o más bien decir, de su dilema existencial: no poder coronar su adhesión plena a Obama, Emperador del eje del bien; ni escapar de la sentencia de Maduro, Presidente del eje del mal y quien lo conminó a guardarse la carta que traía bajo la manga, como el mago Merlín, y metérsela bien enrollada en un tubito, a modo de ramplús, por allá, ignoto recoveco que ni aguzando al límite la más fecunda imaginación podría suponerse fácilmente porque eso es como un arcano y acaso sería nomás que el Superman del que se dice que tiene tamaña visión de Rayos X, el que eventualmente podría vislumbrar enfocándolo con el desnudoscopio.
Y en tal caso, diría Superman, "Oh, yes, yo ver tubito ubicado en zona no muy buena pero haber problema ahí con kriptonita marrón se me hacer ser una trampa y haber realmente kriptonita verde, así que yo tener miedo de esa bicha"
En consecuencia, otro dilema, Almagro tiene kriptonita marrón o kriptonita verde en la caja de seguridad donde ahora guarda la carta ique democrátika pero que en verdad es una carta marcada, es decir, salpicada de marrón.
Y, para colmo, si Almagro le pone una tapita al tubito, él quedaría hermético y en consecuencia no podría escapar al menos el "gas del malo", en oposición a gas del bueno que es el que por ejemplo le echan en Uruguay, Chile, Argentina y ahora en Brasil, a los estudiantes que manifiestan en las calles.
Y sí él deja el tubito a manera de ramplús pero sin el debido tornillo, se le escaparían los gases; así que fumiga o no fumiga.
Por si poco fuere y en resumida cuenta, Almagro tiene el maruto enterrado en suelo uruguayo y la cabeza en el suelo [norteamericano].
Ah, eso sí, Almagro es el perfecto Secretario General de la OEA.