Observo con preocupación la falta de conciencia ideológica de muchos compatriotas, muchos de ellos formados en la teoría y en la praxi revolucionaria, con estudios de tercer y hasta cuarto nivel académico culpando al gobierno revolucionario de la falta de acción y colocando sobre la espalda del Presidente de la SUNDAE, el camarada Williams Contreras la solución a un problema de dimensiones orbitales que solo se soluciona con la participación activa, mancomunada y pacienciosa de todos los revolucionarios bolivarianos activos y pasivos.
La SUNDAE no tiene la capacidad ni personal suficiente para corregir este monstruoso saboteo. Con un ejemplo lo dibujo. Dos policías en una cuadra podrán atender un robo en un comercio y detener al ladrón pero los mismos dos policías no podrían atender a 800 ladrones robando en el sector.
Las garras del gobierno imperial mundial, (entiéndase Grupo Bilderberg), mediante la acción protagónica del Gobierno de los Estados Unidos y la colaboración de decenas de países, especialmente europeos y latinoamericanos mas la derecha fascista y antipatriota venezolana, encontró un método para torcerle el brazo al Gobierno Bolivariano y no va a descansar hasta lograr dominarlo, sin importarle las consecuencias que de ello se deriven, de allí que nuestro futuro inmediato sea de mucha sapiencia, unidad, entendimiento, capacidad de aguante y fortaleza moral para superar este ataque indiscriminado del mas poderoso enemigo que se haya instaurado en todas las épocas de la existencia humana.
El problema no lo podemos circunscribir a un grupo de bachaqueros que destacan en inmensas colas que vemos a diario por donde nos metamos, esto sería simplificar a su mínima expresión la dimensión del complejo saboteo que ha decidido aplicar al Gobierno Bolivariano la derecha internacional y nacional.
Tampoco lo podemos achacar exclusivamente a una asociación de comerciantes (ANSA) que han decidido incrementar sus ganancias y ni siquiera a una Cámara de industriales que simplifican la producción, esconden los productos, contrabandean al exterior, desvían los despachos y se roban las divisas preferenciales que les entrega el Estado venezolano para la compra de productos o materias primas en el exterior.
Es todo eso y mucho más. Es la confabulación de un poder económico internacional de ilimitadas proporciones asociados a la derecha mafiosa venezolana en todas sus expresiones que está aplicando a nuestro país un SABOTEO ECONOMICO, expresión que considero mas acertada antes de que una GUERRA ECONOMICA por cuanto en las guerras hay dos actores que se enfrentan en relativas iguales proporciones, situación que no es precisamente lo que ocurre en Venezuela.
De allí que no entiendo como muchos camaradas culpan al Gobierno del Presidente Nicolás Maduro de inacción por supuestamente no tomar medidas contundentes contra bachaqueros, comerciantes estafadores, industriales ladones, importadores, traficantes de divisas y todos los incluidos en ese saco de gato integrantes de una gran mafia que trata de acabar con la Revolución Bolivariana.
“No consigo comida” es una expresión que escucho dentro de la comunidad cuando no logra comprar: mayonesa, harina precosida, margarina, azúcar, hojuelas de maíz, colas negras, queso, embutidos, nada de lo cual alimenta y por lo tanto no es comida, todo lo contrario, causan graves problemas a la salud. Lamentablemente nos acostumbraron a comer basura que ellos mismos procesan y distribuyen y se nos hace difícil zafarnos ese bozal.
Debemos aplicar la conciencia revolucionaria, es decir la sapiencia constructiva y hurgar entre las diversas alternativas para sobrevivir y triunfar. Por ejemplo:
Eliminemos de nuestro menú todos aquellos productos excesivamente caros o difíciles de conseguir.
Regresemos al consumo de los verdaderos alimentos que desde hace muchas décadas fuimos excluyendo de nuestro menú, tales como: hortalizas, verduras, frutas, granos. En vez de gastar nuestro escaso dinero en dos litros de cola negra que bien cara está, convirtamos ese gasto en una inversión saludable comprando verdaderos alimentos que aún estando caro nos alimentan.
Desechemos definitivamente y para siempre el consumo de embutidos, quesos y todos los productos de la charcutería y mejoraremos extraordinariamente nuestra salud. La ocasión se presta para ese “sacrificio” que resultará enormemente valioso.
Ahorremos nuestro dinero excluyendo de nuestra compra las frituras en bolsas como platanitos, papitas, tostones que causan trastornos gástricos irreversibles.
Reduzcamos el consumo de carne roja, poco conveniente para la salud y sustituyámosla por carnes blancas: pollo, cerdo, conejo, pescados y productos del mar. Con pepitona, guacuco, almejas, chipichipi, se prepara una salsa para pasta mucho más alimenticia y sana que la boloñesa elaborada con carne molida. Los interesados buscar en internet espagueti a la vongole.
Sembremos en nuestros patios, jardineras y porrones lo que podamos. Una mata de cebollín a la cual le cosechamos las hojas que luego rebrotan teniendo siempre la misma mata es un minúsculo ahorro que contribuye a disponer siempre de un aliño fresco y sano y nos evita el viaje al mercado y el gasto superfluo.
No hay nada mas agradable que tomarse un cafecito negro temprano en la mañana y desayunar con un café con leche preparado con leche en polvo pero también no hay nada mas dañino que un estomago asimilando una ración de café negro después de un ayuno de varias horas, ni los daños a la mucosa digestiva que ocasiona la leche en polvo. Dejemos los antojos y aprovechemos esta coyuntura para mejorar nuestra salud no dejando estos gustos sino racionalizándolos.
Unas dos gallinas en un pequeño gallinero la cual alimentaremos con las sobras del día y algunos granos que podamos conseguir nos garantizaran unos 15 huevos frescos al mes como mínimo y el guano o excremento nos servirá de abono para fertilizar las plantas del huerto y si, disponiendo de un gallo, logramos empollar varios de esos huevos y que nazcan unos cuantos pollitos estaremos triunfando por cuanto le desarreglaremos la manipulación genética a esas razas modernas de aves ponedoras y estaremos retrotrayéndonos a un tipo de ave mas manejable en condiciones de cría natural, no condicionada al manejo de hormonas, vitaminas, antibióticos y otros procesos desnaturalizado de la industria avícola capitalista.
Aquellas familias que viven en casas con traspatios o corrales grande de 10 y mas metros de largo pueden fácilmente disponer de unas conejeras, una pequeña porqueriza para criar un cochinito y un gallinero con unas 10 gallinas con las cuales no solo disponer de suficiente proteína para alimentar a su familia sino para también abastecer a sus vecinos en huevos y carne blanca.
Muchos camaradas se quejan del CLAP y dicen que en su urbanización no le han llegado las bolsas. Es fácil exigir sin aportar.
El Programa CLAP implica un gasto inconmensurablemente grande por parte del Estado por lo que su aplicación no puede ser de un solo golpe sino de forma gradual, más si tomamos en cuenta el descenso de los ingresos nacionales por la baja de los precios del petróleo. En su ejecución es necesario atender prioridades por lo que las familias más pobres y desposeídas deben ser las primeras en recibir las bolsas para progresivamente suplir a familias en mejor situación económica.
Otra consideración importante es que el Programa CLAP implica la participación de muchas personas en la manipulación de alimentos y dinero, en donde la garra imperial no están ausentes, por lo que esa maldición con la que el capitalismo salvaje corrompe a los pueblos el “amor al dinero” llega muchas veces a tocar a varios de nosotros que, considerándonos impolutos y libres de cualquier maldad, caemos suavecito ante la tentación del diablo.
Si bien es cierto que los detallistas se aprovechan e incrementan los precios de todos los productos, especialmente aquellos de mayor salida, no menos cierto es que los transportistas que se lo suministran tienen instrucciones del mayorista de informarle no solamente el nuevo incremento que deberá pagar sino del nuevo precio a que deberá vender. Es muy común la expresión: “tal producto viene hoy a 2000”, por ejemplo. Ese “viene hoy” es el precio “sugerido” por el mayorista que el detallista deberá cumplir so pena de cancelarle el suministro a futuro.
La lucha es compleja y de largo aliento, pero es posible el triunfo. No estamos llegando al borde del abismo ni al final del camino sin retorno, jamás, ahora es cuando hay espacios para maniobrar, estos son los momentos en que debemos poner a prueba todo nuestro bagaje revolucionario, toda nuestra conciencia bolivariana, todas las enseñanzas de Bolívar y Chávez. Es hora de recordar a Pativilca, cuando a nuestro Libertador, todo enfermo, derrotado, con un ejercito disperso y algo desmoralizado se le preguntó General y ahora que piensa hacer? Y todo maltrecho se levantó de la hamaca y respondió TRIUNFAR, o a Chávez a su regreso enfermo de la Habana, con el conocimiento pleno de que su vida se extinguía, pedirnos que eligiéramos a Nicolás Maduro como Presidente de la República.
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