Las debilidades geopolíticas del imperio norteamericano

Umberto Eco en su libro: "A paso de cangrejo" (Debate. Caracas, 2007, pp. 400), en el capítulo: "La pérdida de la privacidad" (Idem, pp. 98-109) deja caer un interesante concepto: "límite" desglosando la idea en el siguiente párrafo: "…la etología nos enseña que todos los animales reconocen que hay a su alrededor y en torno a sus semejantes una burbuja de respeto, un área territorial dentro de la cual se sienten seguros, y reconocen como adversario al que sobrepasa dicho límite. La antropología cultural nos ha demostrado que esta burbuja varía según las culturas, y que la proximidad del interlocutor, que para unos pueblos es expresión de confianza, para otros es una intrusión y una agresión…" (Ibidem, pág. 98). Queda claro el concepto cual, evidente, se tiene que aplicar a la geopolítica en su expresión geoestratégica obligante. Es de análisis reflexivo teológico de San Agustín y de Santo Tomás de Aquino que el tema "límite" es un paradigma en la estructura de las relaciones entre países independientemente sean ellos vecinos y/o ellos se encuentren geográficamente distantes e incluso en continente ajenos, separados, diferentes.

Es, en este orden, cuando la Historia nos enseña las enseñanzas concernientes a los escenarios que se han desarrollado desde tiempos pretéritos con esos escenarios actuales en comportamientos profundamente diferentes e incluso asimétricos. Es decir, la expansión del Imperio Romano, de todos conocidos, es una perfecta demostración aplicada, en praxis, de dicho concepto: "límite". El punto a tratar sería el alcanzar someras respuestas en este texto de esas realidades históricas y porqué se produjeron.

En ese marco referente, podríamos recordarnos de diferentes "soberanos europeos y señores jefes supremos de la Iglesia cristiano-católica" que "eso de límites" los obligaba a, en primera instancia, mantener el respeto por y con el adversario y tratar de mantener un equilibrio en geografía de limítrofes que, constantemente, serían violados en función de excusas como aquellas que conocemos de "los cátaros", el Imperio Otomano, Napoleón y, claro, Adolf Hitler, solo por mencionar sin entrar en las obligantes profundidades histórico-explicativas.

Pero en contrario podríamos recordar la evolución natural de las guerras de independencia que desarrollara don Simón Bolívar frente a una realidad político-jurídica como era la colonia en sus diferentes realidades conceptuales (virreinato, capitanía) como también podríamos señalar el proceso histórico de y en los espacios geográficos en China y sus características particulares de definición del espacio nacional manteniendo políticas de "mutuo respeto" con y de sus vecinos, por cierto proceso histórico poco estudiado excepto por sinólogos cuando nos referimos a la literatura histórica de Occidente.

Conocemos suficientemente las razones que han argumentado las naciones para "violar sus límites" que van desde la sumisión del contrario hasta la obtención de materias primas cuando no de mercados fronterizos y allende referentes tanto a la economía nacional como en su expansión internacional. Este proceso se ha manifestado a través de la Historia en y por diferentes razones según los modelos socio-económicos imperantes en dichas naciones en sus propios tiempos históricos.

En ocasiones las razones se sustentaron en "argumentos religiosos y de creencias dogmáticas en sus praxis"; en otras oportunidades por enfrentamientos entre "señores feudales" mientras que, según los tiempos históricos, hubieron manifestaciones expansivas por razones del comercio como en los casos de las diferentes "rutas de la seda". Pero hay un curioso caso histórico referido al "medio ambiente" que se manifestara en los pueblos que habitaban en toda la región de la Siberia desde lo que hoy conocemos como Vladivostok hasta las regiones geográficas de Irán y el norte de la India motivados por razones climáticas, es decir, por las necesarias lluvias en ciclos de diez años como bien lo explica Stuart Legg en su libro: "The barbarians of Asia. The peoples of the steppes from 1600 B.C." (Barnes & Noble Books. New York, 1995, pp. 350).

La frase: "…ausencia de fronteras morales…", curiosamente, es de autoría de don Rómulo Betancourt (Plan de Barranquilla, Emergencia de un líder. Fundación Rómulo Betancourt. Caracas, pág. 86) cual significa, objetivamente, que en Política "el límite" tiene y debe sustentarse en paradigmas éticos y morales que se deben imponer, en ambos bandos, a través de unos comportamientos cuales en el marco del Derecho Internacional están perfectamente definidos cuando nos referimos a esa moralidad y ética cuales se exponen en los contenidos fundacionales de las Naciones Unidos, en aquel día en San Francisco; principios que han sido reiteradamente violados con las decisiones de Estado de los EEUU de América cuando, por ejemplo, impusieron sus propios y muy serios intereses referidos a las necesidades de alterar los equilibrios locales del Medio Oriente.

Pero, en ese marco de referencia, cuando nos referimos "al límite", según lo ante-expuesto en el texto, nos inquirimos más con curiosidad que con asombro cómo podríamos definir el evidente y la demostrativa violación del propio "límite" estadounidense en esas invasiones ejecutadas y aún en curso tanto en Iraq como en Afganistán solo a título de nuestra contemporalidad en pleno desarrollo. Es decir, sí nos vemos obligados nos vamos a tener que referir a las praxis invasivas militarmente ejecutadas por Washington en el Caribe y Centroamérica como lo conocemos por la Historia de esos, nuestros, lares como lo ha expresado la praxis imperialista contenida en la Política de Estado de la "Doctrina Monroe" cuando en su aplicación se viola fragante y profundamente el concepto "límite" como lo expresa esa interesante frase romuliana de "…ausencia de fronteras morales…" (Idem).

Pero ello nos obliga a preguntarnos sí existe una relación y/o una condición sine qua non entre la "Doctrina Monroe" y el concepto "límite" y/o la actual praxis del concepto "límite" con la lógica del sistema capitalista, es decir, sí aceptamos esta última propuesta, ella nos lleva, obligantemente, a referirnos al concepto leninista del "imperialismo"; es decir, que en el marco de la praxis obligante del imperio estadounidense se presenta una sólida comunión entre la necesaria violación del "límite" y los intereses imperiales norteamericanos.

Pero tratemos de desglosar nuestro ideario. Por ejemplo, nos permitimos preguntarnos sí la "Orden Ejecutiva" de Barack Obama en amenaza directa a Venezuela sería una evidente violación del concepto "límite" sobre el cual nos hemos expresado. Podría parecer sencilla la respuesta cuando, desde lo ideológico, respondemos con contundencia y vehemencia pero se trata de poder alcanzar el análisis conceptual hacia el cual nos estamos dirigiendo.

Otro ejemplo que es de común decires fundamentalmente en estos tiempos de convulsiones globales. Nos estamos refiriendo a señalar con dedo acusatorio a los EEUU de América en cualquiera de sus realidades y praxis ideológico-estructurales de violar las normas más fundamentales de las relaciones internacionales cuando, en la praxis de su geopolítica en expresión geoestratégica, invade Iraq, Afganistán, Libia, a través de la Comunidad europea, Siria, a través de vaya usted a saber, al preguntarnos sobre cuales bases se sustentan esas intervenciones ya que algunos políticos, entre ellos, Donald Trump, quien, diariamente, está recibiendo un informe secreto desde el Pentágono, expresan que eso de ISIS tiene sus orígenes en esa avenida que se mira a si misma, es decir, desde el Congreso hasta la Casa Blanca; en fin, vaya usted a saber sí hay algo de verdades en esas peligrosas aseveraciones ya que se estarían violando toda la normativa de la relaciones internacionales, por decir lo menos y evitar mencionar eso de la moral y la ética y ello a pesar que Dios vive en los EEUU de América protegido por "los Avengers".

Pero queremos y deseamos referirnos a un nuevo escenario que se viene desarrollando, paulatinamente, en la península de la Indochina, espacio geográfico largamente distante a la costa occidental norteamericana; es decir, no tienen frontera común aunque si son bañados, en amplitud generosa, por las aguas del pacífico océano Pacífico. La verdad que desde la "Caída del Muro de Berlín", pareciera, las ideologías contrarias al neo-liberalismo han sido colocadas en "el invernadero ideológico". Si ya conocemos que el Comandante Chávez Frías logró romper "el témpano" pero por lo que estamos observando "el pragmatismo global" y más ramplón se viene imponiendo en las relaciones internacionales "implosionando las buenas relaciones vecinales" con las anuencias correspondientes de lado y lado.

La situación en la Indochina, aparentemente, viene caminando hacia su pasado histórico no tan lejano. Curiosamente, recordemos, se han conocido de dos golpes de estado en recientes fechas; uno de ellos, en Turquía, cual resultó fallido mientras que el golpe militar en Tailandia fue, sí se quiere, triunfante. En ambos casos nos tropezamos con una variable en común que es la supuesta intervención de los EEUU de América y en ambos, según se mienta, que esa supuesta y denunciada intervención norteamericana fue fallida. En el caso de Turquía sería el propio gobierno legalmente constituido el que señalara sin tapujo alguno dicha acusación; mientras que en Tailandia, según los sucesos recientes, según los analistas, la oposición al gobierno militar tailandés ha venido, paulatina y lentamente, desarrollando una política de oposición supuestamente terrorista (http://www.globalresearch.ca/thailand-gets-the-libya-syria-treatment/5541031).

Cuando analizamos ambos escenarios desde la geopolítica salta a la vista la importancia estratégica tanto de Turquía como de Tailandia cuales impactan los supuestos equilibrios obligantes para mantener una supuesta paz en ambos regiones en mención. Quizás es más grave actualmente las realidades geoestratégicas que circundan a Turquía que los escenarios en la península de la Indochina pero es en esta región geográfica donde el futuro de los escenarios en desequilibrio, sí así se desea definir, se podrían expresar con mayores calidades desestabilizadores con efectos sobre toda la paz meridional asiática donde estarían involucrados todos los países de la región del Asia y el Pacífico, incluidos los países latinoamericanos de la Alianza del Pacífico conjuntamente con la India.

Es de actitud conocida el desconocimiento que existe sobre grupos insurreccionales que actúan en ciertas regiones geográficas de la península de la Indochina como es de común olvido que esa región se la conoce como el Triángulo de Oro por su importancia en el negocio fundamentalmente del opio y la heroína. Como es de desconocimiento que posterior a la derrota de Chiang Kaishek en 1949 algunos de sus generales se radicaron al norte de la mencionada península dedicándose tanto al tráfico de estupefacientes como la constitución de ejércitos irregulares para el combate del comunismo; así como tratamos de no recordar que durante la "Guerra de Vietnam" grupos insurrectos armados combatían tanto al Vietcong como a ejércitos regulares anti-capitalistas.

Es evidente que los tiempos han cambiado pero sigue presente aquel inconsciente guerreristas convertido, actualmente, en consciente en las oficinas de los diseñadores de estrategias en el Pentágono o como se le denominaba como el Departamento de Guerra en aquellos tiempos del general Marshall.

Conocemos como los escenarios de serias contradicciones se vienen desarrollando alrededor del Mar del Sur de China y el obligante control por parte del Pentágono en el marco de la tesis de "socios y aliados" de la península de la Indochina con todos y cada uno de los países que la componen como una necesidad geoestratégica no solo por sus importancias sobre el Mar del Sur de China sino por sus fronteras terrestres con China. No resultaría extraño que comenzaran a surgir matrices de opinión sobre las realidades humanitarias en negativo en la cual viven, supuestamente, las minorías chinas ubicadas, geográficamente, en la provincia de Yunnan, fundamentalmente. Es decir, cada día percibimos como, paulatinamente, en el tablero de ajedrez mundial las fichas se vienen moviendo hacia el "jaque mate".



 



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Miguel Ángel Del Pozo


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